La comunicación al servicio de la democracia

Entrevista al docente fundador de la carrera de Comunicación Social de la UNCUYO, Alfredo Bisquert.

La comunicación al servicio de la democracia

Cultura

Unidiversidad

Natalia Bulacio

Publicado el 03 DE SEPTIEMBRE DE 2015

"El egresado en Comunicación Social poseerá capacidad para estudiar y entender, con sentido crítico, la importancia sociocultural de la comunicación y, a la vez, estará habilitado para intervenir en cada terreno singular, elaborando productos comunicativos de diversos géneros y formatos según el área de actuación", señala la página que propone la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales de la Universidad Nacional de Cuyo. Hasta hace un tiempo no se conocía el auge de la carrera, ni su pertinencia histórica, ni su importancia o influencia en la sociedad. La Comunicación Social fue ganando terreno, pero claro, primero tuvo que nacer.

En Mendoza existía la Escuela Superior de Periodismo, institución que fue cerrada con el golpe cívico-militar de 1976. A principios de los 80, la Universidad Maza generó la facultad en donde podía estudiarse Comunicación en ámbito privado.

En el espacio de lo público, la carrera se inauguró en agosto de 1985 con la iniciativa de un grupo de estudiantes que no podían pagar la cuota que les implicaba continuar con sus estudios. El profesor Alfredo Bisquert, maestro por vocación y docente comprometido con la educación pública, fue el receptor de aquella inquietud. Rápidamente puso manos a la obra.

Esa carrera, que se hizo fuerte a pesar de las disputas, de las dificultades epistemológicas, administrativas y políticas, hoy cumple tres décadas. Momento propicio para un balance, pero también para celebrar el esfuerzo.

¿Cómo fueron los inicios, Alfredo?

Los primeros pasos fueron protagonizados por estudiantes de periodismo de la Universidad Juan Agustín Maza, yo daba clases allí. La carrera, que inauguró en agosto de 1985, tuvo una excelente recepción.

Imagino que fue posible porque hubo apoyo del decano de entonces…

Claro. Luis Triviño tuvo muy buena voluntad, yo militaba en el radicalismo y fue una cuestión de impulso político. No nos olvidemos de que la generación de la carrera surgió esencialmente desde ese sector.

¿Cuáles fueron  los obstáculos de ese momento?

El presupuesto siempre ha sido determinante, y lo fue una vez más. Nunca se pensaron que tendríamos tantos alumnos. Muchos de los que habían hecho el primer año en la Maza, hoy ocupan los principales lugares en los medios de comunicación. A ellos se les reconocieron muchas materias y las que no hicieron en la privada pudieron hacerlas en la pública.

Aproximadamente comenzaron un grupo de 15 personas. Y lo importante es que después se puso de moda la carrera y vino mucha gente. Yo daba clases en el salón de actos, había que adaptarse.

¿Cómo ha sido trabajar todos estos años de docente?

A mí me jubilaron de prepo. Cuando dejé de dar clases en la primaria, seguí dando en la universidad porque tenía otro régimen. Yo siempre había trabajado para la Dirección General de Escuelas. Pero la verdad es que siempre he trabajado. Y lo sigo haciendo en la actualidad: ya no dirijo tesis, pero sigo dando cursos de capacitación y formando maestros.

Dirigí muchas tesis. En un comienzo, di Fundamentos de la Comunicación, que era una introducción a la carrera y luego di Prácticas de la Comunicación. Los contenidos fueron cambiando de nombre. La última materia que dì fue Comunicación institucional.

A 30 años de la creación de la carrera, ¿cuál es la conclusión tras haber sido parte fundamental del proyecto?

Yo siento mucha emoción, mucha felicidad porque sé que han crecido. Por ahí mucha gente no tienen en claro el desarrollo histórico. Como en todo proceso, hubo gente que estuvo a favor, miradas distintas, enemigos, docentes que propiciaban modelos pedagógicos distintos del que yo proponía. Cada uno siguió con su estilo. En la Facultad hay docentes que se sentían más capaces según la cantidad de alumnos que bochaban, muy aferradas a lo tradicional, a una idea muy estricta. 

¿Cuál ha sido entonces la fortaleza de la carrera en el ámbito de la UNCUYO?

Acceder a la educación pública y de calidad. La creación de Comunicación tuvo que ver con propiciar ideas democráticas. El estilo, las ideas mucho más democráticas, donde el alumno leía todo lo que quería. Si bien había una bibliografía, la idea era que el estudiante buscara muchas fuentes, fuera a rendir con un tema elegido y con tiempo para que se expresara, y después las preguntas del profesor, buscando que relacionara contenidos. El alumno tenía que estar tranquilo, fue muy bueno ese sistema.

Su “modo de enseñar” lo llevó a ser elegido numerosas veces como director de tesis.

Busqué ser guía, acompañar para un trabajo especial como es la  tesis, ya que hay muchas docentes que a la hora de evaluar  son muy exigentes pero no lo son con ellas mismas en el acompañamiento.

He perdido mucho material, porque presté mucho. El alumno tiene que tener recursos. Trabajé mucho para que en la biblioteca de la facultad se encontrara material sobre lo nuestro. Como era una carrera nueva, tenía que pelear con los decanos para que compraran material. La carrera creció bien, hoy la demanda es altísima, eso me pone feliz.
 

Invitación

El acto académico de conmemoración de los 30 años de la Licenciatura en Comunicación Social de la UNCUYO se concretará el viernes 4 de setiembre, a las 19.30, en el Cine Teatro Selectro, que se ubica en calle Capitán de Fragata Moyano 102, de la Ciudad Mendoza.

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