Alfredo Guevara, querido compañero

Abogado, recibido en la Facultad de Derecho y Ciencias Sociales de la Universidad Nacional de Buenos Aires, (UBA) en 1960. Ese año se casa con María Angélica Escayola, también abogada, y comienza a trabajar desde su estudio de calle España, ese lugar será durante muchos años epicentro de una lucha por los derechos humanos concebida como parte inseparable de la militancia política. 

Alfredo Guevara, querido compañero

En 1991, Guevara lleva adelante el caso de Pablo Cristian Guardatti, desaparecido tras ser detenido por personal policial.

Cultura

Unidiversidad

Eva Guevara

Publicado el 29 DE AGOSTO DE 2012

Una historia de vida, un noble recuerdo. Así lo recuerda Edición Cuyo en esta breve biografía a este luchador que supo llevar adelante varios frentes siempre ligados a la defensa de los derechos humanos.

Durante el período 1960-1975 Guevara militará en el peronismo de tendencia revolucionaria,  ayudará a la coordinación de la llamada Resistencia Peronista y a la conformación de los primeros grupos de la Juventud Peronista.  En 1971, durante la dictadura de Lanusse, defiende junto al Dr. Fuad Toum a los jóvenes Rolando Coria y César Eguaburu, dos estudiantes sanjuaninos que habían sido encarcelados como represalia del régimen ante las sucesivas protestas y tomas de facultades al calor de la lucha por eliminar las trabas de ingreso a la Universidad.  El juicio termina con la absolución de los estudiantes, sin embargo la Cámara Federal resuelve sancionarlo por unas declaraciones realizadas en la sede del Comedor universitario. La sanción no hace más que ahondar el clima amenazante de aquella dictadura ya que para entonces el grupo parapolicial de derecha ODA (Organización Democrática Argentina) lo había amenazado de muerte.  

También ese año asumió la defensa penal de seis militantes peronistas acusados de robo de explosivos. Cuando el juicio oral terminó sin condenas a falta de pruebas, el Poder Ejecutivo Nacional dispuso arbitrariamente detenerlos y trasladarlos de inmediato a la cárcel de Rawson, de máxima peligrosidad. Para entonces Alfredo Guevara ya integraba la Asociación Gremial de Abogados, cuyo referente a nivel nacional era Rodolfo Ortega Peña; dirigía un periódico llamado El peronista, denunciaba decenas de apremios ilegales y torturas que eran perpetradas en la provincia a raíz del Mendozazo  y todos aquellos atentados contra los abogados de la Asociación.

En 1973 colaborará en la conducción de la campaña electoral del Frente Justicialista de Liberación (Frejuli), organización política que llevará a Alberto Martínez Baca a la gobernación.  Al triunfar dentro del movimiento peronista, el sector que le hiciera un juicio político a su propio gobernador  Martínez Baca lo tilda de “marxista”. Guevara queda aislado, es amenazado por los grupos parapoliciales, en una ocasión su auto es destruido por el estallido de una bomba mientras que otra explota si herir a nadie en el portal de la casa familiar.  Años después el Padre Jorge Contreras recordó una anécdota de ésta época. Cuenta que cierta vez se presentó un padrino de bautismo en el Barrio San Martín y el Padre Macuca Llorens, luego de charlar con él dijo: “Este es más cristiano que tres católicos juntos”. Se trataba del Gordo Guevara. 

En 1974 son detenidos y salvajemente torturados seis militantes del Ejercito Revolucionario del Pueblo (E.R.P.), Guevara y Tom deciden denunciar públicamente el hecho y al día siguiente la policía va a buscarlos a sus respectivos estudios. Puestos a disposición del Poder Ejecutivo Nacional (Isabel Martínez de Perón) son trasladados, como represalia, a la prisión de máxima seguridad de Chaco. Finalmente y gracias a una solicitada firmada por muchísimos abogados y políticos mendocinos en apoyo  a que los dejaran salir del país, es conducido a Ezeiza y de allí a un avión que partiría hacia Perú. 

Comienza una nueva etapa en el exilio. En Lima, su trabajo se vuelca a la docencia universitaria. Entre 1975 y 1977 es profesor de la Universidad Ricardo Palma. Enseña las materias Derecho, Historia Crítica Mundial, Fundamentos de Derecho y Legislación Económica. Dado los alcances del Plan Cóndor la persecución de la dictadura había llegado a Lima, produciéndose el secuestro y desaparición de un abogado. La situación fuerza el traslado de toda la familia a México, siempre en condición de refugiada política.

Entre abril de 1978 y 1982 es profesor titular en la Escuela Nacional de Estudios Profesionales de Acatlán de la Universidad Nacional Autónoma de México en los departamentos de Ciencias Sociales y Económicas. Dicta los siguientes cursos: Economía Política, Historia Mundial del Siglo XX, Historia y Cultura, Historia Crítica del Capitalismo y el Socialismo, Política Mundial Contemporánea, Historia Económica de América Latina.  En el Instituto Politécnico Nacional y  en la Escuela Superior de Economía  dicta el Seminario de Desarrollo Económico. Desde 1981 es presidente de la Academia de Profesores de Desarrollo Económico. La Revista de la UNAM publica un trabajo suyo “Apuntes sobre una interpretación socio-económica argentina en relación al pensamiento de CEPAL”. 

Los temas relativos a derechos humanos generan trabajos de reflexión que también son publicados en México (“La nueva Ley de Ausencia con presunción de fallecimiento” y “Sobre la problemática de la desaparición forzada de personas”), pero sobre todo acciones de solidaridad y militancia. Desde el colectivo de argentinos exiliados realizará varias actividades tendientes a llamar la atención mundial sobre los desaparecidos en el país, y cuando el ex presidente Héctor J. Cámpora llega a México como refugiado, es parte de la red de apoyo. 

En 1984, al levantarse la prohibición de pisar suelo argentino,  Alfredo Guevara reabre su estudio jurídico y retoma la militancia en el movimiento peronista. Activa decenas de causas de personas desaparecidas o encarceladas, se convierte en el asesor legal de la Asociación Madres de Plaza de Mayo, organiza una Secretaría de Derechos Humanos en el Partido Justicialista para poder realizar las denuncias, sin embargo el trabajo se desarma  al no ser avalado por las autoridades del Partido.

Cuando todas las causas por desapariciones forzosas de personas son trasladadas a Córdoba y se paralizan por la ley de Obediencia Debida y Punto Final,  denuncia a los camaristas Otilio Romano y Luis Miret por ser cómplices de la dictadura. También hace pública la situación del comisario Fernando Smaha, su pasado torturador en el D2 y su implicancia directa en el asesinato de un joven dentro de la comisaría. Defiende a tres ciudadanos trasandinos detenidos en un operativo policial en 1988 durante el gobierno de José Luis Bordón, y poco después la puerta de su estudio queda semicarbonizada. Se trata del segundo atentado sufrido contra él y su estudio.

A pedido de la familia del poeta y militante Francisco Paco Urondo, asesinado en Mendoza en 1976, solicita la rectificación de la partida de defunción que estaba bajo la denominación NN y halla evidencias que años después sustentarán la condena contra esos homicidas por delitos de lesa humanidad. 

En 1991, lleva adelante el caso de Pablo Cristian Guardatti, desaparecido tras ser detenido por personal policial. Nuevamente denuncia la “mano de obra desocupada relacionada con la estructura represiva implementada por la dictadura”. Seis años después, en 1997, también se ocupa de asistir a la búsqueda de Sebastián Bordón, otro joven desaparecido que finalmente aparece asesinado por la policía de San Rafael.   

Durante el gobierno de Carlos Menem, Guevara se va del justicialismo y arma en Mendoza el Frente Grande. Es electo senador en 1999 por la Alianza entre la UCR y el Frepaso. Es el impulsor de los juicios por la Verdad, asiste a la familia Bolognezi por el asesinato de su hijo, aún impune, y lleva a los estrados internacionales la cárcel de Mendoza, proceso que la Comisión Interamericana de Derechos Humanos  define en favor del reclamo de los internos por las terribles condiciones de hacinamiento. Trabaja con un grupo de abogados entre los que está Diego Lavado, Alfredo Guevara hijo, Pablo Salinas y Carlos Varela, junto a los sacerdotes de la cárcel el padre Jorge Contreras y Roberto Juárez, y junto también a Marcelino Altamirano, un ex preso que funda una casa para la rehabilitación de jóvenes.

Como Senador presenta varias iniciativas que se concretan como leyes. Impulsa la realización de audiencias públicas previas a la votación de jueces y otras autoridades que se rigen por el sistema de bolillas blancas y negras, la derogación del artículo del Código de Faltas que impone arresto a las personas que visten ropas del sexo opuesto (criminalización de los travestis), y una reforma del código procesal civil que permitirá defender la casa familiar de los deudores hipotecarios luego del descomunal incremento de esas deudas posterior a la salida de la convertibilidad. 

En el 2003, el último año de su mandato, cuando ya la Alianza se había deshecho, fundó el Partido Polo Social, referenciado con el padre Luis Farinello. No cree que los partidos tradicionales vayan a cambiar algo. En una entrevista realizada en ese año habla sobre la importancia de apoyar a Néstor Kirchner. Dice textualmente que “el presidente avanzó de un modo que me sorprende y con una audacia que ni yo mismo me hubiera atrevido”, también opina que para él el mejor presidente de las últimas décadas fue Héctor Cámpora, pero Kirchner es de todos los que vinieron después, el que más se le parece”. En la última etapa de su vida su mayor preocupación está en la renovación de la Justicia Federal, -creía firmemente que debían ser removidos los magistrados que venían de la dictadura militar- pero también el tema político, la consolidación de un espacio de organizaciones sociales y expresiones de centro-izquierda de raíz peronista dentro del Frente Para la Victoria. A su juicio, ése espacio debía tener como aspecto prioritario la defensa de los derechos humanos.

Dice de él el Dr. Roberto Burad: “Tenía en tribunales la paciencia de los que saben esperar, que los funcionarios judiciales recorrieran dialécticamente sus reflexiones jurídicas hasta arribar, más tarde o más temprano, a las mismas  conclusiones por él pregonadas. Respetuoso, hidalgo caballero, como el Quijote, lanza adarga en mano, siempre dispuesto a "desfacer (deshacer) entuertos" y luchar obsesionado por el establecimiento de la justicia individual y social y antes que nadie, impulsor imbatible por los Derechos Humanos. Lo recuerdo con su humanidad a cuestas, con su portafolio pequeño para su estatura, lleno de defensas en su mano derecha y un arsenal de razonamientos, siempre dispuesto a lanzarlos, contestatariamente, desde todos los flancos.”

Alfredo Guevara  11/09/1937 – 14/11/2005

alfredo guevara, derechos humanos, peronismo, abogado, frente grande,