Un cierre brillante para un Americanto de lujo

Las primeras horas del lunes marcaron el final de la edición 2012 del Americanto, que este año reunió a figuras destacadas de la música local, nacional y latinoamericano.  Dedicado a la mujer, el festival tuvo picos de alta emotividad y brillo interpretativo.

Un cierre brillante para un Americanto de lujo

Foto: Axel Lloret

Cultura

Unidiversidad

Alejandro Rotta

Publicado el 12 DE MARZO DE 2012

A esta altura, decir que Americanto es un festival que poco se parece a los festival es tradicionales es al menos, una verdad de Perogrullo. Esta es una de las primeras premisas desde la que se debe partir para analizar esta propuesta musical que año a año plantea del Ministerio de Cultura de la provincia.

Y veamos por qué.

En primer lugar, los festivales tradicionales no dudan en apostar a números de amplia convocatoria, aquellos que masivamente están instalados en el público demandante, con el objeto de justificar  el éxito sólo amparados en el número de asistentes a cada una de las noches. Eso, si bien produce una saturación de figuras (al Chaqueño lo contamos no menos de tres veces por estas tierras en  los Festivales de verano), garantiza que la presencia masiva de público pueda ser un buen recurso para generar sponsors.

Americanto, por su génesis misma, no tiene necesidad de caer en este preconcepto, porque está claro que la apuesta se hace hacia la calidad interpretativa de quienes suben al escenario Armando Tejada Gómez, aunque muchas veces no sumen cifras significativas de asistentes. En otras palabras, no interesa contar en miles los asistentes, sino apostar a que quienes vayan, tengan la oportunidad de disfrutar del placer de la música.  En este aspecto, que más de 12 mil personas hayan presenciado las 4 noches, tomando como válida la noche del jueves en el Bustelo, deja claro que los mendocinos también podemos optar por propuestas diferentes a los Palavecino, las Pastorutti o Los Nocheros.

En segundo lugar, y casi como una continuidad de lo anterior, volvemos a hacer hincapié en el sólido trabajo de búsqueda de intérpretes y propuestas. En este aspecto es destacable el trabajo de Juan Lucangioli como director artístico, que se jugó una patriada al apostar a números poco conocidos para el gran público como Paulinho Mosca, Ana Prada, Lucho Hoyos, Magdalena León,  Francesca Ancarolla, o Martín Buscaglia, a otros,  instalados como referentes de la música popular como Raúl  Carnota, Liliana Herrero, Orozco Barrientos o Teresa Parodi y al proponer como base para el concurso de músicos locales una línea argumental sólida y concreta. Acá vale rescatar además el trabajo de la Comisión armada para elegir las propuestas mendocinas, que dejaron en el escenario puestas en escena musicales con el mismo nivel de las producciones foráneas. Tal es el caso de Amauta, con un recital sin fisuras y con un  power pocas veces visto en la banda, el trabajo emotivo y comprometido de Víctor Hugo Cortéz y Gustavo Maturano, la arrolladora presencia de Analía Garcetti, Gabriela Fernández,   Sandra Amaya y Alejandra Bermejillo con el trío, la calidad artística y el brillo interpretativo de Ojos de Agua y Ámbar voces,  y las presencias importantes de Javier Rodriguez, Racimos, y otros.

Como tercer punto a analizar, debemos entender que Americanto tiene desde hace tiempo una línea argumental,  que se podría decir que lo convierte en un “festival” temático. En esta edición el tema de la mujer fue la síntesis argumental, como así lo había sido el año pasado  la memoria, o en otras ocasiones el tema de los pueblos originarios. De esta manera, cada propuesta que se presenta  debe estar trabajada al efecto y  cuenta con un tiempo donde los asistentes pueden comprender el espíritu de la propuesta y disfrutarla al máximo. Esta es quizá una de las más fuertes diferencias con los festivales tradicionales que priorizan cantidad de artistas a calidad de espectáculo.

Con estas aclaraciones hechas, sólo queda destacar que el Americanto 2012 ha sido uno de los más altos de los últimos años, con propuestas trabajadas, con grandes músicos en el escenario, con fuerza interpretativa y con un despliegue escenográfico digno de los mejores espectáculos del país.

Quienes quieran analizar la propuesta sólo en términos contables, es decir cantidad de espectadores como dato principal  y casi determinante para el éxito o el fracaso, están desvirtuando la esencia de Americanto,  están analizando un fenómeno artístico musical desde la ecuación mercantilista del costo beneficio,  y están dejando de lado el sentido comunicacional pleno de la música.

Párrafo aparte para otra jugada de alto riesgo. La realización por primera vez del denominado Americanto 2.0 , un espacio alternativo donde confluyeron nuevos sonidos y tendencias, y que la noche del viernes convocó a miles de jóvenes una vez terminado el festival tradicional. En un escenario paralelo se desplegó esta propuesta de sonidos alternativos y vanguardistas fusionados con nuestra tradicional música latinoamericana. El Americanto 2.0 contó con la presentación de La Yegros y King Coya, Chancha Vía Circuito, Paula Duro VJ, Paloma del Cerro, Doña María, Super Guachin, Elmayonesa y Sonido Guay Neñe. Finalizaron esta gran noche, Fausto Nutkiewicz Bosch aka Matapixels. Sin dudas una propuesta para repetir y profundizar.

Americanto