Balance positivo de las Jornadas de Investigación

Si bien para el secretario de Ciencia, Técnica y Posgrado de la UNCuyo todavía hay materias pendientes, el saldo de las Jornadas realizadas en el Centro de Congresos y Exposiciones fue positivo, sobre todo en la participación e integración de los investigadores en el desarrollo de las mismas. La interacción con la provincia y la presencia de alumnos, los puntos más débiles.

Balance positivo de las Jornadas de Investigación

Carlos Passera

Sociedad

Unidiversidad

Alejandro Rotta

Publicado el 08 DE MAYO DE 2013

Una de las actividades más importantes que se realizan en la Universidad en el marco de la investigación son las  “Jornadas de Investigación y las Jornadas de Posgrado de la Universidad Nacional De Cuyo”,  que este año se llevaron a cabo en el Centro de Congresos y Exposiciones.

Es destacable que, con el paso del tiempo, las Jornadas han ido adquiriendo un carácter relevante y cada vez son más los expositores que se acercan a participar, básicamente con el objetivo de difundir la producción científica desarrollada en el ámbito de ciencia, técnica y posgrado de la Universidad, generando un espacio en el que los docentes-investigadores de esta casa de estudios pueden presentar sus trabajos de tesis e investigación.

Desde sus inicios, otro de los puntos que se buscaban era promover la discusión e integración de las diversas áreas del conocimiento, objetivo que, según el secretario de Ciencia, Técnica y Posgrado de la UNCuyo, el Dr. Carlos Passera, este año se vio ampliamente concretado.

Para el titular de la Secretaría, “este año hubo una especie de empatía y alegría que realmente era contagiosa. Esto se explica porque desde siempre nuestro objetivo a combatir eran las jornadas vacías, las típicas en las que el docente investigador continúa con sus tareas. Es decir que a la mañana temprano va, cuelga el póster, después vuelve a su cubículo o cátedra y a la noche pasa a descolgar la muestra. Esto no fue fácil de combatir. Empezamos con estrategias básicas como fue la de generar ambientes de tertulia, en los que los investigadores de distintas áreas se encontraban para charlar y discutir sobre los temas que les interesan y son comunes. Eso funcionó bien, pero era menester algo más. Por eso, y siguiendo el consejo de un decano, decidimos sacar a las jornadas del predio. Estábamos convencidos de que salir del predio podía predisponer mejor a aquellos investigadores que exponían, ya que al quedar lejos de su lugar natural podían disponer de más tiempo para permanecer en las Jornadas. Y la verdad que esto funcionó muy bien, ya que, inclusive, se dio un fenómeno que nunca se había dado, a tal punto que nos faltaron lugares. En un momento improvisamos una gran mesa alrededor de la cual había no menos de 25 personas, y resultó altamente positivo ver que las exposiciones no se hacían desde el frente sino desde la misma mesa. Eso fue gratificante, porque es un cambio en el método de exposición e intercambio”.

La cantidad de trabajos presentados hablan del buen presente de la investigación en la Universidad. Son 900 trabajos que involucran a más de 2700 docentes-investigadores y becarios los que se pudieron ver en estas Jornadas. Hubo proyectos de tesis, tesis de doctorado y maestría, resultados de programas I+D, proyectos de otros organismos de CyT y de instancias posdoctorales, pero para Passera aún quedan asignaturas pendientes.

“Uno de los puntos a mejorar es la presencia de los alumnos en las Jornadas. Proporcionalmente no estuvieron presentes. No es que no haya habido alumnos, estaban los que participan en los proyectos, que son alumnos avanzados que tenían la obligatoriedad de estar allí, pero hay una masa de alumnos que generalmente están más arriba de la mitad de su cursado que tendrían que haber estado allí, estamos hablando de no menos de 10 mil alumnos visitando las jornadas. Pero esto no ocurrió”.

Las ideas en marcha

Para acercar a los alumnos a la investigación hacen falta algunos procesos que en la UNCuyo se cumplen acertadamente. En primer lugar, al decir del secretario de Ciencia, Técnica y Posgrado, hay que tomar en cuenta la demostrada calidad de los estudios de grado y de posgrado, algo que ha sido expresado por la CONEAU, que ha acreditado las  carreras por el máximo tiempo posible,  y que ha acreditado el ciento por ciento de los posgrados. “Eso es posible porque esta universidad basa su calidad en los docentes, es decir que es buena porque tiene buenos docentes”, asegura el funcionario, quien a su vez marca que ahora el desafío es saber cómo hacer para lograr que ese estudiante permanezca en la Universidad como docente. “Esto en algunas áreas del conocimiento puede llegar a ser más fácil, como en las pedagógicas, por ejemplo, pero para algunas carreras técnicas en muy difícil seducir al egresado para que permanezca. Hay que enseñarle lo atractivo que es el mundo académico, que seguramente no le dará riquezas, pero le dará satisfacciones inmensas que van más allá de eso, como por ejemplo la formación de discípulos. Los grandes pensadores han sido siempre generosos en el hecho de formar discípulos, que por lógica deberán ser mejores que ellos”, asegura Passera.

El escenario actual para la investigación que ofrece el Ministerio de Ciencia y Tecnología de la Nación es extraordinario, y aún no es aprovechado en su totalidad  por  los docentes-investigadores de la UNCuyo, sobre todo en líneas de financiamiento. Consultado sobre el tema, el secretario asegura que esto se produce porque hay grupos que todavía no tienen oficio. Es decir, tienen calidad pero no se sienten merecedores de esa posibilidad. Para revertir esto, desde la UNCuyo se está “trabajando en conjunto entre las distintas secretarías para potenciar este recurso humano, desde distintos aspectos, como por ejemplo el de becas para perfeccionamiento en el exterior. Eso implica la captación del investigador como personal de la UNCuyo. Digo ‘personal’ y no ‘docente’ porque esto engloba a los distintos actores que construyen el ámbito académico y que también participan en este proceso de perfeccionamiento. En esto no se hace diferencias, porque el acto de entrega de un ser a la universidad depende de cómo la universidad lo contuvo. Personalmente, yo me siento comprometido con el Estado porque me permitió cursar todos mis estudios sin pagar un solo arancel, y eso es muy importante que sea reconocido por quienes llevan adelante investigación, porque es una manera de entregar al estado lo que en su momento nos dio, como una manera de mantener la Universidad pública, gratuita y laica”.

Las jornadas se plantean también con la finalidad de llegar a nuestra sociedad, permitiendo así la transferencia del conocimiento y la difusión de la una política institucional asumida. “Esta es otra de las asignaturas pendientes” dice Passera, al hablar de la relación de la Universidad con el gobierno provincial. “Es cierto que muchas veces se trabaja con lógicas distintas que tienen que ver con distintos parámetros, como por ejemplo los tiempos de uno y otro actor. A las pymes industriales no se les puede pedir que inviertan demasiado en investigación a largo plazo porque no tienen espalda financiera para bancar esos procesos, pero de todas maneras, lo que no se entiende es que en ámbito provincial no estemos discutiendo ya la política de ciencia y técnica hasta el año 2025, por ejemplo. Hay intentos, pero son pocos, lo que no nos permite analizar la viabilidad de algunos proyectos interesantes. Y hay mucho en lo que trabajar, es decir que tenemos que volver a replantear el auge de la investigación y el aprovechamiento científico al servicio de la industria nacional vigentes en los años 60, que llegó a niveles interesantísimos”. 

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