El 22 % de los 44 millones de argentinos no tiene acceso a la red pública de agua y cuatro de cada diez no tienen cloacas. Más allá de los datos duros, lo que también se desprende es que estas situaciones impactan en la salud pública, pues provocan cuadros de parasitosis que afectan especialmente a los niños. Se trata de una patología que colabora con el bajo peso y la desnutrición.

Los datos se desprenden de un trabajo colaborativo realizado por profesionales de la Universidad de Buenos Aires, la Facultad Latinoamericana de Ciencias Sociales (Flacso), la Universidad Nacional de Quilmes, la Universidad Católica de Córdoba, la ONG Sed Cero, y los institutos nacionales de Tecnología Industrial (INTI) y de Tecnología Agropecuaria (INTA).

Las cinco provincias que viven las situaciones más críticas de acceso a agua de red son Santiago del Estero, Formosa, Tierra del Fuego, Salta y Chaco. En el caso de hogares sin cloacas, las más complicadas son Chaco, Formosa, Salta, Tierra del Fuego y Misiones.

Los expertos que participaron del estudio –que derivó en una "plataforma del agua" que sirve como herramienta de gestión– coinciden en que en las zonas rurales hay que trabajar en "innovación social": lograr que las comunidades se apropien de las soluciones y las administren. En un territorio extendido y de baja densidad poblacional como el argentino, los especialistas insisten en que, a la par del plan nacional, hay que diseñar soluciones descentralizadas (cisternas, canalización de agua de río, perforaciones).

Florencia Iacopetti, gerenta programática de la Fundación Avina y coordinadora de Sed Cero, admitió que "hay avances" con el Plan Nacional del Agua –instrumentado por el Gobierno nacional a través del Ministerio del Interior–, pero que hay que complementar las soluciones en las zonas rurales más aisladas. El programa incluye inversiones por USD 40 000 millones (incluye trabajos del Plan Belgrano en el área); desde el inicio de la gestión –según datos oficiales– se terminaron 340 obras de agua y cloacas, hay 263 en ejecución y 61 en proceso licitatorio. "Hay un desafío enorme en acceso al agua y al saneamiento; el problema requiere soluciones combinadas porque hay características particulares: el suelo, los regímenes de lluvia y cuestiones culturales", indicó Iacopetti a diario La Nación.