¿Cómo se miden los sismos?

Repaso de escalas y parámetros.

¿Cómo se miden los sismos?

Sismógrafo

Facultad de Ingeniería

Mendoza y los sismos

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Sabrina Cereda, becaria de Prensa de la Facultad de Ingeniería

Publicado el 16 DE SEPTIEMBRE DE 2015

Los sismos se califican por su tamaño. Una de las formas de medirlos proviene de civilizaciones antiguas, de hace 2000 años. Estas culturas poseían algunos tipos de objetos que, de acuerdo a dónde se movían o dónde caían, indicaban que una vibración sísmica había sucedido en una dirección determinada.

Estos conocimientos llevaron a la definición, al inicio del siglo XX, de la escala de intensidades Mercalli. Se trata de una escala cualitativa que aporta diversos valores que son subjetivos, ya que indican cómo lo sintió un ser humano, un sitio o un edificio. En una misma zona puede suceder que las diferentes personas que se encuentran en el lugar perciban un mismo evento sísmico de manera diferente, por lo tanto no se la puede definir como una forma de medición científica. Por esta razón, esta escala se está dejando de usar, excepto en análisis macrosísmicos, cuando se involucran efectos geológicos.

Otra de las formas de medir un movimiento es a través de la escala de Ritcher. Los expertos determinan, una vez registrado el evento en sismogramas, su duración y su amplitud de la onda, que, mediante cálculos matemáticos y parámetros físicos, determinan el grado de magnitud del mismo.

Esta escala se encuentra en desuso y tiene una aplicación limitada. Por esta razón, los científicos utilizan hoy la MW, en español traducida como Magnitud Momento, pues consideran que es más coherente que las otras escalas, además de involucrar parámetros dimensionales de la fuente que genera el terremoto.

Al sumar parámetros dimensionales de la fuente al análisis, los científicos cuantifican el tamaño de un evento pero no el daño, ya que este tiene otros tipos de parámetros y variables asociados.

El parámetro más importante en regiones sísmicas es la aceleración, es decir, el nivel de movimiento del terreno que va a causar la magnitud de un terremoto dado. Por ejemplo, un evento de magnitud 6, 6.5 o 7 pueden tener la misma aceleración. Esto significa que en zonas urbanas cercanas a fuentes sismogénicas, el movimiento del terreno puede ser muy nocivo. Una magnitud 6 puede lograr una aceleración grande y una de 6.5 y 7 también, a pesar de que van a ser de diferentes tamaños los eventos.

 

Por Sabrina Cereda, becaria de Prensa de la Facultad de Ingeniería