#19A: Mi voto, tu responsabilidad

Las elecciones PASO terminarán siendo una gran prueba para los mendocinos que por primera vez votaremos para saber quiénes serán los candidatos a cargos provinciales y municipales en 15 intendencias.

#19A: Mi voto, tu responsabilidad

Simulación de un cuarto oscuro de acuerdo a la oferta electoral que encontrarán los votantes. Foto: Los Andes

Provincial

Unidiversidad

Jorge Fernández Rojas

Publicado el 18 DE ABRIL DE 2015

Siempre recuerdo lo que un maestro del periodismo, como lo fue para mí César Robles, me decía: “Para conocer cómo es la gente de un país tenés que cubrir una elección o una catástrofe”.

Y como casi siempre acertó. Lo comprobé cuando seguí todo el proceso eleccionario de Chile en 2006 y Michelle Bachelet fue electa por primera vez y recibió el gobierno de manos de Ricardo Lagos. Allí los votantes chilenos se mostraron tal cual eran como personas y sociedad. Sus bienes (por ejemplo: el orden cívico y el respeto por las instituciones) y sus deudas (por ejemplo: la brecha y el rencor social entre las clases) se hicieron ver descarnadamente ese año electoral. El recordatorio  viene a cuento con nuestro presente.

Mendoza atravesará por primera vez unas elecciones primarias denominada PASO (Primarias Abiertas Simultáneas y Obligatorias) y eso ya conlleva a una marcha hacia adelante en el desarrollo colectivo. 

Las PASO que ya se aplican para los cargos nacionales, son un emergente político producto de la explosión social y económica del diciembre de 2001. Una herramienta electoral argentinizada por Néstor Kirchner quien se transformó en el gran catalizador de estas ideas dispersas entre las asambleas barriales que surgieron hace 14 años de modo espontaneo por la debacle institucional.

El verdadero propósito de las PASO, es decir: elegir a los candidatos de los partidos y frentes electorales para una elección general, no se ha logrado. Por ahora estas primarias se han convertido en una especie de primera vuelta, o sea: los votantes definen directamente a quiénes quieren que ocupen esos cargos y no a quiénes pretenden llegar a ser candidatos a esos cargos. Ese efecto no querido (¿o sí?) es muy probable que se reproduzca en Mendoza. 

Más que PASO, traspié

En nuestra provincia, tras un trabado desarrollo legislativo las PASO fueron aprobadas hace un año y encontraron más escollos en su aplicación por la negativa del gobierno de financiar la publicidad de las campañas tal como lo dispone la norma promovida por el mismo oficialismo. 

Entonces, tras una encarnizada discusión que incluyó la intervención de la Corte local se llegó a una solución intermedia y el Estado solventó parcialmente la difusión de los precandidatos a través de los medios audiovisuales. Y aún esa disposición fue cumplida parcialmente ya que un canal de TV se negó a difundir los spots de campaña como represalia a la deuda que el Gobierno tiene con esa empresa.   

Lo que queda en la superficie es toda la improvisación de la dirigencia para aprobar un sistema electoral para que luego no sea respetado. También se observa el ingenio de los interesados (los postulantes) para sacarle ventaja a la desinformación y generar la confusión del elector. Todo orquestado para alimentar el fastidio ya existente por la idea instalada que este año tendremos que votar hasta siete veces. El calendario electoral se extiende entre enero y noviembre incluyendo las elecciones para cargos nacionales y las municipales desdobladas en tres departamentos (Capital, San Carlos y Godoy Cruz).

La reaparición de las famosas “colectoras” (inventadas en los ’90 y desarrolladas en la última década) fueron las herramientas para crear el laberinto electoral ideal para algunos precandidatos temerosos de perder poder y el berenjenal para que el votante sienta decepción, más desinterés y molestia al saber que votar se tornará un trámite burocrático y tortuoso.

La pregunta del periodista Marcelo Sivera es pertinente ante este escenario: “¿Cómo hacer para que un millón trescientos mil mendocinos puedan votar en cuatro mil mesas sin hacer demasiada cola a pesar de que a casi la mitad de ellos les esperan entre 30 y 50 boletas en un cuarto oscuro complicado? Y, además, todo contra reloj en un lapso de diez horas”.   

Infografía del diario Uno que representa a un cuarto oscuro de Guaymallén, publicado el miércoles 15 de abril.

“¿Es razonable que un precandidato a intendente aparece en 23 listas?” le preguntamos a Alfredo Puebla el secretario de la Junta Electoral de Mendoza. “No –contestó rápido-. Es uno de los aspectos que habrá que modificar y lo veremos en la próxima experiencia con las PASO de Godoy Cruz en noviembre, donde también se está preparando la aplicación del voto electrónico y queda por definir cuál será el alcance de esa modalidad de sufragio, puede ser una parte del padrón el total de los ciudadanos habilitados para votar”.

La justificación del funcionario judicial para afirmar esto está en su propia estimación que presagia que habrá una gran deserción de votantes, situación que ya se vio en las PASO de Capital y San Carlos donde la concurrencia a las urnas osciló en un 70 por ciento. “Yo justifiqué esa ausencia por la época de vacaciones en que se hicieron las PASO, pero ahora me parece que ocurrirá lo mismo porque ha crecido el desinterés”, argumentó Puebla.

Puebla se juega buen parte de su prestigio como funcionario judicial. La Junta Electoral que en la práctica funciona bajo la conducción de Puebla, tendrá su bautismo de fuego con estos comicios provinciales ya que es la primera vez que Mendoza desdobla las elecciones de las nacionales. Este organismo está conformada por el vicegobernador y el presidente de la Cámara de Diputados junto a los integrantes de la Corte. 

En tanto en se nota que en Santa Fe el proceso electoral se va desarrollando  con varios casilleros de ventaja respecto de Mendoza. El domingo 19 los votantes de la segunda provincia argentina podrán votar con boleta única aunque previamente muchos de ellos, ya expresaron formalmente su voluntad de no sufragar por no sentirse comprometidos con estas internas partidarias. Es decir son primarias obligatorias, pero también optativas. 

Está claro que votar es un derecho y un deber, según cualquier manual de instrucción cívica. Pero también está claro que quienes pretenden ser elegidos cometen ardides para quedarse con el sufragio de un votante fastidiado y desinformado, entonces la responsabilidad no es de quien pone el sobre en la urna únicamente. La responsabilidad es de quienes abusan de los artilugios permitidos por un Estado agrietado y debilitado.

Autor: Jorge Fernández Rojas . Director de Edición UNCUYO

Fuente: Edición UNCUYO

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