El PJ tiene la foto y Los Blancos

En gira electoral, Cristina anunció de nuevo la megaobra

El PJ tiene la foto y Los Blancos

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Gabriela Ceppi - Fotos: Axel Lloret

Publicado el 03 DE JUNIO DE 2015

La foto salió casi forzada, pero se logró. A poco menos de 20 días de las elecciones, Cristina Fernández de Kirchner pasó por Mendoza y, ante miles y miles de militantes, se abrazó con Adolfo Bermejo, el candidato del Frente para la Victoria (FpV) que peleará la gobernación este 21 de junio. A la postal, se sumó el gobernador Francisco Pérez, los demás candidatos, y casi todos los intendentes.

Pérez vivió así su última aparición junto a la Presidenta en un acto multitudinario y recibió un trato distante. Está claro que Cristina está molesta y que, a pesar de las negociaciones previas al acto de este mediodía, la herida no está cerrada. Pero Paco celebró igual su presencia y desplegó toda su artillería para que el acto fuera una verdadera fiesta peronista con todo su gabinete y miembros del equipo nacional.  Incluso hasta puso a disposición colectivos de las empresas concesionarias del Estado que trasladaron militantes hasta el lugar y desde diferentes puntos de la provincia.

Más de 20 mil personas llegaron hasta el hospital Metraux, de Fray Luis Beltrán, para participar del acto mediante el cual Cristina dejó inaugurada su ampliación y remodelación en una obra que demandó una inversión de 80 millones de pesos.

Pero, además, Adolfo Bermejo y el gobernador lograron arrancarle unos minutos para mostrarle el conjunto residencial del ProCreAr de Maipú, uno de los más grandes de Mendoza. Los militantes peronistas de las tierras de Bermejo se destacaron, aunque había gente de todos los departamentos.

Los anuncios de Cristina no fueron demasiado claros y algunas medidas, que estaban advertidas, quedaron envueltas en una nebulosa. Es que uno de los más esperados era una especie de salvataje para Pescarmona, porque se había hablado de un convenio para que se convirtiera en proveedor de las empresas que concretarán la construcción de las represas de Los Blancos, en Tunuyán. Lo que se le había adelantado a la multinacional mendocina es que se firmaría un convenio para participar como proveedora de equipos para Cartellone, concesionaria de la obra.

Pero lo cierto es que al salir del acto, el propio Enrique Pescarmona, confirmó que había sido citado pero que nadie le confirmó qué es lo que la Nación le dará para salvar el estado financiero de su empresa. Lo que sí ratificó Cristina sobre el escenario fue que se firmará el financiamiento por 964 millones de dólares para que las firmas que ganaron la licitación realicen la primera etapa de la megaobra que costará unos 1.574 millones de dólares. Lo cierto es que sobre la tarima estaban referentes de Cartellone quienes, asociados con el mendocino Omar Álvarez, concretarán la megaobra anhelada durante más de 20 años.

Paco intentó el acercamiento una y otra vez. Es más, durante su repaso por la situación de la provincia –el discurso fue una extracción de lo expresado el 1 de mayo en la Asamblea Legislativa– dijo dos veces que se siente orgulloso de formar parte del proyecto nacional. Sin embargo, la apatía de Cristina fue inocultable.

En off, algunos referentes del equipo de Pérez sostuvieron que durante la noche de este martes y por la mañana del miércoles, previos al acto en Maipú, Cristina estuvo reunida con Paco y con Bermejo. Les expresó su malestar por no haber alcanzado una fórmula de unidad y les pidó que mantengan la cohesión frente a una oposición que al menos en Mendoza, no muestra tantas fisuras.

 

Polémica

El espíritu de Alfredo Cornejo estuvo sobre el escenario. Francisco Pérez lo sacó una y otra vez durante su discurso. El gobernador culpó al radicalismo de haber cerrado la maternidad del Metraux, haciendo colapsar el hospital Diego Paroissien, durante sus anteriores gestiones. Pero además habló de los instigadores del “ajuste y el desánimo” al referirse a la oposición.

Mientras, los radicales denunciaban que el Gobierno les había dado el día libre a los estatales para que estuvieran en el acto de ayer. Incluso que se les habría ofrecido trasladarlos en colectivo gratis hasta el lugar. Lo único cierto es que la cantidad de unidades de micros que pudieron observarse sobre la  ruta 7 fue verdaderamente llamativa. Eran las unidades de los grupos concesionados, al menos 50, que habían llegado desde diferentes puntos de la Provincia para trasladar gente.

Sobre el asueto que denunciaron los radicales, desde el Gobierno salieron a negarlo por lo que no se pudo comprobar la veracidad. Pero lo cierto es que la interna se coló en el festejo peronista, como era de esperar.

 

La promesa

Cristina, que pasó la noche en Mendoza y mantuvo varios cónclaves políticos, regresó a la Capital en cuestión de horas. Según ella misma advirtió, no se iría sin una promesa, y cumplió. Esta recayó sobre los malargüinos porque aseguró que realizará gestiones para que ese departamento sureño, que a pesar de ser productor de gas no tiene redes ni la prestación del servicio en toda su extensión, pueda ingresar en algún programa para que puedan gozar del servicio en todo su territorio. Dijo que ella misma se encargará de que todos y cada uno de los “malargüeños" -así los nombró- puedan gozar de la prestación del servicio de gas.

Así el FpV mendocino tuvo su minuto de fama durante el multitudinario acto en Maipú y si bien los anuncios de Cristina fueron magros, sí quedó en claro que el fervor kirchnerista aún se mantiene o, al menos, está lejos de esfumarse por completo.

 

Cristina en Mendoza

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