La ruleta impositiva

La situación del casino del Hotel Intercontinental es una muestra de lo que ocurre con las casas de juego en Mendoza y el control del Estado sobre esta actividad.

Temporada: 1 Capítulo: 1

Provincial

Unidiversidad Noticias

Casino Cóndor

Señal U

Juan Stagnoli

Publicado el 13 DE JULIO DE 2016

El cierre del Casino Cóndor en la mañana de este martes 12 de julio fue sólo el fin de una serie de problemas que tuvieron en el centro de la escena al edificio ubicado en Guaymallén. Ya desde 2015 el casino tenía una deuda con el Estado que superaba los 112 millones de pesos, cifra que después de meses se mantuvo constante. La situación de los trabajadores y el recorrido del proyecto que comenzó con una gran ambición y que luego se vio teñido de estafas e irregularidades.

Anoche en Unidiversidad Noticias de Señal U estuvo la titular del Instituto de Juegos y Casinos, Josefina Canale, quien describió la situación de la casa de juegos del Intercontinental.

En agosto de 2010 se abrieron las puertas del Hotel Intercontinental y del casino Windland. La propuesta era ambiciosa: abrir un hotel de lujo y un casino frente al Mendoza Plaza Shopping. Los trabajos empezaron en el año 2000 y se demoraron una década, por lo que la necesidad de que funcionara era importante. Por el lugar pasaron muchas celebridades y políticos. El problema es que al poco tiempo de la apertura empezaron las dificultades.

El Hotel y el casino estaban dentro de una sociedad integrada por Zulu, cuyos accionistas son Zunilda Torres y Luis Olivares, y KLP, integrada por Grupo 5 y Promotora. El primero está formado por Roberto Garfunkel y Pablo Golzner, y el segundo, por un grupo de inversionistas rusos.

En 2013 se inició un conflicto por la caja del casino. En septiembre de ese año la Justicia intervino luego de que KLP denunciara a los responsables de Zulú por irregularidades, desvíos de fondos y hechos de fraude que fueron investigados. De esa manera, la sociedad integrada por Garfunkel corrió a Luis Olivares del control de la caja y de la recaudación total del Casino mediante la designación de un interventor judicial. En ese momento, el centro de entrenimiento cambió de nombre y pasó a llamarse Cóndor de los Andes. 

En este contexto, la Justicia también comenzó a investigar a la sociedad por lavado de dinero. En noviembre la disputa llegó a los empleados del hotel, que denunciaron que eran rehenes de la pelea entre los socios. Los trabajadores del casino criticaron el manoseo que recibían de las autoridades, el estrés que les ocasionaba la situación y la falta de respuestas ante su situación laboral generada por el atraso en el pago de los sueldos.

En octubre de 2014, el empresario Rafael Garfunkel renunció al cargo de director del hotel. Garfunkel estaba, al mismo tiempo, acusado de evasión de impuestos y tasas de juego, por lo cual pidió un refinanciamiento de la deuda que tenía. Sin embargo, los fondos que debían adjudicarse a la cancelación de dichos gravámenes se habrían desviado a otra sociedad vinculada, que también tendría conflictos impositivos: Grupo Cinco S.A.

En diciembre de ese año la sociedad entró en concurso de acreedores por 20 millones de pesos y se especuló con la quiebra por no poder cumplir con sus obligaciones. En ese momento, MDZ advirtió que había 250 puestos de trabajo en peligro y especificó que la empresa estaba incurriendo en delito, al fallar en el decreto 225/01 del IPJyC, que aclara en su artículo 5 que "están inhabilitadas para desempeñarse como operadores de los establecimientos de juego las personas sometidas a proceso judicial de concurso preventivo o quiebra".

A comienzos de 2015 la deuda con la provincia era de 34 millones de pesos en impuestos, a lo que se sumaba un pasivo estimado de $ 400 millones. Finalmente, con el cierre por 10 días para darle tiempo a la empresa de elaborar los informes, la firma tiene con el Estado provincial una deuda de 112 millones de pesos, además de las obligaciones que mantiene con los acreedores.
 

La situación de los trabajadores, en veremos

La presidenta de Juegos y Casinos de la provincia aseguró que luego del cierre, una de las preocupaciones era la situación de los 177 empleados de la institución. En este sentido, aseguró que el tema quedará en manos del subsecretario de Trabajo y Empleo, Alejandro Jofré. Sin embargo, desde la Subsecretaría afirmaron que aún no reciben noticias sobre el tema y que no hubo una presentación formal allí para poder avanzar en la discusión con los empleados. Anticiparon que en caso de que se produzca el cierre definitivo del casino, la solución será la reubicación del personal, aunque no especificaron dónde ni en qué condiciones.