El canon de belleza, un estereotipo para romper

¿Cómo se relaciona la juventud con la "belleza hegemónica"? La palabra de tres especialistas que analizan la evolución de la norma para considerar a alguien "bella" o "bello" y su relevancia en el modo en el que consideramos nuestros cuerpos.

El canon de belleza, un estereotipo para romper

Ilustración del artista Dani Soon

Sociedad

Unidiversidad

Juana Casá

Publicado el 04 DE NOVIEMBRE DE 2020

Si bien están teniendo lugar movimientos que buscan promover el amor propio, el mostrar cuerpos reales y distintos, el canon de belleza sigue teniendo una fuerte influencia en la sociedad del siglo XXI. Este canon se define como el prototipo que reúne las características de lo que una sociedad considera convencionalmente como bello, atractivo, perfecto, ya sea la figura humana o un objeto. Es la “belleza hegemónica”, que cambia a lo largo de la historia y varía dependiendo las distintas culturas.

Según la socióloga Emilce Vega Espinoza, cuando el canon cambia, “va cambiando la forma en la que las personas percibimos lo bello, es decir, nuestra percepción de qué es lindo, qué es feo, qué es estar bien, qué es estar mal. No estar bien desde lo sano, desde la salud, sino estar bien en función de ese parámetro que impone la sociedad”.

A través de Instagram, se sondeó a un grupo de jóvenes con el fin de conocer sus distintas experiencias con respecto al canon de belleza y cómo este influye en ellos/as.

El 64 % de las 337 personas sondeadas no sabía lo que es “el canon de belleza”, mientras que el 36 % sí. Además, luego de explicar la definición de este concepto, se preguntó qué tipo de experiencias habían tenido relacionadas con este canon. Dejamos a continuación algunas de las respuestas.

- “No sentirme linda por no encajar en ese estereotipo”.

- “El estereotipo de la mujer argentina es… si no sos flaca, no existís”.

- “Creo que es re explícito en todo, pero ejemplos muy gráficos son los que se dan en boliches. Tipo, si sos linda, pasás de toque, vienen y te regalan todo tipo de trago, pasas a VIP o gratis y, por ahí, hay otra piba esperando hace 2 horas y, como no es TAN el estereotipo, queda afuera”.

- “No encontrar ropa que me quede por estar 'panzón' y que te lo hagan notar”.

- “No sentirme cómoda con mi cuerpo por querer cumplir con esos cánones de belleza”.

 

- “Percepción distorsionada de mi físico porque todas en todos lados son flacas”.

- “Autoimposición de depilarse para no sentirse incómoda en reuniones sociales (incluso + cuando las juntadas son todas entre mujeres)”.

- “El concepto 'No llego al verano'".

- “No encontrar ropa 'moderna y linda' con talles más grandes”.

- “Si te seguís cortando el pelo, vas a parecer hombre”.

- “No sentirme linda por no encajar en ese estereotipo”.

- “¿Por qué no te cortás el pelo? Parecés una gitana”.

- “Estás flaca”. “Estás demasiado flaca”. “Engordaste, pero mantenete ahí, porque más ya es
mucho”. “Tenés raíces”. “Estás muy blanca”. “¿Siempre te salieron tanto granitos?”. “Cortate el
pelo, ya no se usa largo”.

- “¿Estás comiendo? Te ves desnutrida”. “Ahora que tenés más cuerpo, estás más linda”.

 

Según el psicólogo, Mauricio Girolamo, hay un “constante bombardeo de imágenes de alto contenido estético, donde la posición, la figura, el tamaño de los labios u otras partes del cuerpo empiezan a marcar un formato de altísima exigencia para lograr un estándar de delgadez extremo. Las imágenes empiezan a marcar una suerte de presión social, en la que también hay mucha pose, una foto muy guionada, que no es la vida común”.

Además, remarca que, sobre todo en nuestro país, hay mucha presión en lo estético: “Argentina es el segundo país en el mundo con mayor cantidad de trastornos en la conducta alimentaria. Por lo tanto, hay una cuestión estética muy fuerte, tanto sobre el hombre como sobre la mujer. Hay trastornos alimentarios predominantemente en la mujer, pero también en los hombres hay trastornos anoréxicos, bulímicos, trastorno por atracón, vigorexia y otros más”.

“Las redes sociales nos imponen a las mujeres y a los hombres una realidad ficticia, nos hacen creer que todas somos 90-60-90, que todas tenemos que ser así y responder a ese canon de belleza, lo que afianza un proceso o un estereotipo de hombres y mujeres que no son los reales. Creo que las redes sociales afianzan y también generan conflictos en cada uno de nosotros”, nos dijo la socióloga Vega Espinoza.

A su vez, le preguntamos a la psicóloga Verónica Griffo si consideraba que las mujeres en la actualidad son más independientes respecto del canon de belleza que antes. “Hay una gran evolución, la mujer ha logrado independizarse en muchos aspectos, pero respecto de la belleza, creo que no. Hoy hay aún más presión. Demasiados medios de comunicación, demasiadas publicidades, demasiada tecnología. Esto ayuda aún más a convertirnos en personas dependientes de un modelo establecido”, respondió Griffo.

 

Romper con la hegemonía

Mientras tanto, en las redes sociales están tomando fuerza distintos movimientos que buscan romper con este canon y promover el amor propio. Según Vega Espinoza, “todos los activismos, tanto en las redes sociales como en la realidad misma, están rompiendo con ese canon de belleza. Nos están llevando a aceptarnos tal como somos. Si bien hay un núcleo duro de personas que siguen pensando en estos estereotipos irreales de mujeres y hombres, estos activismos comienzan a ser parte de lo cotidiano”.

Celebrar la belleza no hegemónica, elemento necesario para aumentar el placer

Frente al ideario de belleza canónica que establece como norma la excepción y redunda en lugares comunes sobre partes del cuerpo asociadas a un imaginario de perfección, el narrador Andrés Neuman construyó en "Anatomía sensible" una celebración de los cuerpos reales, a partir de una treintena de textos vitales que activan los sentidos para reapropiarse de la materialidad humana, como disputa política pero también como indagación poética sobre todo aquello que puede decir nuestra corporalidad.

Agus Cabaleiro (@onlinemami_) es una de las encargadas en llevar esta bandera, hablando sobre el tema y siendo activista del movimiento body positive.  Hace algunos meses se hizo viral uno de sus videos, en el que les exigía a las marcas de moda que aplicaran en la práctica lo mismo que comunican en sus publicidades, poniéndole fin a su doble discurso. Además, sostiene que se necesita de las marcas para poder generar un cambio.

Foto: Instagram de Agus Cabaleiro

El reclamo por parte de Cabaleiro viene motivado porque algunas marcas en sus publicidades eligen a mujeres con cuerpos diversos para publicitar su producto o servicio, con el fin de mostrar los distintos cuerpos que existen, pero, en la práctica, hacen todo lo contrario.

Una de las marcas que hace algunos años viene lanzando publicidades con el objetivo de romper con el prototipo de belleza y darles lugar a mujeres comunes, buscando que usuarios y usuarias se sientan identificados/as con la publicidad, es Dove. El psicólogo Mauricio Girolamo consideró que su publicidad “logró un impacto muy bueno, muy positivo, porque la mayoría de las mujeres se sintieron identificadas con una mujer más común”. 

Foto: Instagram

Sin embargo, Emilce Vega Espinoza considera que las publicidades “promueven el amor propio y la igualdad y logran un efecto, pero es efímero, no perdura en el tiempo, lamentablemente”.  

“Creo que son los movimientos activistas, es decir, la posibilidad que tenemos todas las mujeres de aceptarnos y contagiar, por ejemplo, a otras mujeres o a los hombres, de igual manera. Eso es, creo, lo que mayor fuerza tiene, lo que va a venir a cambiar ese parámetro desde nuestra cabeza. Es decir, no solo pensarlo, sino también hacerlo y, en ese hacerlo, que sea representativo para la sociedad”, agregó.

“Si bien en el inicio de la adolescencia hay un momento de inseguridad, creo que luego las mujeres han logrado ser más independientes en relación con las exigencias del entorno. Son más seguras, saben que pueden ser distintas, que no todo depende de ser parecidas a una modelo. Así lo veo y creo que, en ese sentido, si bien siguen existiendo los trastornos en relación con el físico, es decir, los trastornos de ser más flaca o de adelgazar a cualquier precio, han disminuido. Existen, pero han disminuido. También, eso ha favorecido que los adultos hayan entendido las exigencias en relación con ese tema: ya no quieren la hija perfecta, la hija bella, sino que apuntan a otros valores. En ese sentido, diría yo que está cambiando y ayuda a las mujeres a ser más independientes”, nos dijo la psicóloga Mónica Escobar.

Foto: Instagram de Celeste Barber

Sin embargo, Mauricio Girolamo considera que, en la actualidad, la mujer sigue siendo “victima de toda una manipulación relacionada con la estética. Se persigue fuertemente la imagen. En el colegio secundario, más del 60 % de las chicas ya empiezan a hacer alguna dieta, lo que es bastante llamativo y para nada normal”. Además, remarca que es algo de nuestro país, ya que en otros países, la situación es diferente.  

Como menciona en su post Agustina Cabaleiro, la sociedad argentina necesita que sus marcas no solo difundan publicidades que muestren diversos tipos de personas con sus respectivos cuerpos sino que también en sus locales estas personas se sientan a gusto, evitándoles un mal momento. En síntesis, que lo que se comunique se aplique correctamente en la práctica, así las personas dejan de sentir esa presión estética que mencionó el psicólogo Girolamo, quitándole el papel que tiene la imagen como representante de la persona.   

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