El gobierno de Sri Lanka le atribuyó el ataque a las iglesias católicas a un grupo yihadista local. Las autoridades creen que los terroristas contaron con la ayuda de una red internacional para perpetrar los atentados que causaron 290 muertos y 500 heridos.

El portavoz del gobierno, Rajitha Senaratn, afirmó que un movimiento islamista local, llamado National Thowheeth Jama'ath (NTJ), está detrás de los atentados del domingo de Pascuas del 21 de abril. Además, están investigando los vínculos que la organización tiene con grupos extranjeros.

La policía había alertado hace 10 días que el movimiento estaba planeando ataques contra iglesias y la embajada india en Colombo. El grupo, del que se conocen pocos elementos, se dio a conocer el año pasado en relación con actos de vandalismo cometidos contra estatuas budistas.

El primer ministro de Sri Lanka, Ranil Wickremesinghe, explicó que las fuerzas de seguridad detuvieron a 24 personas y que los autores de parte de las explosiones fueron terroristas suicidas del mismo grupo terrorista. El mandatario también alertó de que los servicios de seguridad del país no descartan la posibilidad de nuevos atentados. El domingo por la noche, los militares despejaron una zona del aeropuerto de Colombo y desactivaron una bomba de fabricación casera.

Según informaron, la mayoría de los fallecidos son ciudadanos de Sri Lanka, incluidos decenas de cristianos que se encontraban en las tres iglesias cristianas, dos católicas y una evangélica, donde estallaron las bombas. Según el ministerio de Exteriores del país, 36 de las víctimas mortales son extranjeros.

El Papa Francisco, por su parte, condenó los ataques y los definió como "actos injustificables e inhumanos de terrorismo" y agregó: "Pido a todo el mundo que no dude en ofrecer toda la ayuda necesaria a esta querida nación. Espero que todo el mundo condene estos atentados".