Luego de conseguir aprobar en el Congreso todo el paquete de medidas económicas que impulsó, el oficialismo convocó este jueves a una conferencia de prensa en la que se hicieron anuncios de cara al futuro. En ella participaron el jefe de Gabinete, Marcos Peña; el presidente del Banco Central, Federico Sturzenegger; y los ministros de Hacienda y de Finanzas, Nicolás Dujovne y Luis Caputo. La principal novedad fue que se moderaron los objetivos para bajar la inflación a partir de 2018 y hasta 2020.

En primer lugar, se modificó el rango del 8 al 12 % que se había establecido para el año que viene y se reemplazó por una meta del 15 %. La inflación buscada para 2019 tendrá un techo del 10 %, contra el que se había anunciado, de entre el 3,5 y el 6,5 %. El ideal del 5 % fue postergado hasta el 2020.

"El motivo del cambio obedece a que, habiendo transcurrido dos años desde el anuncio de las metas anteriores […], hoy tenemos una visibilidad mucho más clara de dónde están los precios, cuál es nuestra política fiscal y monetaria, y entonces nos sentimos mucho más seguros en términos de las metas de inflación a las que podemos comprometernos", justificó el anuncio el ministro Dujovne.

Por otra parte, el jefe de Gabinete apuntó en su discurso a las políticas heredadas del gobierno anterior: "Es un desafío salir del populismo económico", manifestó Peña, al tiempo que afirmó que, con las variables como estaban, el país iba hacia “otra crisis”. "La economía volvió a crecer luego de un año de recesión. Y crece en forma sustentable, lo que nos permite pensar en un sendero para el año próximo. Teníamos también un gran desafío en materia fiscal. La Argentina necesitaba encontrar un consenso básico porque no podemos vivir en déficit", amplió quien es la mano derecha del presidente Macri.

Cabe destacar que el objetivo trazado en septiembre de 2016 de llegar a una tasa de inflación entre el 12 y el 17 % para este año no fue cumplido. Se estima que el porcentaje final alcanzado ronda el 25 %.

Otro punto de la conferencia de prensa fue que el Banco Central aportará cada vez menos al Tesoro. Serán $ 140 000 millones en 2018, $ 70 000 millones en 2019 y a partir de 2020 “se normalizará a niveles de señoreaje”, detalló Luis Caputo. Sturzenegger explicó que “el Banco Central, para poder cumplir con sus metas, necesita de la ayuda del Ejecutivo, y es que no le pida plata”.