El hechizo de Drexler

El artista pasó por Mendoza y la embebió de su exquisito y delicioso brebaje sonoro de la mano de su último material discográfico “Salvavidas de hielo”.

El hechizo de Drexler

Foto Victoria Gaitán / Unidiversidad

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Priscila Jardel Castello

Publicado el 08 DE JUNIO DE 2018

Más de 1800 personas compartieron un momento único en el Ángel Bustelo para disfrutar una vez más de Jorge Drexler, un artista que transmite en sus canciones, en sus letras y en cada uno de sus acordes un claro reflejo de su persona: sencillez, humildad…

“Salvavidas de hielo” está compuesto por 11 temas, fue grabado entre la Ciudad de México y Madrid. En el disco, el “hechicero del público” ha vuelto a demostrar una constante búsqueda de originalidad a la hora de crear y grabar música. En Mendoza pudo verse reflejado ese trabajo incansable del artista.

“Quiero destacar especialmente el significado que tiene para mí que hayan llenado una sala de estas dimensiones, yo nunca había visto una cosa así. Porque hoy en día, tal como está la cosa en la Argentina, comprar una entrada es un acto de amor del más alto nivel, muchas gracias. Espero que tomen el concierto como un acto de amor también, porque la verdad que me encantaría retribuir esa alegría y esa generosidad que han tenido conmigo. ¡Gracias Mendoza!”, dijo Drexler.

Drexler tiene ese encanto uruguayo del que nadie puede escapar, envuelve al público en un halo de paz inigualable. Eligió empezar con “Movimiento”, tema de su último material discográfico, siguió con “Río abajo” del disco Fronteras y luego continuó con “Abracadabras”, canción que en el disco interpreta con Julieta Venegas y que habla del acto de escribir canciones. “Componer es básicamente esperar infructuosamente hasta que algo cae en la red”, dijo Drexler y presentó al bajista Martín Leiton.

El charrúa es un artista con un humor inteligente y escurridizo, y con los años va aumentando ese diálogo lúdico con sus seguidores. Este poeta que hace sentir, soñar, pensar y sonreír, logró que el público se animara a bailar, pedir temas y hasta entregarle regalos.

Una de las canciones más esperadas y que más sensaciones generó -gracias al acompañamiento de la iluminación y del público- fue “12 segundos de oscuridad”.

“Su nombre está basado en el intervalo entre dos luces del faro del Cabo Polonio, y hace mucho tiempo que no toco este tema. Vamos a viajar a este lugar que tiene el único faro que conozco y que no solo guía a los navegantes, sino también a los caminantes, cuando uno vuelve de noche a su rancho, espera que la luz del faro pase rasante, haga un barrido del suelo y uno tiene una especie de mapa, de radar sobre el suelo, y uno tiene que esperar con paciencia, 12 segundos en la oscuridad, hasta que vuelva la siguiente luz. Ese era mi estado anímico en la vida en ese momento, de espera a la siguiente luz”, contó.

Drexler está más comunicativo que de costumbre. Aclaró al público mendocino que: “El concierto carece de cualquier tipo de coherencia anímica, no está armando lógicamente: todas las canciones que son un bajón juntas, todas las que son de festejo en otro, más bien pareciéndose un poco a la vida misma, ustedes van a  ver el péndulo anímico oscilar de una lado hacia otro”. Y es así que a continuación presentó “Estalactitas”, canción que celebra el descubrimiento del cuerpo ajeno a través del cuerpo ajeno. “Digamos que es información muy útil que lo acompaña a uno después toda la vida”, agregó bromeando.

En este ir y venir de estado, con un Drexler utilizando toda su alquimia para mantener al público a flor de piel, presentó “Universos Paralelos”, luego siguió con otra canción de Salvavidas de Hielo, “Despedir a los glaciares”. Es una canción que entró en el disco al final de la grabación, ya que es un tema que está en un tono grave y más dramático de lo que el artista está acostumbrado.

“Desde que entraron al Bustelo se dieron cuenta de que el escenario tiene un gran círculo, atravesado por 6 líneas horizontales, quiero que se imaginen que es la gigantesca boca de una enorme guitarra, eso que ven es el cielo, y esto es el interior de la guitarra, a dentro de la cual estamos nosotros y 1800 mendocinos, nunca había tenido tantos a dentro de una guitarra. Estamos desconectados del exterior, refugiándonos, desde que entraron aquí hay un pacto entre ustedes y nosotros de postergar la realidad, el disco fue hecho todo con guitarras, es un poco sentir esa sensación, estamos aislados de las influencias del exterior”, expresó.

El artista hizo un recorrido por varios de sus discos e interpretó versiones de canciones que hace mucho no sanaban en su boca. Llegan así “Asilo” (en el disco la interpreta junto a Mon Laferte), “Salvavidas de hielo”, canción que le da nombre al disco y que acompaña Natalia Lafourcade en su versión de estudio, “Milonga del moro judío” y “Pongamos que hablo de Martínez”.

Además le dio el gusto al público y tocó temas que no estaban en el repertorio como “Noctilucas” y “Al otro lado del río, en donde hizo un ‘parate’ y habló de la gran Mercedes Sosa. Además homenajeó a Alfredo Zitarrosa, el maestro uruguayo, con la canción “Alto el fuego”, que pertenece al disco Frontera. “Nunca había tocado la versión original, porque cuando la grabé, tuve el gran honor de que las guitarras fueran interpretadas por el último cuarteto que tuvo Zitarrosa en vida, así que esta zamba va a sonar también mucho a las guitarras cuyanas, hoy puedo hacerlo porque cuento con el acompañamiento de Martín Leiton y Javier Caletti”, expresó el artista.

 Para darle el paso al final de la noche el músico dio lugar al baile y la celebración, y es así que interpretó “Bailar en la cueva”, “Amar la trama”, su hit más conocido “Me haces bien”, jugó con el público con su tema “Silencio” y se despidió para luego volver con “Telefonía”,su maravillosa “Luna de Rasqui”. Y cuando sí se creía que cerraba la noche volvió para despedirse con “Quimera”, canción que interpretó casi a capella, acompañado de los chasquidos de 1800 personas.

Este artista único y ‘humano’, que además es médico, al final de su recital levantó el pañuelo verde del aborto legal, mostrándose a favor de la legalización de la interrupción voluntaria del embarazo, diciéndole si a la vida y mostrándose en contra de los abortos clandestinos. Una vez más dejó a Mendoza boquiabierta, enamorada y a la espera de volver a ser hechizada.

 

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