El papa Francisco busca llevar un mensaje de paz y esperanza a África durante el viaje que emprenderá mañana, 25 de noviembre, a Kenya, Uganda y República Centroafricana (RCA). Esta visita será la más complicada ante el nivel de alerta por posibles atentados.

Kenya y Uganda, que suministran un contingente militar a la Amisom (fuerza de la Unión Africana en Somalia), son blanco privilegiado de los islamistas somalíes Al-Shabaab, aliados de Al Qaeda. Por eso, los gobiernos de ambos países anunciaron el despliegue de unos 10 mil policías en Nairobi y Kampala, las dos capitales donde el Papa celebrará sendas misas gigantes al aire libre.

La ONU anunció que 300 cascos azules basados en Costa de Marfil serán enviados a República Centroafricana, como apoyo a los 12 mil integrantes de la Minusca (misión de la ONU en República Centroafricana), encargada de la seguridad de la visita papal.

En Bangui el Papa debe realizar una visita de 24 horas que podría suspenderse según las circunstancias, ya que la seguridad sigue siendo muy precaria.

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