“El tiempo no pasó para Carlos Rico”

Esa fue la frase que reiteró en varias ocasiones el fiscal Dante Vega en una nueva jornada del VI Juicio por crímenes de lesa humanidad. Las acusaciones que pesan sobre el exoficial de Infantería.

"El tiempo no pasó para Carlos Rico"

En el medio, Carlos Rico, en el banquillo de los acusados, durante una de las jornadas del VI Juicio. Foto: Archivo / Axel Lloret.

Derechos Humanos

VI Juicio Mendoza

Unidiversidad

Milagros Martín Varela

Publicado el 27 DE ABRIL DE 2018

La jornada del VI Juicio por crímenes de lesa humanidad que se desarrolló en los juzgados de Tribunales Federales durante la mañana de este viernes -27 de abril- se enfocó de lleno en el exoficial Comando e instructor del Grupo Especial de Seguridad Carlos Rico, quien además fue subsecretario de Seguridad del exgobernador Celso Jaque. Se lo señala, entre otros delitos, como el responsable del megaoperativo denominado “Rabanal” en febrero de 1976, en el que se secuestró a 15 personas, tres menores entre ellas.

El fiscal Dante Vega, representante en la querella por el Ministerio Público Fiscal (MPF), se refirió -en los alegatos- no sólo a que Rico fue partícipe primario en la organización y ejecución de varias “desapariciones forzadas” y secuestros protagonizados por Gendarmería, sino por ser el organizador de lo que en aquel entonces llamaban “grupos de tareas”. Por este motivo, el letrado lo acusó de jefe de asociación ilícita y por más de una decena de torturas y privaciones de la libertad.

Entre las víctimas de los crímenes cometidos por Rico, se encuentran Fernando Rule y Silvia Hunau, ambos estuvieron presentes en Tribunales Federales hoy, de cara a su represor: “La figura de Carlos Rico es fundamental en este juicio, porque al ser tan joven era un especialista. Hay más elementos que se han desarrollado durante estos juicios, como la pertenencia de él al Centro de Instrucción Contra Subversivos”, explicó Rule. “Era ‘el elegido’, si bien no era el jefe, y él dice que era un tercer escalón, en realidad ocupaba un segundo escalón porque era un especialista en tareas de inteligencia, en tareas de interrogatorio”, agregó.

“Él armaba un grupo de combate para que llevaran a prisioneros maniatados, encapuchados, semidesnudos y que era casi imposible mantenerse en pie. Este ‘grupo de combate’ es un eufemismo para decir grupo de tareas, grupo de torturadores, patota secuestradora. Y Rico es una pieza fundamental. Hay mucha documentación sobre la impunidad con la que trabajaba”, cerró Rule.

Por su parte, Silvia Hunau contó a Unidiversidad que fue detenida en febrero 1976 junto a su hijo, en un operativo en el que participó Rico. Permaneció detenida durante siete años, fue torturada, perdió un hijo por las torturas y también aseguró haber sido violada en ese tiempo. Comentó que en la época en la que se desarrolló el megaoperativo Rabanal, en febrero de 1976, Rico pidió una licencia, pero cometió el error de -en el transcurso de esa licencia- sancionar a un subalterno de él. Por lo tanto, quedó en evidencia que aún estando de licencia, seguía trabajando.

Una de las causas que quedó pendiente de alegatos hoy es el del centro clandestino de Las Lajas. “Es un campo de la aeronáutica en el que nosotros suponemos que hay compañeros enterrados, porque hay testimonios de vecinos que los vieron cómo llegaban en los aviones. La IV Brigada Aérea tuvo una enorme participación, como todas las fuerzas, por lo tanto queremos llegar también -no sólo al D2- sino a demostrar que Las Lajas fue un campo de concentración y que hay compañeros ahí”, finalizó Hunau.

Las causas del D2 y de Las Lajas se tratarán en los próximos debates orales. Por lo pronto, uno de los abogados querellantes por el Movimiento Ecuménico por los Derechos Humanos (MEDH), Pablo Salinas, adelantó que la pena que pedirán para Rico tanto el MPF como el MEDH será grave. Rico permanece en prisión.

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