El Centro de Jubilados y Pensionados de la UNCUYO “Dr. Edmundo Correas” celebra los 45 años de su nacimiento. Recordemos que en un escenario de turbulencia sociopolítica nacional, un grupo de jubilados universitarios, con anhelos esperanzadores, realizó la primera Asamblea General Ordinaria aquel 27 de agosto de 1975, dándole existencia al centro y proclamando que en esa fecha se celebre, además, el Día del Jubilado Universitario.

Cada aniversario nos conduce al origen de nuestra institución, por eso evocamos las palabras de la Prof. Susana Bigás quien dijo: “Quisimos llenar el vacío producido por el cese del ritmo de las actividades laborales, realizando sueños postergados. Éramos jubilados, sí, pero formados con relevantes valores, en una casa de altos estudios. Y al igual que una rueda desprendida de un vehículo en marcha, avanzamos hacia nuevos objetivos, actuando con la excelencia heredada de la UNCUYO”.

Desde esa fecha, los socios de CEJUPEN encontramos en nuestra sede un espacio para seguir activos y un nuevo lugar de pertenencia, que ofrece actividades asociativas (socioculturales y recreativas) en las que prima el sentido del humor, el poder rejuvenecedor de la amistad y donde se genera un proceso de continuo de crecimiento emocional, psicológico e intelectual.

El centro abre sus puertas a los adultos mayores en general, a los que decidimos no poner freno a la vida, a los que luego de la jubilación, desacelerando un poco, deseamos vivir actualizados, porque tenemos intacta la capacidad creativa, de aprendizaje y perfeccionamiento. Comprendemos que al progresar, continuamos nuestro desarrollo en sociedad.

A pesar del aislamiento que nos impone la pandemia de COVID-19 y que deja heridas amargas en nuestras vidas, agradecemos la actualización tecnológica recibida en CEJUPEN, que permite acercarnos a familiares y amigos/as a través de las redes, y por voluntad de los docentes, nuestros alumnos/as prosiguen con cursos virtuales. Además, el joven personal administrativo y los/as psicólogos/as que trabajan para nuestra entidad nos contienen y motivan con charlas positivas, para que nuestras energías se canalicen hacia ese arco iris que aparecerá luego de esta tormenta.

Estamos felices porque nuestra asociación transita con optimismo un nuevo desafío. Los invitamos a brindar por CEJUPEN porque luego de 45 años continúa siendo uno de los mejores antídotos contra la depresión. Sus estudiantes saben que el nuevo reto del siglo XXI es aprender a envejecer activamente, con el sano egoísmo de “YO S.A.”. Y mientras levantamos virtualmente nuestras copas, Mario Benedetti nos dice: “Aún hay fuego en tu alma, aún hay vida en tus sueños, porque cada día es un comienzo nuevo, esta es la hora y el mejor momento”.

La familia CEJUPEN, su comisión directiva, sus docentes, su contadora y sus administrativos agradecen a quienes comparten el objetivo de brindar una mejor calidad de vida al/la adulto/a mayor, confiando en los 45 años de trayectoria y testimoniando nuestra fidelidad al lema del escudo de la UNCUYO: “En el aletear del espíritu habita la vida”.