Epilepsia: una enfermedad difícil de diagnosticar

Del 9 al 13 de septiembre, se desarrolla la Semana de la Epilepsia en nuestro país. Los médicos indican que aún existe cierto “misticismo en la sociedad”.

Epilepsia: una enfermedad difícil de diagnosticar

Foto: Sinfasalud

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Publicado el 09 DE SEPTIEMBRE DE 2019

La epilepsia es una enfermedad del sistema nervioso que puede afectar a todas las edades. Según la Liga Argentina Contra la Epilepsia (LACE), este tipo de crisis ocurren cuando el sistema eléctrico del cerebro deja de funcionar correctamente por un breve período de tiempo. Por ello, del 9 al 13 de septiembre se desarrolla en nuestro país la Semana de la Epilepsia, con la finalidad de concientizar sobre este padecimiento.

Se considera que 1 de cada 100 habitantes poseen esta enfermedad, y puede afectar a cualquier persona, ya que aparece a cualquier edad, sin distinción de sexo, raza, o clase social. Si bien las causas pueden variar según el tipo de epilepsia, en muchos casos es el resultado de anomalías congénitas, infartos cerebrales, infecciones, tumores, enfermedades degenerativas o lesiones.   

La epilepsia, una patología en permanente evolución

Por primera vez se realizará en Mendoza la "Semana Nacional de la Epilepsia", organizada por la Sociedad Neurológica Argentina, la Liga Argentina contra la Epilepsia y la Sociedad Argentina de Neurología Infantil. Desde el sábado 9 al viernes 15 de septiembre se ofrecerán actividades en diferentes centros dirigidas a docentes, familiares y pacientes con epilepsia.

“La aceptación del paciente y de su entorno muchas veces no es algo sencillo. Esto se debe al misticismo que aún rodea a la enfermedad y al hecho de pensar, hasta incluso en nuestros días”, expresó Damián Consalvo, médico neurólogo y Presidente de la Liga Argentina Contra la Epilepsia.

En líneas generales, las crisis aparecen de forma súbita e inesperada, y duran entre algunos segundos y minutos. Algunas crisis epilépticas son generalizadas, es decir, se originan en algún punto del cerebro y rápidamente involucran a otras regiones distribuidas en forma bilateral, y otras, son crisis parciales, donde la descarga comienza en una zona que se propaga por el resto de la corteza. De allí, la necesidad de su rápida detección y tratamiento.

“Con relación al tratamiento, siempre inicialmente el paciente recibirá alguna medicación para lograr el control de los ataques. La elección del fármaco debe hacerse en acuerdo entre el médico y el paciente, teniendo en cuenta los riesgos y beneficios de cada opción y en función de las características de los episodios”, indicó Consalvo. 

Además de la toma correcta de la medicación, es fundamental que el paciente respete las horas de sueño adecuadas y reduzca las situaciones de estrés. “La mayor parte de los pacientes (alrededor de un 65-70%) pueden desarrollar sus actividades en forma normal, sin que les genere alteraciones en la calidad de vida”, detalló el médico neurólogo. 

Mendoza ya puede detectar y tratar enfermedades neuronales

Casos de epilepsia, párkinson, trastornos severos de sueño y varios tipos de demencia pueden ser detectados precozmente y tratados por primera vez en Mendoza. Esto es posible luego de que la Fundación Escuela Medicina Nuclear (Fuesmen) incorporara el primer sistema en la Argentina de diagnóstico por imágenes de alta tecnología, integrado por un resonador magnético nuclear de 3 Tesla y un tomógrafo por emisión de positrones.

¿Qué hacer frente a una crisis?

Desde la Liga Argentina Contra la Epilepsia indican que, ante una crisis epiléptica se deben seguir las siguientes recomendaciones:

  • Mantenga la calma.

  • No trate de contener a la persona o sus movimientos.

  • De ser posible tome el tiempo de la convulsión.

  • Desaloje el área de objetos duros o peligrosos para evitar que la persona se golpee o dañe.

  • Aflójele la ropa que lleve alrededor del cuello y la cabeza.

  • Ponga a la persona de costado para facilitar la respiración y mantener las vías aéreas libres y que la saliva caiga de su boca.

  • No trate de forzarle para abrir la boca, ni ponga ningún objeto duro, ya que podría ahogarse o hacerse daño.

  • Permanezca con la persona hasta que la crisis haya terminado naturalmente, asegurándose de que vuelva la conciencia. Muéstrese amigable.

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