Aulas industrializadas para cumplir con la obligatoriedad

En escuelas de Mendoza se instalan 70 aulas portantes, que se montan en 48 horas. La mayoría está destinada a las salas de 4 años. Aquí las razones para apelar a esta tecnología alternativa.

Aulas industrializadas para cumplir con la obligatoriedad

Especiales

Verónica Gordillo - Foto: Axel Lloret

Publicado el 02 DE MARZO DE 2015


“Las políticas educativas tienen un ritmo que la ejecución de obras, a veces, no puede acompañar”. Las palabras del subsecretario de Infraestructura Educativa, Hugo Luis Quiroga, explican el impulso que el Ejecutivo ha dado a la colocación de aulas industrializadas, que se instalan en 48 horas y que le permitirán cumplir con la ampliación de la educación obligatoria a 14 años.

Un grupo de niñas y niños que iniciará las clases hoy, lo hará en algunas de las 70 aulas portantes que se terminarán de instalar en marzo en escuelas de distintos departamentos, la mayoría de las cuales está destinada a las salas de 4 años y que demandaron una inversión de 22 millones de pesos. 

Los alumnos inician hoy el ciclo lectivo 2015, sin demoras respecto del calendario oficial. Esto se concretó porque los docentes reunidos en plenario en San Martín aceptaron el viernes la propuesta de mejora salarial que les ofreció el gobierno en paritarias. 

Quiroga tiene unos días ajetreados, tanto los previos como los posteriores al inicio de clases, como los deben haber tenido todos los profesionales que pasaron por su puesto. Es una crónica anunciada: los chicos y chicas vuelven a las aulas y algunos se hacen escuchar porque los establecimientos no están en las condiciones que deberían. 

El subsecretario fue cauto. Planteó que estaría mintiendo si dijera que los 1400 edificios escolares que tiene la Provincia estarían listos hoy al 100 por ciento, pero recalcó que el porcentaje con problemas sería ínfimo y que, como en los últimos tres años, no superaría el 2 por ciento del total.





El titular de la Subsecretaría de Infraestructura Educativa, dependiente del Ministerio de Infraestructura, se apuró a derribar lo que definió como un mito: la creencia de que, si el día de fin de las clases comenzaran las obras, entonces todas las escuelas estarían en condiciones para iniciar el ciclo lectivo. Dijo que técnica y humanamente eso era imposible por un cúmulo de factores: llegado el momento, los directivos y el personal están de vacaciones, las empresas disminuyen la cantidad de obreros, no existen tantas firmas para ingresar todas juntas a los establecimientos y el proceso de las licitaciones es lento.

Quiroga detalló la cantidad de escuelas en las que hicieron y se hacen obras en un universo de 1400 establecimientos, en los que funcionan 2000 instituciones, ya que muchas comparten edificios. De ese total, los directivos de 400 colegios recibieron de la Nación 80 mil pesos cada uno, con los que realizaron obras varias, como cloacas, electricidad, agua y ampliación de algún sector. A eso se suman 160 edificios en los que se realizan trabajos de mayor envergadura y 33 obras nuevas, entre las que hay ampliaciones y 13 edificios nuevos.

Las obras se financian con fondos provinciales y para este año se presupuestaron unos 49 millones de pesos, aunque la pauta de gastos aún no fue tratada. A esto se suman los fondos nacionales, entre los que se cuentan los que entregarán a las escuelas para obras (en total, unos 42 millones de pesos, de los cuales ya llegaron 32), más la inversión en los grandes proyectos, incluidos los nuevos establecimientos.

Muchos de los trabajos que se realizaron para que los chicos y chicas comenzaran hoy las clases los hicieron los obreros de la cuadrilla que depende de la Subsecretaría, en la que además se desempeñan 70 inspectores, que son los que hacen los relevamientos de necesidades y controlan las obras.






Aulas industrializadas

Quiroga aseguró que la ampliación de la educación obligatoria a 14 años significó un avance significativo en cuanto a derechos. Sin embargo, explicó que las obras no siempre podían ir al ritmo de las decisiones políticas, no sólo por el tema presupuestario sino también por los tiempos.

La obligatoriedad de la escuela secundaria primero y, a partir de enero de este año, la aprobación de la modificación de la Ley Nacional de Educación, que incorporó en forma obligatoria las salas de 4 años, generó una necesidad de espacios físicos a un ritmo imposible de cumplir.

Quiroga explicó que, frente a esta necesidad, el gobierno provincial impulsó desde el año pasado la colocación de aulas industrializadas, llamadas portantes. Estas –dijo brindan una respuesta rápida a la necesidad de espacio físico, ya que se construyen en un taller y luego se montan en 48 horas.

El subsecretario defendió las bondades de estas aulas. Dijo que eran de primera calidad, que se construían sobre una estructura metálica con paneles termoacústicos, con material incombustible, que estaban equipadas con carpintería metálica, iluminación y sistema de aire frío-calor. Además, las que estaban destinadas para las salas de 4 años tenían incorporados los baños.

Quiroga recalcó que este sistema constructivo era el mismo con que contaba el nuevo edificio del Poder Judicial de San Martín. Destacó que los técnicos, como él, comprendían las diferencias que había entre esto y el viejo módulo de aula, que cumplió un ciclo, e incluso entre estos nuevos sistemas constructivos y el tradicional.

El funcionario reconoció que a los directivos les costó dejar de lado sus miedos, pero que, cuando instalaron las aulas portantes, quedaron conformes. Ya se instalaron 20 en escuelas primarias, muchas de las cuales están destinadas a las salas de 4 años.

A estas 20 –comentó se suman 50 más: 35 para salas de 4 años y 15 más que se destinaron a escuelas que necesitan en forma inmediata un espacio para diversas actividades: aulas, talleres, la radio escolar.


Menos tiempo para lo pedagógico

Una de las escuelas donde se instaló en 2014 un aula industrializada para la sala de 4 fue la 1-603 Jorge Newbery, de Las Heras. Su directora, Sandra Torres, explicó que funcionó bien, que tenía aire acondicionado, que era cómoda, aunque el único problema era que no tenían la conexión de cloacas y agua, por lo que los pequeños debían ir a los baños ubicados en el jardín.

La escuela también fue uno de los 400 establecimientos que recibió los 80 mil pesos de Nación para mejoras de infraestructura. La directora –junto a los técnicos de la Subsecretaría– decidieron invertir el dinero en la red de agua, de cloacas y en el cambio del portón y de algunos cierres perimetrales.

La docente consideró positivo que les entregaran fondos para mejorar los establecimientos. La única objeción que puso fue que estas tareas administrativas le insumían mucho tiempo, lo que le quitaba muchas horas para atender a su verdadera labor: la pedagógica.


Fuente: Edición UNCUYO

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