Furor por Chernobyl: una explosión, miles de liquidadores y varias dudas

Todo lo que queremos saber sobre el mayor accidente nuclear de la historia.

Furor por Chernobyl: una explosión, miles de liquidadores y varias dudas

La serie de la cadena HBO sorprendió a todos los seriefilos.

Sociedad

Unidiversidad

Laura Zulián

Publicado el 07 DE JUNIO DE 2019

Bastaron sólo un par de capítulos para que se convirtiera en furor. La serie Chernobyl, de la cadena HBO, logró captar la atención de millones de espectadores, a lo largo y ancho de todo el mundo, sobre el mayor accidente nuclear de la historia, narrado de una manera como nunca antes, ni siquiera cuando se cumplieron las tres décadas del fatal suceso.

La miniserie, de sólo cinco capítulos, cuya última emisión es este viernes a las 21 para Latinoamérica, alcanzó la mejor valoración de la historia en IMDb (Internet Movie Database, la base de contenidos audiovisuales más grande), poniéndose por encima, incluso, de otros fenómenos de HBO, como Game of Thrones.

Además de la espectacular calidad con la que está realizada en todos sus aspectos, la serie hipnotiza espectadores alrededor del misterio que supuso lo que pasó en realidad en Chernobyl y las consecuencias que las altísimas dosis de radiación despedidas tuvieron para las personas.

Unidiversidad habló con Enrique Miranda, doctor en Física, investigador del Conicet y profesor en la Facultad de Ciencias Exactas de la UNCUYO, para tratar de entender desde la óptica de un especialista por qué lo que sucede alrededor de la energía nuclear, y en particular con esta serie, genera tanta polémica. “Estoy sorprendido por el poder de la televisión”, confiesa el especialista.

“La causa del accidente fue humana esencialmente, con un condimento político”, explica Miranda quien, para entender lo que pasó, pone un ejemplo por todos conocidos: el Titanic tampoco se podía hundir, y se hundió.

“Hay dos cosas que son las que me han resultado más antipáticas de todo esto, una es que uno aprende que no existe nada infalible, el Titanic no se podía hundir, los reactores atómicos no podían explotar, pero el Titanic se hundió y el reactor explotó, todo puede fallar. También me molestó profundamente cómo se encubrió, nunca se hizo un seguimiento cuidadoso de cuál era la sobrevivencia de los liquidadores, no hay números fidedignos, no hay un estudio oficial  del gobierno de lo que sucedió”, comenta el investigador.

Las consecuencias reales del accidente de Chernobyl son una de las dudas más profundas que hasta hoy no tienen respuestas. “También hubo una decisión muy política de IAEA -el Organismo Internacional de Energía Atómica que depende de Naciones Unidas-, quienes, de alguna manera también con las autoridades soviéticas, tomaron la decisión de minimizar las consecuencias. Eso me ha molestado muchísimo porque uno se da cuenta de que idealiza mucho las instituciones”, agrega Miranda.

Oficialmente, el número de personas que murieron como consecuencia directa del accidente es de 31 muertos. Para el investigador, esa cifra no es real. “Es mentira, es una mentira flagrante. Esos fueron los que murieron en las primeras semanas, por contacto directo con la radiación, los bomberos, los que estaban ahí cuando explotó, pero la pregunta grande que nadie la quiere o la sabe contestar es cuántos muertos se produjeron después. Eso de los 31 muertos es un número absolutamente político y es falso, hay que leer a los periodistas de ese momento, la cantidad de personas que reportan enfermas. Es un insulto que te digan eso. No tenemos un número confiable para decir cuánta gente murió”, sentencia Miranda.

Chernobyl: qué pasó y cómo sucedió el accidente

Un especialista explicó cómo fueron los hechos que llevaron a que ocurriera el desastre nuclear y cómo fueron resolviéndose, aunque nadie sabía a ciencia cierta qué hacer.

La serie tiene como protagonista al científico Valery Legasov, quien asesoró sobre qué hacer luego del accidente. Miranda recuerda cuando a Legasov lo llamaron a declarar a la IAEA y dijo que estimaban que habría unos 40.000 casos de cáncer por la radiación. “Pero la gente del IAEA le sacó un cero y quedó que era 4.000, pero es un número absolutamente político, hasta el día de hoy no se puede saber cuántos fueron”, afirma el investigador local.

Las dudas alrededor de la energía nuclear

La energía nuclear está rodeada de cierta mala fama, alrededor de ella se genera un manto de duda sobre su seguridad y sobre la contaminación que puede generar. Al respecto, Enrique Miranda explica a Unidiversidad que el tipo de reactores nucleares que utilizaba la Unión Soviética, solo los tenían ellos y que, por ejemplo, en Argentina los reactores son más grandes y se refrigeran de otra forma, por lo que no podría ocurrir un accidente como el de Chernobyl.

“Hay que tener en cuenta que en 2011 hubo otro accidente muy serio en Fukushima que fue consecuencia de un terremoto y después de un maremoto. Uno no puede predecir los caprichos de la naturaleza o la naturaleza humana, existe una posibilidad baja pero no nula de accidentes, si bien tenés a los mejores ingenieros del mundo trabajando, puede haber una serie de eventos imprevistos. Es como un viaje en avión que es seguro, todos viajamos en avión porque es muy rápido pero existe la probabilidad de que se caiga, y si se cae el avión, no hay sobrevivientes”, explicó.

Lo que sucede también con los accidentes en plantas nucleares es la magnificencia de las consecuencias. “Si vos tenés un pequeño accidente en una planta térmica, no es noticia, va a haber un incendio, quizás muera un operario y no pasa nada más, pero un accidente nuclear es como si se cayera una avión, es noticia, no se puede tapar”, afirma el especialista.

 

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