La Justicia habilitó la feria judicial para que continúe la investigación por los abusos en el Instituto Próvolo durante las dos semanas de receso invernal. Así lo confirmaron los abogados querellantes de las 18 víctimas que ya declararon e implicaron a todos los imputados y detenidos.

Los querellantes, Juan Dantiacq -por la Asociación para la Promoción y Protección de los Derechos Humanos (Xumek), y Oscar Barrera, por la Defensoría de Personas con Discapacidad-, confirmaron que la investigación seguirá adelante durante la feria. Y explicaron que así se los manifestó el fiscal que instruye la causa, Gustavo Stroppiana.

De acuerdo con los abogados, el fiscal les comentó que utilizará la primera semana de receso para ordenar el material acumulado hasta el momento y la segunda para tomar testimonios en Cámara Gessel. Esta misma resolución se tomó en enero de 2016, ya que en ese momento Stroppiana recién se hacía cargo de la causa y durante el receso estival se interiorizó de sus avances.

Por esta causa están imputados y detenidos los sacerdotes Nicola Corradi, Horacio Corbacho, los exempleados José Luis Ojeda, José Bordón y Armando Gómez y la religiosa Kosaka Kumiko. También fue imputado por abuso simple (tocamientos) un jardinero del instituto de apellido Choque, que seguirá el proceso en libertad debido a que la pena que arriesga es menor a 3 años.

Próvolo: decisión sobre ADN de Corbacho será en un mes

El sacerdote acusado de abuso se opuso a una extracción voluntaria de sangre. El 7 de agosto, la jueza de Garantías decidirá si le toman una muestra compulsiva.

Un testimonio clave

El abogado Oscar Barrera consideró clave el testimonio que dio ante la Justicia el viernes 30 de junio un varón mayor de edad que estuvo internado en el Próvolo entre 2004 y 2009.

El joven, que declaró durante siete horas, contó que llegó al Próvolo de Luján de Cuyo cuando tenía ocho años y que lo hizo como interno durante todo el período, ya que su familia vivía muy lejos y no tenía posibilidad de volver a su casa los fines de semana.

Barrera contó que el exalumno -que vive en el litoral argentino y viajó a Mendoza para declarar en la causa- aseguró que fue víctima de abuso sexual y de maltrato físico durante los seis años que fue interno del Próvolo. Y señaló como autores de los vejámenes a José Luis Ojeda, a Armando Gómez y al sacerdote Horacio Corbacho. Además dijo que la religiosa Kumiko sabía de los abusos.

El abogado también resaltó que el testimonio del joven fue contundente y claro, no sólo respecto de los abusos, sino que señaló la complicidad de algunos trabajadores y directivos del Próvolo.

Durante la declaración, según explicó Barrera, el testigo también aseguró que cuando estaba internado uno de sus compañeros murió en forma accidental en el Instituto, porque se subió al techo, se cayó y falleció poco después. El abogado señaló que no existe constancia de este accidente en ninguno de los documentos que la Justicia incautó luego de los allanamientos en el Próvolo.

El joven también resaltó en su testimonio que el maltrato físico hacia los estudiantes era habitual y que, incluso, estaba relacionado con la imposición de que hablaran, ya que en el Próvolo seguían el sistema oralista, por lo que no les enseñaban la lengua de señas.

Barrera explicó que luego de su declaración, el exalumno del Próvolo le manifestó “sentirse aliviado” por haber contado todo lo que pasó y poco después regresó a su provincia, con un pedido expreso desde la Defensoría para que reciba asistencia psicológica oficial.

El abogado querellante aseguró que la gran preocupación del joven a la hora de declarar fue que su mamá no sufriera, ya que la señora desconocía los pormenores de los hechos que el hombre contó ante el fiscal.