Por qué tanto horror e incertidumbre en Nigeria

Una organización fundamentalista que mantiene a más de 200 niñas en cautiverio amenaza con venderlas como esposas y esclavas sexuales. Se trata del grupo terrorista Boko Haram, que a través del secuestro y el asesinato en masa, avanza en el control del noreste de Nigeria. Algunas claves para entender el poder de Boko Haram y los crímenes que sufren las niñas en su país.

Por qué tanto horror e incertidumbre en Nigeria

Una de las imágenes más difundidas del reclamo mundial por la aparición de las niñas nigerianas

Internacionales

Unidiversidad

Elizabeth Auster

Publicado el 09 DE MAYO DE 2014

"La educación occidental es pecado", dicen que significa el nombre de la organización de ideas fundamentalistas y prácticas terroristas que avanza en el dominio de Nigeria. Boko Haram, combinación de Hausa y árabe, es en realidad una expresión de rechazo religioso a la pretenciosidad y falsedad que el grupo islámico atribuye a la educación secular en el norte del país.

Nigeria es, como tantos otros países africanos, una geografía arrasada por la avaricia europea, y una sociedad en permanente estado de violencia debido al fomento extranjero de las tensiones tribales y religiosas. Su territorio de 923 768 kilómetros cuadrados cuenta con un importante delta en el sur, mesetas en la región central y una cadena montañosa que se extiende al oeste de la frontera con Camerún. Son más de 160 millones de personas las que habitan este país, el más poblado de África. Debido a la explotación de sus recursos naturales y minerales a lo largo de los siglos XIX y XX, ha perdido la mayor parte de sus bosques nativos, y la extracción contaminante de petróleo dañó sus cursos de agua. La exportación de petróleo y de gas, cuyas ganancias se concentran en el Estado y en compañías extranjeras, es una actividad que genera enormes desigualdades y un altísimo porcentaje de habitantes sumidos en la pobreza.

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La religión en el centro del conflicto

La nación está conformada por 250 grupos étnicos, pero la división principal es religiosa: mayoría musulmana en el norte, mayoría cristiana (católica, protestante y de otras confesiones) en el sur, además de seguidores de cultos tradicionales.  Luego de medio siglo de intentos de controlar este territorio diverso,  bajo las presiones de una clase occidentalizada (en el sur del país) y portadora de ideas de soberanía, Inglaterra concedió a Nigeria su independencia el 1.º de octubre de 1960; en 1963 el país se convirtió en la República Federal de Nigeria. Los conflictos armados y los golpes militares se sucedieron desde entonces casi hasta el final del siglo XX. El actual presidente, Goodluck Jonathan, ganó las elecciones de 2011.

Mientras la república avanzaba a tropiezos en su consolidación, el descontento basado en la corrupción gubernamental, la pobreza de la población y la falta de alternancia religiosa entre gobiernos (un acuerdo establece que a un período de poder en manos de cristianos debe sucederle un gabinete musulmán) alimentó el poder y la radicalización de Borok Haram desde su surgimiento en 2002 hasta la muerte de su creador, el clérigo Mohammed Yusuf, en 2009. El sucesor de Yusuf es Abubakar Shekau, un hombre aparentemente tan instruido como violento, quien ha llevado al movimiento al nivel de organización terrorista con el que se lo conoce hoy y que le ha valido que el Departamento de Estado de los Estados Unidos la vinculara con Al Qaeda en el Magreb. Se sospecha que Shekau tiene como objetivo derrocar al gobierno nigeriano. Los atentados a blancos específicos (sobre todo escuelas) y las masacres en poblados hacen responsable a Boko Haram de la muerte de 3000 personas desde 2009.

 

La esclavitud de las niñas

El estado federal de Borno se extiende como una cuña en el noreste del país, donde toca el oeste de Chad y el sur de Níger, y comparte una larga frontera con Camerún. Es uno de los estados del norte de Nigeria de mayoría musulmana, donde se observa la sharia en coexistencia con la educación secular de niños y niñas. Esta última posibilidad es la que Boko Haram se ha propuesto combatir. La organización considera que enseñar a las jóvenes a leer y escribir es contrario a los principios del Corán, que las destina exclusivamente al matrimonio. Esta interpretación fanática del Islam habilita a sus integrantes a perseguir, secuestrar, asesinar y traficar niñas en el nombre de Alá.

El 14 de abril, Boko Haram ingresó en el liceo público femenino de Chibok, donde secuestró a más de 200 adolescentes de entre 12 y 17 años. Luego de varias semanas, el 5 de mayo Shekau reivindicó el secuestro; dijo que debía cesar la educación de las niñas y anunció que vendería a las muchachas secuestradas, como esclavas y como esposas en matrimonios forzados. Se sospecha que ese tráfico de niñas ya ha comenzado. Las que permanecen atrapadas reciben un trato brutal por parte de sus captores. Una de ellas, que logró escapar, aseguró que eran violadas hasta 15 veces por día y que debían convertirse al Islam o les cortaban la garganta.

 

El ciclo de la violencia y la ayuda de las potencias

Amnistía Internacional responsabiliza en parte al gobierno de Nigeria por el incremento de la violencia. Jonathan declaró el estado de emergencia en Borno, Yobe y Adamawa, lo que dio vía libre a las fuerzas de seguridad para incurrir en torturas, ejecuciones y otras prácticas contrarias a los derechos humanos.

El rescate de las niñas secuestradas parece dificultoso, ya que los terroristas están en su terreno en Borno, una selva a casi 1000 kilómetros de la capital, Abuja, y muy cercana a la frontera con Camerún, Chad y Níger, a donde pueden haberse trasladado. Las condiciones geográficas imposibilitan al gobierno un ataque por tierra, mientras que la vía aérea se descarta por la imposibilidad de una acción de ese tipo que no ponga en peligro a las rehenes. Ante este panorama, China, Estados Unidos y el Reino Unido ofrecieron su colaboración al gobierno para la búsqueda y el rescate, que Jonathan aceptó. Lo desesperante de la situación invisibiliza en el plano internacional el riesgo que esta clase de ayuda implica generalmente para las soberanías de los países que las reciben.

 

Las niñas como víctimas preferenciales

Niños y niñas son las víctimas más frecuentes de los conflictos armados que se desarrollan en territorios civiles. La ONG Save The Children España daba cuenta, en su informe de 2008, de la existencia de 120 000 niñas en todo el mundo directamente afectadas por la violencia en sus países: reclutadas como soldadas, violadas o secuestradas para la explotación sexual o doméstica, o el tráfico de personas. Además, ellas suelen ser las más relegadas en los programas de reinserción cuando el conflicto cede y la población civil retorna a sus hogares.

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