La ciencia descubrió por qué le hablamos a perros y gatos como si fueran bebés

Dos investigaciones llevadas adelantes por una psicóloga y una etóloga revelaron, por un lado, que los interlocutores son sensibles a la audiencia con la que hablan, y, por el otro, este modo de hablar refuerza las rutas que usa el cerebro para procesar los estímulos.

La ciencia descubrió por qué le hablamos a perros y gatos como si fueran bebés

Imagen ilustrativa tomada de lanetanoticias.com

Ciencia y tecnología

Unidiversidad

Unidiversidad / Fuente: Eroski Consumer

Publicado el 13 DE OCTUBRE DE 2017

¿Por qué se habla a perros y gatos con la misma voz dulce y cantarina que se usa con los bebés? Los motivos son muy sencillos. Y es que las personas que comparten su vida con canes y felinos los quieren tanto que hasta los consideran parte de su familia. Pero hay más. La ciencia ha demostrado que esta voz más aguda y positiva logra que los amigos de cuatro patas presten más atención a sus humanos.

Seguro que más de una de estas escenas resultan familiares: "Eh, amigo", "¿Quién es el perro más bonito del mundo?", "¿Cómo está mi gatita preciosa?". Muchas personas quieren de verdad a los gatos y los perros con los que comparten la vida, tanto que son parte de su familia, incluso para algunos llegan a ser sus "hijos peludos". Además, se ponen felices cuando están cerca de ellos.

"El modo de hablar que empleamos con bebés y con animales a los que queremos se asemeja de un modo llamativo: usamos una entonación más aguda, cargada de afecto, así como una prolongación exagerada de ciertas sílabas", afirma la psicóloga Christine Kitamura, coordinadora de una investigación que indaga en esta manera de comunicación con los animales y que ha sido publicada en la revista Science.

Esta forma de entonar, llamada baby talk (habla con bebés) cuando se dirige hacia niños pequeños y pet talk (habla con mascotas) cuando se hace con canes o felinos queridos, es muy distinta, sin embargo, a la utilizada con las personas adultas. "Es evidente que los interlocutores somos sensibles a la audiencia con la que nos comunicamos, así como a las necesidades emocionales que les atribuimos", añade la psicóloga.

Para sus dueños, los perros y los gatos son los mejores amigos: los quieren, los cuidan, se ríen con ellos, comparten juegos y se duermen siestas interminables juntos en el sillón. Por lo tanto, "tiene sentido que hayamos desarrollado nuestra propia manera de hablarles, a pesar del hecho evidente de que los animales no puedan contestarnos con palabras", dice la etóloga Sarah Jeannin. Esta especialista ha estudiado cómo hablan con los canes quienes comparten su vida con ellos. "Lo hacemos de una forma muy parecida al tono de voz que utilizan los padres para hablar con sus hijos pequeños", reconoce.

¿Qué más ha descubierto? Pues que esta manera de hablar "feliz y positiva", más lenta, vivaz, con una marcada voz aguda, vocales muy marcadas, pronunciaciones cortas, complejidad reducida y con notable repetición de palabras se usa tanto con los niños pequeños como con los animales con los que se vive. Y, sin embargo, no se utiliza cuando se habla con adultos.

Además, los científicos han comprobado que los perros, tanto adultos como cachorros, prestan más atención cuando las personas les hablan con esa voz. "Ni los animales ni los bebés tienen un lenguaje verbal, por lo que tiene sentido que nuestra forma de hablarles con una exagerada entonación de ciertas vocales tenga el objetivo de intentar comunicarnos mejor con ellos; pero es que, además, esa forma de hablar logra captar su atención", revela la etóloga, que ha publicado sus resultados en la revista Nature.

Los investigadores creen que canes y felinos prestan mayor atención a esta forma de hablar porque el pet talk aumenta los procesos neuronales implicados, que son las rutas que usa el cerebro para procesar los estímulos. Lo mismo que ocurre con los bebés.

Y hay más. Los científicos creen que es posible que se emplee este modo de hablar con estos animales porque los humanos aprenden que esta voz más dulce y aguda ayuda a crear y mantener los vínculos emocionales.

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