La desaparición de Santiago Maldonado

El epistemólogo, Dr en Psicología y docente de la UNCuyo reclama la aparición con vida del joven que se "esfumó" tras un operativo de gendarmes que reprimió una protesta de los mapuches. Una ausencia en plena democracia que está en la mira del mundo entero.

La desaparición de Santiago Maldonado

Santiago Maldonado está desaparecido desde el 1 de agosto y acusan a Gendarmería de haberlo secuestrado (Foto: Télam)

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Santiago Maldonado

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Publicado el 09 DE AGOSTO DE 2017

Las desapariciones no son poco en la historia argentina. Son parte del más trágico y triste momento del país, de la dictadura criminal que nos asoló luego de 1976. En el inicial momento nada se supo, y ante los primeros indicios y acusaciones, la respuesta fue: "No están, no existen". O, aún peor, "Algo habrán hecho" y "Seguro que están en Europa pasando vacaciones".  Ha desaparecido ahora Santiago Maldonado en el sur del país, donde acompañaba una protesta de los mapuches, quienes defienden un territorio que ha sido comprado por la multinacional Benetton. Es una situación enormemente lesiva para la condición de las garantías y los derechos humanos en el país. La respuesta oficial, dada por la ministra del ramo, incluye referencia a que "no hay nada que indique que Maldonado estuvo allí". De tal modo, se lo trata ahora como a una persona que se hubiera extraviado, y se ofrece una recompensa por quien pueda dar alguna referencia cierta sobre su paradero. Pero Santiago no es un extraviado, es un desaparecido. Según testimonio de su familia y de varios ciudadanos mapuches, él estaba en el sitio acompañando a los ocupantes del predio. Hubo allí un operativo de la Gendarmería hecho con considerable violencia, como parece ser habitual en esa zona. Según los ocupantes del predio, además, ellos habían cruzado el río huyendo de los gendarmes y Santiago no pudo hacerlo. Se escondió tras un árbol, pero luego de unos minutos fue descubierto por los represores. Estos lo golpearon, para luego hacer un cordón humano para tapar la vista y salir en una camioneta blanca con banda verde, en la que habrían llevado a Santiago.

Es obvio que Santiago estaba antes del operativo de Gendarmería, y no está más luego de tal operativo. Es evidente que la desaparición ha sido forzada, tal como diferentes organismos de derechos humanos han denunciado.

Por ahora no hay investigación oficial sobre los miembros de Gendarmería, y menos aún sanción a alguno(s) de ellos. Se asiste a una especie de negación de la situación que ha sido denunciada, sobre todo, por el hermano de Santiago. En cambio, se ha desatado una campaña absurda por los medios masivos, hablando de los mapuches como supuestos terroristas y violentos. De pronto, los "pueblos originarios", a cuyos derechos tantas veces se dice rendir culto, se han convertido en peligrosos agentes de la violencia organizada, mientras Benetton o Lewis –amigo personal del presidente– parecen ser considerados benefactores de nuestro pueblo, cuando se apropian privadamente de enormes espacios del territorio argentino, incluso de sitios protegidos como arroyos o lagos.   El ataque a los mapuches es absurdo; no sólo por todo lo de falso que existe en las acusaciones, sino porque la idea de que "si los mapuches son violentos, todo contra ellos está permitido" atrasa hacia antes de todo lo que Argentina aprendió sobre la represión ilegal. Si alguien en la población fuera violento, hay modos legales de que el Estado enfrente la situación. El Estado jamás podría enfrentar simétricamente a acciones violentas de algún sector de la ciudadanía. Es decir: aquí no viene a cuento nada sobre si los mapuches son buenos o no lo son. Y ciertamente, según el cuasioficialista diario La Nación, los ocupantes del terreno donde estuvo Santiago no tienen armas de ningún tipo, ni siquiera las más elementales.

Ojalá vuelva la cordura y tengamos por parte del Gobierno la necesaria protección estatal que corresponde en estos casos. Hasta ahora, nada de eso sucede; por el contrario, Nocetti, miembro del ministerio de Bullrich, fue quien dirigió el operativo tras el cual desapareció Maldonado, y es él mismo quien está enfrentando la creciente tensión por la situación en esa zona patagónica.

Mientras, el lunes hubo manifestaciones en Capital Federal, Bariloche, Neuquén y La Plata, incluso una reunión de protesta en el Kilómetro 0 de Mendoza. Y es crecientemente fuerte la demanda que surge de la memoria dolida de miles y miles de familias argentinas: "¡¡Aparición con vida de Santiago Maldonado!!".

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