Las consecuencias de no comer carne por sus altos precios

La crisis económica hace que los argentinos elijan unos alimentos por sobre otros. Consejos para saber qué otras comidas poseen los mismos nutrientes. ¿Pueden reemplazarse en su totalidad?

Las consecuencias de no comer carne por sus altos precios

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Sociedad

Unidiversidad

Florencia Martínez del Río

Publicado el 13 DE MARZO DE 2019

Según un informe del Centro de Economía Política Argentina (CEPA), el 64 % consumió menos carne y el 44 % compró menos lácteos tras la suba de precios. Unidiversidad dialogó con nutricionistas que explicaron los problemas que puede ocasionar la falta de los nutrientes que poseen estos alimentos. ¿Pueden reemplazarse en su totalidad?

Según la encuesta de CEPA, las personas con menos ingresos debieron cambiar su dieta, al mismo tiempo que la Dirección de Estudios Económicos de la Secretaría de Agroindustria informó que para diciembre hubo una caída del 10,9 % interanual en el consumo interno de carne bovina. Nazarena Asus, nutricionista del Hospital Universitario, comentó que en los últimos meses ha notado que las personas que llegan a su consultorio preguntan de qué manera pueden reemplazar los nutrientes que posee la carne, debido a que es más caro comprarla.

“La disminución del consumo de las carnes rojas, de cualquier corte, tiene que ver con una cuestión de costos e inflación, la gente busca otras alternativas”, afirmó Asus. Si bien las proteínas pueden obtenerse a través de otros alimentos, lo más difícil de reemplazar es el hierro. La falta en el organismo de este mineral puede generar distintas dificultades, como anemia, menor rendimiento escolar en los chicos o riesgos en los bebés de las mujeres embarazadas, explicó la profesional.

"El hierro –agregó– es muy importante en los períodos de embarazo, lactancia y primeros años de vida porque aporta al neurodesarrollo. También las mujeres tenemos mayor riesgo de anemia debido a la menstruación. Asimismo, un niño al que le falta hierro no aprende igual en la escuela que uno al que no, por dar unos ejemplos”.

Sobre la forma de sustituir este nutriente, Asus contó: “El hierro puede obtenerse a través de suplementos, pero son muy caros. Puede reemplazarse con la ingesta de carnes blancas, como el pollo, que es más barato, y las proteínas son de la misma calidad”. Además, señaló que las legumbres y el huevo son otras opciones. En relación a este último, aclaró: “Es muy bueno desde el punto de vista proteico, pero no tanto en lo que hace al hierro”. Eso sí: “Es más económico, pero rinde mucho menos”.

 

 

Unidiversidad dialogó con otras especialistas, que afirmaron que la baja en el consumo de carne tiene que ver también con otros motivos, como el ideológico, el medioambiental o cuestiones culturales. Carina González comentó que recomienda compensar su no consumo con la ingesta de lentejas, garbanzos, frutos secos, soja o clara de huevo. Belén Arce Taret, nutricionista del Damsu, señaló que además existe una tendencia a seguir dietas de moda que dejan afuera a los lácteos. Claro que la libre elección de alimentos puede darse, siempre y cuando haya posibilidades económicas, ya que reemplazar unas comidas por otras muchas veces no es nada barato.

Infografías realizadas sobre la base de la información aportada por nutricionistas.

 
 

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