Un documental que abre las puertas a la libertad

Se trata de "La formación: estudiar en contextos de encierro",  premiado con el segundo puesto en el Festival Mendoc 2011. Su productor general, Luciano Viard, relató a NU Digital la experiencia de filmar en la Penitenciaría de Mendoza, ya que el guión se basa en la historia de cuatro internos que siguen sus estudios universitarios.

Un documental que abre las puertas a la libertad

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Penélope Moro

Publicado el 15 DE SEPTIEMBRE DE 2011


El primer paso que tuvo que dar el proyecto fue el de ganar en 2010 el concurso de cortos documentales que organizó la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales de la UNCuyo. Una vez superada esa instancia, los estudiantes se pusieron a trabajar a pleno en el documental que dirigió Analía Millán.

“El proceso de filmación fue muy paulatino y se basó en una construcción colectiva desde la directora y desde los actores que participaron en el documental. Todos fueron sumando, de hecho las últimas palabras fueron dadas por los cuatro protagonistas”, contó Luciano, quien estuvo a cargo de la producción general.

El guión se inspiró en el programa “Educación en Contextos de Encierro” que mediante un convenio firmado en la universidad pública, el Ministerio de Educación de la Nación, la Dirección General de Escuelas y el Ministerio de Gobierno y Derechos Humanos de Mendoza, permite el acceso a la educación superior a detenidos dependientes del Servicio Penitenciario Provincial.

En concreto muestra la historia de cuatro jóvenes internos que realizan sus estudios en la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales. Luciano aseguró que los estudiantes sobre los que se documentó la experiencia, “ofrecieron todo de sí para que el trabajo refleje de la mejor manera lo que tenían para contar”.

Aseguró que se consolidó una relación tan fluida entre los internos y el equipo de filmación que hasta el día de hoy perdura en el tiempo.  “Sigo yendo todos los jueves a charlar con ellos, son mis compañeros de facultad y de la misma manera que ellos aprenden de mí, yo aprendo de ellos”, expresó.

Si bien el joven reconoció que "no fácil ingresar a la penitenciaría" el equipo de realizadores consiguió inmediatamente la autorización pertinente para poner en marcha la filmación. En este punto Luciano se refirió a la “gran predisposición” del director del penal de Boulogne Sur Mer, que al tener conocimiento de la iniciativa les dijo: “Están las puertas abiertas para que hagan lo suyo. Muestren la cárcel”

El realizador detalló que el rodaje en el interior del penal llevó tres días. Según contó, se trató de jornadas "muy intensas" para poder aprovechar al máximo el tiempo. “Trabajábamos desde las primeras horas de la mañana hasta entrada la noche, algo que generalmente no se permite”, dijo a modo de agradecimiento a las autoridades que hicieron posible el acceso a la institución. Y resaltó: “Hasta hicimos interiores en lugares donde no se había filmado nunca”.

Esta posibilidad fue la que permitió la fluidez de los internos al momento de brindar sus testimonios. Sobre este aspecto Luciano explicó que las experiencias relatadas se orientaron a ponderar a la educación como una herramienta  de libertad, y que a partir de allí se buscó generar conciencia social acerca de la realidad de las personas alojadas en el penal.

Al respecto dio cuenta de que solo el 10 por ciento de las personas que acceden a estudios universitarios dentro de la cárcel reinciden. Valoró el trabajo realizado en equipo como una manera de visibilizar tanto la labor social que se realiza desde los ámbitos académicos como las necesidades reales de los internos.

Por último explicó que está previsto que el documental comience a exponerse en diferentes ámbitos. Días atrás se presentó en la Facultad de Ciencias Políticas y la concurrencia fue un éxito.