La historia jamás contada

Mañana Jueves a las 18:00, el Centro de Información y Comunicación de la Universidad Nacional de Cuyo (CICUNC) presentará el libro editado por la Fundación del Interior, resultado de 7 años de investigación sobre un acontecimiento poco conocido en la historia cultural argentina: la Feria de América, realizada en 1954, en el Parque General San Martín. Aquí, un anticipo de lo que se verá.

La historia jamás contada

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Cultura

Unidiversidad

Eva Guevara

Publicado el 05 DE DICIEMBRE DE 2012

Feria de América, Vanguardia invisible no es solo un libro. Es una reconstrucción a disposición de la historia cultural, que se expresa tanto en una edición que puede ser descargada en forma gratuita desde la web del Museo en Construcción (http://museoenconstruccion.org.ar/editorial/feria-de-america) como en formato audiovisual, que dan rienda suelta a los temas centrales de esta mega exposición industrial de los 50, de lo más avanzado para la época. Del audiovisual participa Delfina Gálvez de Williams, viuda del célebre arquitecto Amancio Williams, quien a sus 99 años aporta recuerdos y dóciles de gestos de identidad.


La idea, que es una constante en todas las entrevistas a arquitectos, investigadores e historiadores, es que hubo un antes y un después tras la Feria de América: se innovó en los métodos de fabricación de los pabellones, en el uso de los materiales y en los sistemas de armado, así como se ensayó por primera vez en desmontajes prácticos y veloces; toda una arquitectura efímera que fue posible gracias a los adelantos tecnológicos, pero también a decisiones que vinieron precedidas de una estética purista, lo cual explica el empleo de la madera, los metales y vidrios.

En cuanto a la valorización del arte moderno y la calidad del diseño argentino obtenido en la Feria de América,  el audiovisual va directo a la consulta con analistas. Desde diversos ángulos, aportan su lectura Martha Levisman, arquitecta e historiadora; Francisco Liernur, también investigador; Cristina Rossi, investigadora y curadora, y Claudio Guerri, semiólogo, quien invitará a pensar que todo es parte de un plan mayor que excede la estructura de esta obra.  No menos relevante es el aporte de Francisco Kröpfl, músico compositor, quien en relación a la intervención de Mauricio Kagel, autor de la  música para la Torre de América, revela cómo es que surgió esta investigación sobre las posibles relaciones entre la música y la forma. 

Retazos de la Nueva Argentina

En unos pocos segundos, algunos stands de la Feria de América fueron captados por la cámara del noticiero cinematográfico de la época: Sucesos Argentinos. La escena en blanco y negro hace foco en la actualidad y sus protagonistas: el centro de la imagen es el líder Juan Domingo Perón, visitando las instalaciones ferroviarias del Belgrano ante el arribo de  locomotoras nuevas, uno de los orgullos de la industria nacional. A dicha escena le sigue la del ingreso a la Feria de América, a través de los portones del Parque General San Martín.

Lamentablemente, la cámara no le da la dimensión visual que merece la Torre de América, una estructura de 50 metros de altura construida por tubos metálicos, sólida, pero al mismo tiempo ligera y transparente, rodeada por cinco cubos de iguales características dispuestos en forma de espiral. Es el ícono de la Feria y se ubica entre los Caballitos de Marly. Por suerte, otras cámaras fotográficas sí dieron con el registro del efecto que producían, de cara a la multitud, las pirámides pintadas de blanco y rojo, inspiradas en el diseño de la comunicación gráfica creada por Tomás Maldonado. Estaban dotadas de un sistema de luces con cinco posibilidades de variación, lo que les permitía iluminarse de manera independiente, siguiendo un patrón preestablecido. Según el Diario Los Andes de la época, en su construcción se emplearon trabajadores de altura pequeña y aptitudes acrobáticas.

 

Siguiendo con el célebre Sucesos Argentinos, mientras la cámara registra maquetas de trenes, aviones y trasatlánticos realizados a escala, la voz en off se ocupa de dejar en claro que el gran protagonista del evento es el Segundo Plan Quinquenal y la modernización de la industria aeronáutica del Estado. En medio de lo que parece el stand del Ministerio de Transporte de la Nación, se ve un vehículo girando en una esfera metálica que lo contiene y lo hace dar vueltas: es el auto Justicialista, última novedad fabricada en el país. Se nota que todo es nuevo. Las locomotoras de aquella escena con Perón se están estrenando y son un lujo. También lo son los aviones a escala, los famosos pulqui, aviones a reacción diseñados en Argentina por el Instituto Aerotécnico y construidos en la Fábrica Militar de Aviones.

 El catálogo de la exposición también es una edición de lujo, con ilustraciones, mapa para ubicarse en el contexto de la Feria y con la traducción al portugués. Una carta firmada por el entonces gobernador Carlos Evans da la bienvenida a la feria apelando a una figuras muy características de la retórica peronista:

 “A todos los hermanos americanos que hoy confraternizan en este histórico rincón de la Nueva Argentina, llegue a mi sincero abrazo y el deseo de que esta semilla de amistad y buena voluntad, sembrada al amparo de nuestro ilustre Presidente Juan Domingo Perón, fructifique a través de las fronteras y perdure en el tiempo. La Feria de América, certamen que confronta la potencialidad y riqueza de los pueblos de nuestro privilegiado continente estrechándolos en un lazo efectivo de paz y cooperación, es un triunfo más de la causa americana, lograda en el campo del trabajo y el impulso creador de sus vigorosos hijos, el que en nuestro país tiene su expresión máxima en el Segundo Plan Quinquenal”.  

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