La Iglesia da marcha atrás respecto del sínodo del año pasado

Antes de los debates, un sector de los cardenales desestimó cambios de fondo en la situación de los divorciados vueltos a casar. El Papa advirtió que el sínodo "no es un Parlamento", sino un "espacio protegido en el que la Iglesia experimenta la acción del Espíritu Santo".

La Iglesia da marcha atrás respecto del sínodo del año pasado

Cultura

Unidiversidad

Unidiversidad/ Ana Vargas

Publicado el 06 DE OCTUBRE DE 2015

Este domingo 4 octubre el Papa celebró la misa de inicio de la XIV Asamblea General del Sínodo de Obispos, que se desarrolla en el Vaticano hasta el próximo 25 de octubre. Aprovechó para defender la indisolubilidad del matrimonio, reiterando que la familia se compone de un hombre y una mujer y condenando el divorcio. La reunión empieza en un clima tenso después de que un cura del Vaticano confesara ser gay y denunciara la homofobia en la Iglesia.

En el primer día de la asamblea, que comenzó el lunes, obispos de todo el mundo discutieron los desafíos de la familia. El sector conservador abrió fuego aun antes de que empezara el debate. Más allá de los llamados del papa Francisco a escuchar al Espíritu Santo, enseguida cerraron las puertas a cualquier gran cambio en cuanto a la cuestión de los divorciados vueltos a casar, que no pueden comulgar, uno de los grandes temas de batalla entre los integrantes del sínodo.

Peter Erdo, relator general del sínodo, leyó ante 270 padres sinodales y el propio Papa el documento preparatorio del sínodo, inspirado por el cardenal progresista alemán Walter Kasper. Erdo reiteró como única opción la línea tradicional (de la exhortación apostólica Familiaris Consortio, promulgada por Juan Pablo II en 1981), que indica que los divorciados vueltos a casar pueden acceder a la comunión sólo si viven su relación en continencia, "evitando provocar escándalo". Es evidente que hubo una marcha atrás con respecto a las conclusiones del sínodo del año pasado, a pesar de que en el Instrumentum Laboris hay un enfoque más aperturista. Este documento fue elaborado a través de las respuestas de los fieles de todo el mundo a un segundo cuestionario requerido por el Papa, las consultas de los episcopados de todo el mundo y el informe final del sínodo del año pasado.

Sectores aperturistas cuestionaron el informe leído por el cardenal húngaro porque, como informa La Nación, habría desaparecido del documento el párrafo que dice: "Sin poner en discusión el ideal de la unicidad del matrimonio", el documento admite que en los casos de los divorciados vueltos a casar que viven en una "convivencia irreversible", pero que piden recibir la comunión, "existe un común acuerdo sobre la hipótesis de un itinerario de reconciliación o vía penitencial, bajo la autoridad del obispo".

La pregunta que se plantea después de esta jornada es: ¿por qué se da marcha atrás respecto del sínodo del año pasado? Erdo explicó que su informe "era el resultado objetivo y matemático de las voces de la Iglesia", que había ido recolectando en la etapa de profundización que hubo entre los dos sínodos. Otros cardenales, André Vingt-Trois y Bruno Forte, se mostraron en desacuerdo. "Si vinieron a Roma con la idea de un cambio espectacular de la doctrina de la Iglesia, van a quedar decepcionados", sentenció el primero. "No es que este sínodo se reúne para no decir nada", retrucó Forte.

En un breve discurso ante los 258 padres sinodales, Francisco recordó que la asamblea "no es un Parlamento, donde para alcanzar un consenso o un acuerdo hay negociaciones, pactos o compromisos". "El único método del sínodo es abrirse al Espíritu Santo, con coraje apostólico, humildad evangélica y oración". El Papa pidió a los presentes hablar con franqueza, "poniendo siempre delante de nuestros ojos el bien de la Iglesia, de las familias y la ley suprema".

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