La memoria como deber y derecho: 16 años sin Sebastián

La desaparición seguida de asesinato de Sebastián Bordón en 1997 pasó a referenciar la continuidad de los hechos de violencia institucional que protagoniza la policía de Mendoza. Al cumplirse un nuevo aniversario de su aparición sin vida, la memoria del joven y la lucha contra la impunidad policial que impulsa su madre, Miriam Medina, serán homenajeadas este sábado en una serie de actos que tendrán lugar en San Rafael.

La memoria como deber y derecho: 16 años sin Sebastián

Fotos Web

Sociedad

Unidiversidad

Penélope Moro

Publicado el 12 DE OCTUBRE DE 2013


La convicción de la memoria como derecho y herramienta de lucha es la propia inspiración de Miriam Medina para no ceder en la búsqueda de justicia. Sentimiento que la guía desde el 12 de octubre de 1997, fecha en que el padre de Sebastián y sus vecinos de Moreno encontraron el cadáver del adolescente en un cañadón de El Nihuil; ese mismo día Sebastián iba a cumplir 19 años.

La escena había sido montada por la patota policial que cometió el crimen para simular un suicidio del joven. Sin embargo, las pericias forenses confirmaron que el deceso había ocurrido días antes –entre el 6 y el 8 de ese mes– producto de una severa paliza “típica de apremio ilegal”, sobre la que el adolescente no recibió asistencia médica al encontrarse bajo condiciones de cautiverio.

Los evidentes intentos de los efectivos policiales de la Comisaría N° 38 de San Rafael –por aquel entonces bajo el mando del ex comisario Hugo Trentrini– de malversar la investigación durante los 10 días que Sebastián permaneció desaparecido, sumados al manto de encubrimiento que habilitaba el juez que tomó inicialmente la causa, Waldo Yacante, y a la indiferencia del poder político provincial de ese momento, llevó a que la familia junto a un grupo de vecinos decidieran viajar a Mendoza e iniciar por sus propios medios aquella búsqueda paralela. La que en cuestión de horas develó el temido desenlace del caso.

Mientras Luis Bordón arribaba a la provincia y organizaba el rastreo por el desierto sureño de El Nihuil, desde Buenos Aires Miriam descartaba las pistas fraguadas que llegaban de Mendoza, denunciaba públicamente las irregularidades de los procedimientos policiales tanto en la detención como en la búsqueda de su hijo, y golpeaba puertas de funcionarios y organismos de Derechos Humanos exigiendo ayuda para que el joven fuera hallado.

Recuerda que eran los tiempos del “menemato”, en los que la exaltación de la ruptura de los lazos sociales y del individualismo extremo corrían a la orden del día. Los medios de comunicación hacían lo suyo: “Desde la prensa se dijo que Sebastián era ladrón y drogadicto, como suele estigmatizarse a los chicos pobres que son víctimas de la policía”, recuerda. Contra todo eso batalló esta madre antes y después de conocer la realidad por la que atravesó su hijo desde el día en que pisó la ciudad de San Rafael, en el marco de lo que iba a ser su viaje de egresados.

Pese a la época, la familia Bordón Medina no se estuvo sola durante la búsqueda del paradero del chico. A los vecinos de Moreno se sumó el grupo de abogados mendocinos que referenciaba el doctor Alfredo Guevara en su ardua defensa de los derechos humanos.

“No estábamos solos, Guevara no iba a permitir que mi hijo se convirtiera en un desaparecido más. Sabía de qué se trataba el caso”, expresa Miriam, quien junto a la Campaña Nacional Contra la Violencia Institucional propuso que en el homenaje a Sebastián de este año, también se recuerde al letrado que la representó hasta lograr que los asesinos fuesen  juzgados.

Por el homicidio del joven recibieron condenas solo siete policías y dos civiles. Las penas fueron desde los dos a los quince años de prisión, mientras que otros tres imputados quedaron absueltos. Hoy todos los acusados están libres excepto Trentini, que en la actualidad se encuentra en prisión por estar implicado en delitos de lesa humanidad durante la última dictadura cívico-militar en la Argentina.


La idea de justicia que nutre a Miriam es amplia y no se ciñe exclusivamente a su tarea de  acompañar y orientar judicialmente a las madres de los jóvenes muertos en democracia por causa de la arbitrariedad policial. La experiencia del amor y del dolor la llevó a trabajar también por la justicia social.

Desde el 2002 coordina “La casita de Sebastián”. Es un proyecto comunitario que montó en el barrio Tres de Diciembre en cuanto recibió el dinero con el que Mendoza indemnizó a su familia.  Se trata de un jardín maternal que contiene, educa y recrea gratuitamente a 100 niños del partido de Moreno durante las jornadas laborales de las mamás que no pueden costear instituciones educativas pagas o cuidados particulares. “Necesitaba retribuirle de alguna forma el amor y el acompañamiento leal a mis vecinos”, explica.

Un mismo lenguaje

Miriam dice que nadie nace sabiendo buscar un hijo desaparecido ni que existe un libro que lo enseñe. “Es algo que se aprende durante la lucha que no es la de una, es la de todas”, expresa en alusión a las Madres de Plaza de Mayo, quienes asegura que fueron las que le “indicaron el camino” y con quienes comparte “el mismo lenguaje”.

La madre de Sebastián cuenta que el mayor aporte de las Madres en sus años de lucha ha sido el “ejercicio del recuerdo”. Para ella, el hecho de rememorar y reflexionar sobre el pasado más doloroso es el estímulo necesario que le permite seguir con la lucha contra la impunidad, a la que define como “un intento de borrar las huellas asesinas”.

Desde hace 16 años, cada 12 octubre Miriam se reencuentra con el recuerdo de su hijo en el Cañón de Atuel: “Allí lo recordamos todos los años porque la memoria es un derecho”.

Este año la acompañarán familiares de víctimas de gatillo fácil de todo el país; integrantes de la Campaña Nacional Contra la Violencia Institucional; la subsecretaria de Justicia de Mendoza, Romina Ronda;  diputados del Frente para la Victoria y periodistas comprometidos con la causa.

Cronograma del Homenaje

12.00: DESCUBRIMIENTO DE PLACA CONMEMORATIVA. Una placa por la memoria de Sebastián Bordón y una segunda placa, en honor a un gran luchador por los derechos humanos en Mendoza, Dr. Alfredo Guevara. Lugar: Destacamento de El Nihuil.

13.00: COLOCACIÓN DE IMAGEN DE SEBASTIÁN EN EL RISCO. La placa tiene plasmada la cara de Sebastián realizada en chapa y fue obsequiada a Miriam Medina, en agosto del 2013, por el artista plástico mendocino Norberto Filippo. Lugar: Risco, a 2 kilómetros de la Comisaría del Nihuil.

15:30: REALIZACIÓN DE UN MURAL EN EL BARRIO “EL MOLINO”. Creación Colectiva. Lugar: San Rafael.

sebastián bordón, gatillo fácil, criminalidad policial, miriam medina, san rafael, campaña nacional contra la violencia institucional,