La monja Kumiko repitió que es inocente

La religiosa declaró durante seis horas ante el fiscal. Dijo que no entiende por qué la acusaron y entregó un acta en la que constan las actividades que hacía en el Próvolo.

La monja Kumiko repitió que es inocente

Kumiko llegó a tribunales a las 10.30 y declaró por seis horas. Foto: Axel Lloret.

Sociedad

Abusos en el Instituto Próvolo

Unidiversidad

Verónica Gordillo

Publicado el 27 DE JUNIO DE 2017

La monja japonesa Kosaka Kumiko repitió las mismas palabras que en su primera declaración ante la Justicia: que es inocente, que está sorprendida y que no entiende por qué los niños y niñas la acusaron de hechos que no son ciertos. Lo único que cambió es que presentó un libro de actas en el que constan todas las actividades que realizó desde que ingresó al instituto en 2004 hasta que se fue en 2012.

La religiosa japonesa, que está imputada y detenida por facilitar los abusos en el Instituto Próvolo, pidió acceder a su derecho de declarar otra vez ante el fiscal que instruye la investigación, Gustavo Stroppiana. Como la primera vez, no contestó preguntas de los abogados querellantes, Oscar Barrera, Sergio Salinas y Juan Dantiacq.

Kumiko llegó a las 10.30 a los tribunales provinciales, con ropa deportiva –sin su hábito– y poco después comenzó su declaración, que se extendió por seis horas.

En el interior de la fiscalía de Luján-Maipú, Kumiko sólo contestó las consultas de su abogado, Carlos Varela Álvarez, y del fiscal Stroppiana.

El abogado querellante por la Defensoría de Personas con Discapacidad, Oscar Barrera, contó a Unidiversidad que la religiosa repitió las mismas palabras que dijo los primeros días de mayo. Explicó que se declaró inocente de todos los cargos, que nunca supo de ningún abuso en el Instituto, dijo estar sorprendida por todo lo que vive y subrayó que no entiende por qué los exalumnos la acusan de hechos que no son ciertos.

Barrera comentó que la religiosa aportó al fiscal un libro de actas de la Congregación Hijas de María Santísima del Huerto, a la que pertenece, en la que constan todas las actividades que realizó día por día mientras estuvo en el Instituto Próvolo, es decir, entre 2004 y 2012. Con esta documentación buscó demostrar su trabajo en el lugar y las actividades varias que realizaba con los niños.

La religiosa también aportó algunas fotos con los exalumnos del Próvolo, con la intención de demostrar la buena relación que mantenía con ellos.

La monja Kumiko dijo que es inocente, pero quedó presa

La religiosa japonesa declaró ante el fiscal que investiga los abusos en el Instituto Próvolo. Dijo que nunca supo de un hecho de esta naturaleza. Fue imputada y quedó detenida en la cárcel de Agua de las Avispas. Mirá el video.

El fiscal le preguntó por un video en el que aparece con algunos de los chicos y chicas, y la religiosa le explicó que fue filmado durante alguna de las actividades en el Próvolo.

Luego de seis horas de declarar ante el fiscal, la religiosa fue trasladada a la cárcel de Agua de las Avispas, donde permanece detenida desde que se presentó ante la Justicia mendocina.

Barrera, uno de los abogados querellantes, aseguró que el testimonio de la religiosa no aportó datos nuevos y recalcó que las actas que entregó no tienen ninguna relación ni importancia respecto de los delitos que se le imputan, ya que sólo constaban las actividades que hacía en el instituto.
 

La causa

La religiosa está imputada como partícipe primaria de abuso sexual agravado por la guarda y por corrupción de menores, ya que los exalumnos la señalaron en sus testimonios como la persona que los sometía a castigos físicos y facilitaba y encubría los abusos.

Kumiko está acusada de cometer tres delitos: ocultar un abuso que, de acuerdo a la declaración de una víctima, cometió el sacerdote Horacio Corbacho; obligar a una niña a asistir a la habitación del mismo cura, que la ultrajó –según un testimonio– y obligar a algunos chicos a ver pornografía junto a otro de los imputados, José Bordón.

Además de Kumiko, ya están imputados y detenidos los sacerdotes Nicola Corradi y Horacio Corbacho y los empleados José Luis Ojeda, José Bordón y Armando Gómez. Hace una semana se sumó un jardinero de apellido Choque, que fue imputado por abuso simple y que seguirá el proceso en libertad, ya que arriesga una pena menor a tres años de a prisión. 

 

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