La nafta que no colmó el tanque

Las causas estructurales a las que se sumaron en los últimos meses algunas de coyuntura indican un escenario de tensión en el abastecimiento de combustible a lo largo y ancho del país. 

La nafta que no colmó el tanque

Sociedad

Unidiversidad

Federico Lorite

Publicado el 04 DE ABRIL DE 2012

Aumento del parque automotor. Crecimiento vigoroso de la industria y del agro. Más movimiento turístico. Menos estaciones de servicio. Merma en la producción de petróleo. Estancamiento en la capacidad de las refinerías, son algunas de las explicaciones para entender este complejo problema que aqueja a industrias y usuarios.

Esta semana YPF culpó una vez más a la alta demanda por la falta de combustibles en sus estaciones de servicio. La petrolera esgrimió ante diputados provinciales que en sus bocas de expendio escasean naftas por "tres razones fundamentales": que ofrece los precios más bajos (y consecuentemente tiene más clientes); el aumento exponencial del parque automotor en los últimos años y la ubicación de vanguardia que la empresa ostenta en el mercado local.

En los últimos meses se incrementaron los problemas de automovilistas y transportistas para conseguir nafta y gasoil, especialmente en el interior del país. Además de las largas colas en las estaciones, hubo cupos máximos y quiebres de stock.

Existe un evidente problema de desajuste entre oferta y demanda y falta de inversión en exploración coinciden los especialistas consultados por este medio. Se observa en forma nítida en el último eslabón de la cadena de los combustibles, conformado por el crecimiento del parque automotor y la disminución en la cantidad de estaciones de servicio. En el otro extremo, retrocede la producción de petróleo y el área de refinería casi no se expande porque no hay mucho más crudo disponible, además de que implica inversiones millonarias que el sector privado no está dispuesto a realizar.

Para el periodista de Página 12, Alfredo Zaiat, el nerviosismo de los usuarios es uno de los principales motivos para que esta actividad sea mucha más vulnerable que otras frente a estados de zozobra para la generación de una psicosis social por el temor a mangueras cruzadas sobre el surtidor. “Desabastecimientos temporarios provocan una corrida sobre las estaciones aunque no sea necesaria la carga. Las características de ese mercado tan particular, cuya inestabilidad es un potente generador de malhumor social, requieren de los funcionarios responsables una intervención más activa en su explicación, ampliando la única manifestación de que habrá una pronta normalización”.

El presidente de la Federación Argentina de Expendedores de Nafta del Interior (Faeni), Daniel Giribone, sostuvo que si bien la falta de combustible afecta a todo el país "se ha intensificado considerablemente en el interior", y que el problema "no es coyuntural sino de estructura", por lo que "no hay un horizonte demasiado esperanzador".

El problema, según Giribone, se focaliza en que mientras que se han mantenido los mismos cupos de entrega de combustibles a estaciones de servicio desde 2009 por parte de las petroleras, “el incremento del consumo y el aumento de autos que han aparecido hacen la diferencia”.

“En la medida en que no se explore y se exploten nuevos yacimientos y no se modifique la matriz energética -52% en centrales térmicas solo para generar electricidad- y no se migre a otras fuentes de energía como la hidroeléctrica, nuclear, solar o eólica el problema se agravará”, señaló Mauricio Curetti de la empresa Emepa.



Cuello de botella

El problema crónico de abastecimiento de nafta y gasoil en las estaciones de servicio afecta a la provincia hace casi un año. Las esperanzas del gobierno provincial están depositadas en la prospección de yacimientos de gas y petróleo en el departamento de Malargüe, al sur de la provincia, parte de la misma cuenca neuquina donde recientemente se hallaron reservas gasíferas no convencionales.

“Nunca nuestro país debió dejar de tener el control de los hidrocarburos a través de la compañía estatal YPF. Si YPF no era rentable o estaba mal administrada, se debió realizar otro mecanismo de administración, pero nunca dejar de tener el control. Revertir esta situación no sé si será posible, pero aun ahora las concesiones y la prórroga de contratos de áreas petroleras debería exigir a las compañías privadas que en la medida de que extraigan hidrocarburos además realicen exploraciones e inversiones para tratar de compensar la probable incorporación de nuevas reservas ante la caída de producción actual”, explicó Curetti.

La estrategia a futuro

Los motivos estructurales y de coyuntura que terminaron diseñando el actual escenario de tensión en el mercado de combustibles permiten comprenderlo para poder actuar sobre la emergencia, pero reconoce una razón de origen: la privatización de un recurso estratégico no renovable. Gran parte de la extraordinaria renta del petróleo y el gas sigue siendo absorbida por compañías privadas, lo que plantea un horizonte inquietante a medida que se agoten las reservas.

“Las soluciones a futuro no son de resultados mediatos. La planificación en cuanto a la modificación de la matriz energética en nuestro país ha sido una cuenta pendiente de nuestros gobiernos, los cuales debieron preocuparse en haber "balanceado" la misma y planificar obras de importante infraestructura e inversión.

En el plano netamente hidrocarburífero, en la medida en que no se explore e invierta en la obtención de nuevos yacimientos vamos a estar complicados, más aun cuando esta actividad está atada al precio internacional”, detalló Curetti.

Para la comprensión de la dinámica del mercado de combustible, resulta imprescindible precisar los rasgos de cada uno de los diferentes factores participantes:

Parque automotor
El ritmo de las ventas en las concesionarias a partir de la segunda mitad de la década pasada hizo crecer el parque en un 50 por ciento.

Estaciones de servicio
La cantidad de estaciones de servicio cayó 28,6 por ciento en los últimos diez años, de 6157 bocas de expendio en 2001 a 4399 a fines de 2010.

Producción de petróleo
En 1994, la producción de petróleo fue de 38,7 millones de metros cúbicos, alcanzando su máximo en 1999, con 46,5 millones. Desde entonces, se inició un proceso de retroceso, hasta contabilizar en 2010 una producción de 35,3 millones de metros cúbicos.

Refinería
La actividad de refinación se ha convertido en el cuello de botella del mercado petrolero a nivel mundial. La capacidad de transformación del petróleo está ahora en niveles de la década del ochenta, con las instalaciones funcionando al ciento por ciento.
En Argentina, Repsol YPF cuenta con tres refinerías: La Plata, Luján de Cuyo (Mendoza) y Plaza Huincul (Neuquén). La primera elabora más de un centenar de productos para el transporte e industria. Recibe petróleo por oleoducto y por barco desde las cuencas Golfo San Jorge y Neuquina. Procesa diariamente 29.000 m3/día de petróleo crudo. En Luján de Cuyo procesa hasta 18.000 m3/día de crudo del sur de Mendoza y norte de Neuquén, mientras que Plaza Huincul –ubicada en el corazón de la cuenca neuquina– llega a procesar hasta 4700 m3/día de petróleo.