La peste de los ricos

Por Roberto Follari, epistemólogo, docente y doctor en Psicología.

La peste de los ricos

Foto publicada por latercera.cl

Sociedad

Otras Miradas

Publicado el 06 DE ABRIL DE 2020

Una decepción: la producida por los grandes intelectuales ante la pandemia inesperada. En vez de pensar la singularidad, casi todos han re-encontrado lo mismo de siempre, lo que ya afirmaban antes. En vez de indagar ante una situación que nos conmueve hasta el límite, repiten impávidos lo ya pensado. Así Agamben descubre el estado de excepción, sobre lo que escribió  hace casi dos décadas; Zizek encuentra el "virus revolucionario" que redimirá súbitamente al comunismo (verdadero delirio); Byung-Chul-Han encontrará por enésima vez que el sistema todo lo puede y lo absorbe. Miseria de los intelectuales.

En Argentina, la derecha privatista calló durante semanas, desorientada ante la evidencia de que sólo el Estado protege en circunstancias extremas. Pero ya salió del armario: ahora encontró que "la economía está muy mal". Vaya novedad, como si en medio de un incendio los objetos no se quemaran. Y recomiendan "sabiamente" mover la producción, aunque se mueran más personas por el virus. Primero los números, después la vida. Justo cuando la pandemia produce un parate a la concepción de crecimiento indefinido sobre la cual se edifica planetariamente el capitalismo.

Pero hay otro aspecto destacable en todo esto, y que ha sido menos dicho. Sólo lo lanzó -pero luego se calló ante las críticas- el por otras razones objetado gobernador de Jujuy, Gerardo Morales. Y es que estamos, en la Argentina, ante una enfermedad de "los de arriba" de la sociedad.

No es que los de abajo no se vayan a contagiar: por el contrario, tienen más posibilidades de hacerlo desde el hacinamiento en sus viviendas, hasta la necesidad de ir a trabajar, o de subirse al transporte público. Tampoco es que la aparición del virus en China se diera entre las clases altas de ese pobladísimo país.

Lo que decimos, es que la enfermedad ha sido traída a la Argentina por los que tienen dinero. Los que viajan -o podemos viajar- en avión o hacer cruceros marítimos. La enfermedad hubiera quedado en Europa si los viajeros no la hubierna traído. Y los más pobres no van a Europa.

Poco se dice, pero es así. Las clases acomodadas -que incluyen a los que golpean cacerolas- son el vehiculo de esta peste, que los más pobres reciben sin tener que ver, siendo que son los más golpeados, porque tienen peores condiciones sanitarias.

Ellos son los "negros de mierda", los humillados por los insultos clasistas. Los "vagos, borrachos", los "choriplaneros", los que no quieren trabajar, los que viven de "mis" impuestos, según la leyenda familiar de un importante sector de la clase media. Esa clase media que ha vivido de subsidios en transporte, salud y educación toda la vida, pero no lo advierte ni reconoce. Y que menos aún percibe que los grandes empresarios han estatizado pérdidas siempre, fundiendo al Estado con fugas de capital, coimas para obtener prebendas, paso de sus deudas al erario publico y subsidios millonarios, como el que Macri cedió a Techint en Vaca Muerta.

¿Reconocen los sectores medios y altos su responsabilidad histórica para con la enfermedad? No, seguramente. ¿Y qué insultos no merecerán de parte de aquellos que van a la enfermedad y la muerte por un virus que los de arriba les han traído?

Paradojas de la historia. Esta pandemia que todo lo trastoca, ojalá obligue a algunos a re-aprender sobre sus habituales denuestos, prejuicios y desprecios contra sectores de la sociedad a los cuales, ahora, han perjudicado enorme y letalmente.-
 

coronavirus, intelecuales, oponión,