La ruta de los legajos del D2

Cuál fue el recorrido de los documentos de vigilancia política y social desde el año 1998 hasta nuestros días.

La ruta de los legajos del D2

Detalle de la documentación encontrada en el ex-D2.

Derechos Humanos

La ruta de los legajos del D2

Especiales

Natalia Bulacio

Publicado el 05 DE OCTUBRE DE 2016

El Departamento de Informaciones (D2) de la Policía de Mendoza fue un centro clandestino de detención (CDD), torturas y exterminio. Se puso en marcha en 1974 bajo el mando del vicecomodoro Julio César Santuccione. Allí, los presos políticos y desaparecidos fueron sometidos a torturas y violaciones. Funcionó como centro de vigilancia política y social hasta 1998.

Con la reforma policial, los legajos del D2 fueron a parar al Área de Relaciones con la Comunidad del Ministerio de Seguridad. Los funcionarios de aquel entonces convocaron a los interesados que quisieran recuperar esa información a que retiraran sus legajos personales.

Claudia García, ex subsecretaria de Relaciones con la Comunidad, lo recuerda así: “En ese momento, yo acababa de asumir en la oficina de la Subsecretaría, esto fue luego de la reforma policial con (Alejandro) Cazabán. En el baño estaban los legajos del D2. La decisión fue entrar en conversaciones con la Casa de la Memoria y el MEDH, y decidimos hacer un convenio con la UNCUYO para resguardar la información”. Una resolución que firmó la entonces rectora María Victoria Gómez de Erice convalidó esta decisión y se suscribió un convenio con el Ministerio de Justicia y Seguridad, que fue representado por Leopoldo Orquín.

Por parte de la Universidad, quien tomó el compromiso directo fue Isabel Piñeiro, de la Biblioteca Central y el Sistema Integrado de Documentación (SID): “La UNCUYO era la garantía de cuidado por ser una institución comprometida con los derechos humanos, nos manejamos con mucho respeto”. Después de que la noticia ganara visibilidad y de que se conociera públicamente que la Universidad iba custodiar de los legajos, Piñeiro recibió llamadas intimidatorias con una larga lista de insultos, que terminaba con un "comunista hija de puta". “Evidentemente había gente a la que le molestaba que la UNCUYO cuidara con tanto empeño esa documentación”, sostiene.

Por su parte, Susana Muñoz, presidenta de la Casa de la Memoria, aseguró que habían sido convocados para decidir qué se hacía con esa documentación. Muñoz es referencia en materia de lucha por los derechos humanos. Ex presa y exiliada, agregó que “o la recibíamos o la quemaban. De común acuerdo, decidimos que, como en la Casa de la Memoria no teníamos lugar, se trasladaría a la Universidad para que la custodie”.
 

La ruta de los legajos del D2, el especial documental de Señal U

Fue así como se puso en marcha la camioneta del Ministerio y autos personales de la gente que integra los diversos organismos de derechos humanos, rumbo al predio universitario ubicado en el Parque General San Martín. Los documentos llegaron al lugar comúnmente llamado “la perrera”, edificio que se encuentra muy cerca de la Facultad de Ciencias Médicas. Allí permanecieron tirados en el piso y luego fueron ordenados en estanterías y por orden alfabético.

“Durante cuatro largos meses estuve tratando de entender la lógica de lo que es el espionaje”, dijo Susana Muñoz, quien fue la encargada de manipular y organizar esa documentación. Entonces descubrió que había miles de fichas, recortes periodísticos, informes y legajos. “El legajo es el expediente donde están los datos personales y al final está dividido en actividades políticas, gremiales o estudiantiles. Los informes estaban firmados por Tito o Cacho, son esos dos nombres los que aparecen en todos los legajos. Vigilaban a todos los políticos demócratas, radicales, justicialistas. Nos vigilaban a todos”, sentencia. Muñoz ordenaba y leía todos los legajos pero no lograba dimensionar su importancia hasta que empezó la Megacausa y el fiscal Dante Vega comenzó a pedirle material.

Después de clasificar y ordenar pacientemente la documentación, Muñoz estableció relación con el Archivo Nacional de la Memoria. A partir de entonces, vinieron funcionarios que sugirieron presentar los legajos a la Unesco para que fueran declarados patrimonio de la humanidad. Por ello se hacía urgente digitalizarlos para poder subirlos a la plataforma. Y así se hizo.

“Cuando entré a trabajar en el Observatorio de Derechos Humanos, iniciativa en conjunto de la Unión Europea y la Secretaría de DD. HH. de la Nación, se instaló el Observatorio al lado del D2, y de esa manera se comenzó con el proceso de digitalización. Porque las cosas, cuando tienen que pasar, pasan”, sostiene la expresidenta de la Casa de la Memoria. Con la ayuda de muchos estudiantes se hizo la digitalización parcial. Sólo los legajos han podido escanearse. Faltan biblioratos, los partes y otra información que se da por perdida porque es la que se hacía por fax, y con el paso del tiempo se volvieron ilegibles.

Los legajos están en buen estado, en general. A principio de este año, Memoria Abierta los revisó y sugirió limpiarlos y ponerlos en cajas para su protección. La compra de contenedores ya fue efectuada por la Subsecretaría de Promoción de DD. HH.

¿Cómo continuará la historia, ahora que el D2 pasará a estar a cargo de los organismos de DDHH? Muñoz se apura a contestar: “Dependerá de los organismos. Nos ha costado mucho sacrificio pero vamos a seguir. Si el gobierno de turno nos ayuda, recibimos toda la ayuda; si nos da la espalda, nos pondremos en la vereda de enfrente a cascotearlos, pero hay que conseguir las cosas, mantener la memoria. Se puede”.
 

¿Qué fue y que será del D2?

En marzo de 2014, mediante el decreto 499/14, el Gobierno provincial dispuso la transferencia del Palacio Policial al Poder Judicial y a la Subsecretaría de DD. HH. de la Provincia, encargada de refuncionalizar el área del ex-D2 como Espacio para la Memoria de Mendoza. La entrega efectiva se realizará el sábado 12 de septiembre a las 10.00 con un acto que reivindica la lucha de los organismos por los derechos humanos.


Claudia García, decana de la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales, ex subsecretaria de Relaciones con la Comunidad:

“El D2 fue un lugar oscuro y después de los juicios, que vas conociendo qué pasó fehacientemente en él, es el espacio más oscuro y doloroso que tiene Mendoza. Que a partir del sábado se lo pueda resignificar va a ser muy importante para todas las generaciones que no vivieron eso”.

Isabel Piñeiro, exdirectora de la Biblioteca Central y del SID:

“El D2 es un edificio que la Policía de Mendoza usaba para una función espantosa. Hoy siento una profunda emoción, porque están sucediendo muchas cosas en materia de derechos humanos. Ojalá podamos entender que el Espacio de la Memoria va a ser un lugar de alegría. Los organismos de DD. HH. se merecen todo nuestro reconocimiento”.

Susana Muñoz, expresidenta de la Casa de la Memoria:

“Yo no estuve en el D2 de acá, pero hubo centros de exterminio en todo el país. Podías salir en libertad, podías ir a una cárcel o podías morir. Un lugar de horror. Queremos que un lugar espantoso deje de serlo y sea un lugar educativo, donde haya exposiciones de arte, obras de teatro, como sucede en Córdoba, Rosario, Trelew. Que puedan ir las escuelas y una les explique cuál fue el plan de exterminio”.


“La ruta de los legajos”

El canal de la UNCUYO, Señal U, realizó para la ocasión un especial sobre el camino que recorrieron estos documentos:

 

 

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