La puja de poderes, contada por Víctor Hugo

El papel de los medios públicos en la vida democrática se comprende mejor en su aspecto político cuando se analiza su contraparte, el conjunto de los medios hegemónicos concentrados.

La puja de poderes, contada por Víctor Hugo

Fotos: Gobierno de Mendoza

Sociedad

Unidiversidad

Elizabeth Auster

Publicado el 14 DE NOVIEMBRE DE 2014

La confrontación entre los medios hegemónicos y el gobierno nacional en relación con la comunicación (entendida por este último como servicio público y derecho humano) cobró un nuevo impulso a fines de octubre y principios de noviembre con la presentación, por parte del Poder Ejecutivo, del proyecto de ley "Argentina Digital", orientado a avanzar hacia la convergencia digital. Para entender lo que se juega en esta disputa, vienen a cuento algunas reflexiones del periodista Víctor Hugo Morales, autor de Audiencia con el diablo, durante su participación en la Feria del Libro de Mendoza.

 
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Una búsqueda que atraviesa el mundo
 
"Estamos discutiendo en todas partes qué mundo queremos. Esto no es solo de los argentinos. Si ustedes miran las elecciones en Brasil, en Uruguay, verán que siempre la división es por mitades. Si piensan en los Estados Unidos, el supuesto paraíso capitalista, se dan cuenta de que, apenas un presidente quiere ser un poco más inclusivo, llevar a cabo una ley que tiene que ver con medicina para todos, como podríamos llamarla, lo acusan de comunista o de socialista. Esa es la tajante división que hay en el mundo, que algunos quieren de una manera neoliberal, de la libertad de mercado que, para muchos, visto de otro lado, es una salvajada; el que llegó primero, no se sabe cómo llegó primero. Hay quienes dicen: 'Vamos a tener que hacer algo para que esto sea un poco más justo, yo quiero estar incluido en ese mundo del que ustedes decidieron dejarme afuera hace muchos siglos'. Esto se traslada a toda América Latina".
 
"Es un mundo en el cual 2000 personas son dueñas de lo que 3500 millones de personas no tienen. En ese mundo tan desigual, tenemos a Carlos Slim, con un poder cuyo producto bruto interno supera al de 127 países. Cada uno de esos países es menos rico, tiene menos capital y posibilidades que una sola persona en el mundo. Este es el mundo de los que viven con las apuestas de los bancos porque la plata se convirtió en algo que no siempre sirve para producir, que sirve para hacer más dinero y volvernos absolutamente locos. Locos desde adentro, porque timbean, juegan, empujan por sus intereses, con el resultado que conocemos muy bien". 
 
"Una de las cosas más cínicas que nos ocurren es que se hable de los fracasos de los criterios inclusivos de aquellos que pugnan por salir a flote e integrar a los pueblos, cuando, si hay algún fracaso, tiene que ver con el choque violento que se produce entre las ideas inclusivas y las leyes neoliberales con las que hay que luchar, hechas por los que tenían el dominio económico, de los medios, político, en épocas en las cuales decían que estaba muy bien que alguien tuviese 2,5 millones de hectáreas de campo y los demás, nada. De vez en cuando, para castigar a los gobiernos inclusivos, dicen: '¿Pero qué hicieron con la pobreza, si cada vez hay más desigualdad, si todavía nos vamos a encontrar con una pobreza mayor?'. Lo cual no es verdad, porque si seguimos manejándonos con las leyes de ellos, que son las leyes capitalistas, por supuesto que no va a ser fácil sacar a flote a todos los que tienen necesidad de vivir en un mundo un poco más igualitario".
 
 
Audiencia con el diablo: el fútbol como símbolo
 
"El libro ha vendido 30 mil ejemplares impresos y hace unas semanas salió la quinta edición. Es algo inesperado a lo que le puse la vida, tratando de hablar de mis sueños, que seguramente coinciden con los de muchos de ustedes. Tanto ha andado el libro, gracias a los que han podido comprarlo, que yo lo leo habitualmente por radio, y algún día lo vamos a poner íntegramente en Internet, cuando pueda negociarlo con la editorial, para llegar, para que todos accedan a estas ideas. Las consecuencias son las que ustedes han podido apreciar: la confrontación con el poder diabólico que tienen los medios hegemónicos ha sido un ejemplo, en mi caso, de lo que pueden hacer con cualquier persona en la vida del país si es que está en la vereda de enfrente de su manera de manejar el mundo, con un tinte absolutamente mafioso".
 
"Llevo muchos años luchando por el Fútbol para Todos. Democratizar algo es permitir que todos podamos acceder. La pelea por el fútbol se conecta con la Ley de Medios y con la calidad de vida, muy baja, a la que ellos nos quieren someter. Cuando Julio Grondona, desde la AFA, les entregó el fútbol casi gratuitamente, lo usaron no solamente para hacer su negocio, vendiéndolo a las poquitas personas que lo veían, unas dos o tres millones. Además se fueron quedando con todos los medios de comunicación del país. Iban a ciudades donde había dos canales, el A y el B. Elegían el canal B, ponían ahí el fútbol por muy poco dinero y se fundía el canal A; entonces compraban el canal A y ponían ahí el fútbol, con lo que se fundía el canal B y también lo compraban. Así llegaron a tener los 300 canales. Uno dice que son mentirosos, mafiosos, y ¿a cuántos llega? Ellos llegan a 30 millones apretando un montón. Yo debo tener 300 mil oyentes  a la mañana y otros 300 mil en Bajada de línea. La diferencia ni siquiera es de opinión, no es de pensamiento, es de calidad de la información".
 
"Cuando yo empecé  a ver en los 90 lo que hacían con el fútbol, vi cómo se lo quedaban, mafiosamente daban protección a unos y castigo a otros, el dirigente que pataleaba lo pagaba muy caro y los obedientes tenían protección. ¿Qué logró esa protección? Que las instituciones se enfermaran. Las barras bravas no se pelean como lo hacían antes, para mostrarse más guapos en nombre de ese machismo que tanto daño nos ha provocado: supieron lo que pasaba en los clubes, con los pases, los negocios, los negociados, y empezaron a pedir la parte de ellos. Cuando a unos les daban y a otros no, empezaron a pelearse. Recuerden cuando se mataron en los quinchos de River. ¿Cuál era el papel de Clarín, de Torneos y Competencias que, maldita sea, hoy está metida en el Fútbol para Todos, haciendo no se sabe qué? Les daban protección a esos dirigentes. Enfermaron el fútbol con sus criterios mafiosos. Aquí no importa el carácter moral. Es mafioso el que ellos dicen, no el que lo es". 
 
 
El poder político se enfrenta con el poder real
 
"Se quedaron con todo y el poder se convirtió en algo asfixiante para la vida del país. Entonces apareció la Ley de Medios, como consecuencia de una confrontación en la que por fin el poder político sintió que estaba fuerte. Me refiero al poder de Néstor Kirchner. El poder real, que había conseguido cosas de Kirchner como lo había hecho de todos los presidentes, quería más y más. Por una vez el poder político se sintió más fuerte y le dijo: 'No, esta raya no la vas a pasar'. Se produjo la confrontación más bendecible de la política argentina porque, como nunca se sabe en qué sociedades vivimos y cuáles son los factores de poder, los periodistas pensábamos hace años que el poder al que había que enfrentar siempre era el poder político. Pero al lado del poder real, es lo que es. El poder político implantó una ley de democratización, de equilibrio de fuerzas; el poder real dijo 'No'. Han pasado cinco años de esa votación en la que caían papelitos picados de los balcones del Senado. Fue el 10 de octubre de hace cinco años. Cuatro años estuvieron con una historia que empezó aquí, en la ciudad de Mendoza, la de las cautelares. Me acuerdo del diputado Thomas, de la jueza y de uno de los camaristas que le dio la razón, de apellido Romano. Ya se sabe que ellos se quedaron con Papel Prensa, robándoselo a precio vil a quienes lo tenían, por medio de los militares, el hostigamiento y la tortura; primero como amenaza y después como realidad. Como el Fútbol para Todos, Papel Prensa les permitió comprarse el país. Es el único país del mundo donde dos diarios son dueños del papel que tienen todos los otros diarios y revistas para editarse".
 
"La frase 'Lo más democrático es que el que quiera ver fútbol, pague', trasladada a otros órdenes de la vida, muestra lo que no quieren. Hubo años en los que no había ni una sola escuela nueva y de pronto se hacen 1700. Eso no le gusta al neoliberalismo, porque las diferencias se establecen a través de la educación. Si ellos tienen los mejores colegios, los mejores profesores, cada vez van a estar más separados del resto del pueblo. Como tienen el poder, podrán imponer sus candidatos".
 
"Magnetto puede llegar a poner el próximo presidente, tiene dos candidatos y medio. Este señor le dijo el 12 de junio de 1989, reunido en La Rioja con Menem, al emisario de Alfonsín, Rodolfo Terragno, que Alfonsín ya era un estorbo. ¿Qué le estaba diciendo Magnetto a Menem? Que había que privatizar, salir del Estado. Le dictaminó lo que tenía que hacer. Por eso Menem traicionó aquello del salariazo y la revolución productiva, porque se lo pidió el hombre que lo podía voltear en dos semanas. Son tan impunes y sinvergüenzas que la primera privatización fue para Canal 13. El día que asumió Menem, el 8 de julio, Magnetto desembarcó solapadamente en Canal 13 para echar gente, 400 personas, para tomar más flaco el canal, al que accedieron por la mitad del precio de Telefe. El doctor Alfonsín no les quería dar Radio Mitre, aunque dicen que se lo había prometido (si lo prometió, lo bien que hizo en no cumplir; por eso lo voltearon); ahí también entraron de manera ilegal, porque no tienen problemas con la ilegalidad que sí denuncian en otros. En la reunión con Menem consiguieron los dos medios".
 
"Los hermanos Saguier, desde La Nación, construyeron una imagen mía de estricto hombre del gobierno. Yo podría contarles una larga lista de cosas en las que discrepo con el Gobierno, porque trato de mantener mi libertad. Pero entre los que quieren incluir a todos y los que la quieren toda para ellos, yo tengo muy claro de qué lado de la vida estoy. A La Nación de los hermanos Saguier, expertos en abusar del Estado, en sacar dinero del país a través de Delaware, con su empresa localizada en las Islas Vírgenes Británicas, es decir, una empresa off-shore, destinatarios de préstamos por decenas de millones de dólares para una empresa cuya configuración se desconoce, con muñeca para zafar de la justicia de los cargos por evasión, los han acusado de mentirosos desde los fondos buitre hasta el Papa".
 
"Marcelo Tinelli cayó en la volteada. Cuando parecía ser el número uno de por vida, decidió irse del Grupo Clarín y lo atacaron. Junto a La Nación, el grupo anunció que Tinelli iba a asociarse en unos pozos de petróleo con Cristóbal López y en enero los presentaron vinculados en el negocio de las apuestas online. La Nación estaba apoyando a Clarín en su persecución al conductor por su presunta desobediencia cuando creyó tener el derecho de trabajar donde quisiera. Siempre establecen la asociación de ideas en sus lectores: si López, que es cercano al gobierno, es malo y en las apuestas online hay algo espurio, Tinelli es cómplice. Se puede imaginar que Tinelli resolvió quedarse en el grupo por temor a las represalias. Se trató de estigmatizar la personalidad de Tinelli porque se les estaba escapando, o eso parecía".
 
 
Una relación ética con el público
 
"Hay gente que tiene la obligación de ser de determinada manera con el público. Gente del programa 6,7,8 puso en el micrófono el cubo de la CNN cuando fue a una demostración en Plaza de Mayo. Pensaban que si iban con el cubo de 6,7,8 nadie les iba a responder. El propio panel del programa se criticó mucho, porque de este lado tenemos un acuerdo por el cual no podemos pasar ciertas líneas. Estamos dentro de un cepo mientras que ellos pueden decir cualquier cosa. 'Ellos' son los diarios Clarín y La Nación, que están en las manos de las personas más corruptas que tiene la Argentina. Ellos son los evaluadores de quienes confrontan con ellos. En consecuencia, siempre están esperando el famoso escrache".
 
"Me preocupa que los mensajes de los grupos hegemónicos, que siempre llevan una mentira en el vientre, puedan ser creídos por la gente que a mí me importa, porque hay otra gente que, en el nombre de su odio, de su confrontación, está dispuesta a creer. Es más, creo que juegan a 'Mentime, que me gusta'; los otros juegan a creerles y los medios deciden mentir. A un periodista que tiene mi llegada, que para nada alcanza la penetración que ellos tienen, le dedican esa atención y ese tipo de mentiras. ¿Se imaginan cómo es con los que confrontan de verdad, desde establecer políticas públicas que no están de acuerdo con el neoliberalismo que ellos defienden? Es enloquecedor que mientan sobre gente que no tiene la posibilidad de defenderse públicamente como yo, que por eso les doy la chance de hacerlo ante quienes puedan escucharme, para rebatir esas mentiras. La lucidez y la información son nuestras únicas defensas". 

Fuente: Edición UNCUYO

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