En Mendoza se vive más, pero con peor calidad de vida

Así lo aseguró el director de Atención de Adultos Mayores, Aldo Sebastián Sáez. La necesidad de un cambio cultural y de políticas públicas acordes con la problemática.

En Mendoza se vive más, pero con peor calidad de vida

El 10,3 % de los mendocinos tienen 65 años o más, según el censo. Foto ilustrativa tomada de seguimosinformando.com.

Sociedad

Unidiversidad

Verónica Gordillo

Publicado el 18 DE OCTUBRE DE 2016

Los adultos mayores mendocinos siguen la tendencia nacional: viven más años, pero tienen una mala calidad de vida. Así lo aseguró el director de Atención de Adultos Mayores, Aldo Sebastián Sáez, quien recalcó que esta realidad se profundizará y que es necesario que la sociedad tome conciencia del problema.

El fenómeno del envejecimiento poblacional es una realidad en Mendoza. Lo muestran las estadísticas, pero también se palpa en cada uno de los hogares estatales donde viven los varones y mujeres que no tienen una familia que los contenga y en la apertura, sin demasiados controles, de centros privados.

Sáez aseguró que desde hace años se repite la misma situación: los adultos viven más años, pero en peores condiciones de salud. “Como sociedad y como Estado debemos reflexionar sobre este tema y poner en marcha políticas públicas acordes”, consideró. Y fue crítico al asegurar que aún falta mucho por hacer.

Mendoza cuenta con siete macrohogares para los ancianos y 21 minihogares, donde pueden vivir los adultos que tienen autonomía, es decir que se pueden desplazar solos y que tienen una vida integrada al barrio. Sólo como una muestra de la problemática, Sáez explicó que el 98 % de las personas que vive en el hogar Santa Marta (el más grande, ubicado frente al Parque General San Martín) no puede movilizarse y necesita asistencia permanente, algo que no ocurría años atrás. El funcionario explicó que en los últimos años debieron convertir ese hogar casi en un microhospital, por la complejidad de las afecciones que tienen las mujeres y varones que viven en el lugar.

Sáez comentó que otro dato a tener en cuenta es que los macrohogares (donde los adultos tienen atención permanente) están completos, mientras los minihogares, donde pueden vivir los que tienen autonomía, tienen pocos habitantes.

“La generación que llegó a la ancianidad y las que siguen no lo harán en las mejores condiciones de salud y de vida, y esto es algo que debemos analizar”, explicó el funcionario.

Para él, se conjugan varios factores para que las personas vivan más años pero en peores condiciones; entre ellos, la forma en que vivimos nuestra vida activa, el estrés, la mala alimentación. En suma, la falta de atención a la salud integral.
 

Envejecimiento poblacional

El envejecimiento poblacional es un fenómeno mundial que se replica en Argentina, según los resultados del último censo nacional de 2010. El sondeo determinó que el 10,2 % de los ciudadanos tiene 65 años o más, es decir que en Argentina viven 4 104 648 personas mayores de 65 años, de las cuales 2 430 506 son mujeres y 1 674 142 son varones.

Los resultados del censo mostraron que en el interior de la provincia de Buenos Aires y en Santa Fe, La Pampa, Córdoba, Buenos Aires, Entre Ríos y Mendoza, el porcentaje de población adulta supera al total del país, en tanto Tierra del Fuego, con el 3,8 %; Santa Cruz, con el 5,3 %; y Misiones, en tercer lugar con el 6,3 %, son las provincias con menor proporción de personas mayores. 

En Mendoza, el porcentaje de población adulta mayor es del 10,3 %. Aquí viven 178 378 personas mayores de 65 años, de las cuales 103 442 son mujeres y 74 936 son varones.



Un problema social

Sáez explicó que la sociedad y el Estado deben tomar conciencia del problema porque consideró que estamos lejos de venerar a los adultos y que es necesario poner en marcha políticas públicas acordes con esta realidad. El funcionario comentó que desde la Dirección impulsan programas promocionales porque uno de los problemas de los adultos es la falta de actividades, de relaciones sociales, de integración a la vida familiar y barrial.

El funcionario explicó que el derecho que más se vulnera a los adultos mendocinos es el de la autonomía: aun cuando existe una familia presente, estas personas quieren decidir sobre la vida del adulto mayor, sus actividades, sus casas, como si no pudieran hacerlo ellos mismos.
 

Un barrio amigable

Sáez comentó que Mendoza es la segunda zona del país (luego de La Plata) que firmó un convenio con la Organización Mundial de la Salud (OMS) para participar de un proyecto de ciudades amigables con los adultos. Actualmente, en los seis municipios del Gran Mendoza se está realizando un diagnóstico de los problemas que afectan a los adultos, sobre la base del trabajo con grupos focales. En ese espacio, los mayores responden sobre los inconvenientes relacionados con la infraestructura, la recreación y todo lo que afecte su desenvolvimiento diario.

En diciembre estarán listos los resultados y la intención es poner en marcha una prueba piloto de mejoras en dos barrios de alguno de los municipios del Gran Mendoza.

Sáez explicó que muchas de las mejoras no implican grandes inversiones sino más bien coordinación para su resolución. Y dio algunos ejemplos, como mejorar las veredas en los barrios para que los adultos puedan caminar sin miedo o acercarles más propuestas recreativas, muchas de las cuales están relacionadas con algunos de los más de cien centros de jubilados que existen.

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