Puro dato: consultá aquí el mapa de la discriminación en Mendoza

¿Qué es la discriminación para los mendocinos? ¿Cómo la perciben? ¿La combaten? ¿Quiénes la padecen más? A estas preguntas responde el Mapa de la Discriminación 2013 que elaboró Inadi junto a la UNCUYO, con el fin de sumar herramientas de cara a la construcción de una sociedad igualitaria.

Puro dato: consultá aquí el mapa de la discriminación en Mendoza

El titular del INADI, Pedro Mouratian en la presentación oficial del informe. Los gráficos (abajo) son gentiliza del equipo de la UNCUYO que llevó adelante la investigación coordinada por la Lic. Vanina Giraudo.

Sociedad

Unidiversidad

Penélope Moro - Foto: Axel Lloret

Publicado el 03 DE JUNIO DE 2014



El Instituto Nacional Contra la Discriminación y la Xenofobia (Inadi) y la Universidad Nacional de Cuyo (UNCUYO) indagaron durante 2013 sobre 800 casos distribuidos en 120 áreas urbanas de la provincia, que fueron abordadas como una unidad. Para la selección de la muestra se utilizaron los datos del censo 2001, los disponibles por el gobierno al momento de desarrollarse la encuesta. 

Además de analizar las experiencias de discriminación que atraviesa la población mendocina, el trabajo examina las percepciones y representaciones sociales que coexisten en relación con la problemática. Se tienen en cuenta con el mismo nivel de importancia, ya que son patrones que permiten conocer los ordenadores sociales que operan en la generación de situaciones de discriminaciones concretas, heredadas o provocadas por factores culturales, explicó el director de Políticas contra la Discriminación del organismo, licenciado Pablo Roma, a Edición UNCUYO.

Este tipo de trabajos exploratorios que se realizan anualmente en todas las provincias del país, permite profundizar el conocimiento acerca de los núcleos en los que la sociedad continúa imponiendo, a veces de maneras más encubiertas que otras, los modelos de negación, desprecio y rechazo social. El análisis es central para develar y actualizar las nuevas problemáticas sociales relacionadas con conductas discriminatorias que varían en tiempo y espacio, para construir o mejorar políticas públicas de ampliación, visibilización y apropiación de derechos por parte de toda la ciudadanía. 


Los números de las percepciones
En base al análisis de las percepciones, los resultados indican que Mendoza no se aleja de la media nacional en cuanto al nivel de importancia que atribuye a la discriminación en tanto problema social. El 53 por ciento de los mendocinos le otorga un alto grado de importancia y el 29 por ciento la interpreta como medianamente importante, mientras que el 11 por ciento y el 6 por ciento restantes le dan baja y ninguna importancia, respectivamente.

Roma asegura que estos indicadores son positivos porque se traducen en la “internalización” de la situación de la discriminación por parte de la ciudadanía argentina y provincia, es decir,  existe una asimilación social de la temática.

Al igual que en el plano nacional, en lo que hace a la opinión sobre el tipo de falta que es la discriminación, prevalecen en Mendoza las consideraciones que la relacionan con la falta de educación en el 54 por ciento de las opiniones; con la violación de derechos humanos, el 39 por ciento; con una cuestión moral el 36 por ciento; como delito común, el 18 por ciento, y el 7 por ciento la vincula con una cuestión de poder. De aquí se destaca que, en Mendoza, la cuestión moral supera ampliamente a la que se le atribuye a nivel nacional lo que, según Roma, marca un significante de la especificidad local, ya que es la única categoría en la provincia que aumenta con respecto a la media nacional (ver gráfico N.° 1).

Gráfico N.° 1. Opinión sobre qué tipo de falta es la discriminación


Sobre la pregunta acerca de qué es la discriminación, el 48 por ciento del total del país respondió que se corresponde con la “marginación y la exclusión de las personas” y el 40 por ciento interpreta que es “considerar inferior, faltar el respeto o juzgar”. El destacado es que en Mendoza el resultado se invierte: el 52 por ciento opinó que discriminar es considerar inferiores a los demás, faltarles el respeto, juzgarlos y maltratarlos, mientras que el 34 por ciento la relaciona con el rechazo y la marginación.

En este punto, el sociólogo explicó que se presentan dos universos simbólicos de entendimiento distinto. En el resto del país, quizá por la fuerte presencia de sectores sociales más excluidos y de conflictividad social profunda sobre todo en la provincia de Buenos Aires– se  vincula a la problemática directamente con la negación del otro. En Mendoza, la mirada distinta que aparece es la jerarquización sobre el otro: “No de excluirlo, sino de marcarle la diferencia”. Para Roma, es posible que este indicador hable de que la mendocina es una sociedad mayormente ordenada con ciertas jerarquías tradicionales. 
Con respecto al resto de los universos de interpretación que se presentan sobre el tipo de falta que es la discriminación, expuso que la falta de educación y la cuestión moral pueden unirse en uno solo, ya que ambos se vinculan con los viejos imaginarios sociales que subyacen en Argentina y que en los momentos de crisis emergen: “La educación es llamada a salvar  todos los  problemas del país. Pero no se trata de una educación sujeta necesariamente a la escolarización, sino que tiene más que ver con las tradiciones y formaciones familiares desde una construcción moral”. Es por eso que se torna en un dato el alto porcentaje que le atribuyen los mendocinos a la cuestión moral.

Otra situación es aquella que la vincula con una situación de violación de los derechos humanos y con un tema de poder. Es posible que en las respuestas que seleccionan estas categorías esté operando toda una etapa de ampliación y reconocimiento de derechos por la que atraviesa Argentina, y una marcada identificación de la situación discriminatoria como problema de avasallamiento de derechos humanos, analizó Roma.

En relación con los niveles de percepción que existen acerca de cuánto se discrimina en la provincia, desde el Inadi dieron cuenta de que el 85 por ciento de los mendocinos opina que se discrimina mucho o bastante. El dato es además sintomático de lo que sucede en el resto del país: a todos los encuestados les parece que en su provincia se segrega más. En general, son las mujeres las que mayor importancia otorgan al tema: las mendocinas se la atribuyen en el 90 por ciento de los casos, en tanto que los mendocinos lo hacen en el 83 por ciento.

Otro aspecto destacable del mapeo en el que el Pablo Roma hizo hincapié se refiere a las diversas valoraciones que presenta el problema de la discriminación según las franjas etarias. (Ver gráfico N.° 2). Los grupos históricamente marginados, como los jóvenes, son los que mayor conciencia presentan sobre la problemática. En Mendoza, más del 90 por ciento de las personas de entre 18 y 29 años entiende que en su lugar se discrimina mucho o bastante. En los encuestados de entre 60 y 74 años, la cifra desciende al 65 por ciento. 

Gráfico N° 2. Percepción sobre el nivel de discriminación en Argentina según edad.

Los números de las experiencias

El 70 por ciento de los mendocinos asegura haber vivido discriminación: el 9 por ciento la sufrió a nivel personal, el 34 por ciento presenció hechos discriminatorios y el 27 por ciento padeció ambas situaciones. El índice general de Mendoza supera en el 5 por ciento al nacional, otro dato que Roma pidió tener en cuenta en lo que respecta a la realidad particular de la provincia.

En cuanto a los niveles de experiencias de discriminación según franjas etarias dentro de la provincia, el mapa de Inadi señala que los jóvenes no solo son los que mayor percepción presentan sobre la problemática, sino que además son los que más la experimentan. De cada 100 personas de entre 18 y 29 años encuestadas, 76 dijo haber sido discriminada en algún momento. Aun así, el director de Políticas del organismo advirtió sobre el nivel de discriminación que sufren los adultos mayores de Mendoza (ver gráfico N.°3).

Los tres principales motivos de rechazo social que señalan los jóvenes mendocinos tienen que ver con el aspecto físico, el color del piel, la nacionalidad (o por ser migrantes) y por obesidad o sobrepeso. Mientras que en el caso de los adultos mayores, la principal causa se vincula con el nivel socioeconómico y luego siguen el color de piel, la nacionalidad o la presencia de alguna discapacidad. 



Gráfico N.° 3. Experiencias de discriminación en Mendoza según edad.

En general, las causas centrales por las que se discrimina en Mendoza coinciden con las del mapeo nacional, aunque con algunos matices: el primer motivo en la provincia es el de ser migrante, en tanto que en el resto del país lo constituye la condición socioeconómica, que ocupa el tercer lugar en el plano local. También se advierte que los mendocinos le atribuyen gran importancia al aspecto físico a la hora de valorar a las personas, pues el indicador correspondiente supera en 8 puntos porcentuales al dato nacional (ver gráfico N.° 4). 

Luego siguen las discriminaciones por color de piel, obesidad o sobrepeso, discapacidad y orientación sexual. Solo en la condición de discapacidad, la provincia disminuye (aunque mínimamente) en relación con el índice del resto del país; aun así, vale recordar que este aspecto, en el caso de los adultos mayores mendocinos, se encuentra entre los principales motivos de la problemática. 



Gráfico N.° 4. Principales tipos de discriminación experimentada.


Aunque con distintos porcentajes, en Mendoza coinciden con los de la media nacional los principales ámbitos donde se experimenta o presencia discriminación (ver gráfico N.° 5). La escuela, el trabajo, la vía pública y la entrada de los boliches encabezan la lista de los espacios que son señalados por los ciudadanos como ámbitos discriminatorios. 

El estudio general del Inadi presenta además un análisis donde relaciona tipo de discriminaciones experimentadas con ámbitos. Por ejemplo: en las escuelas o universidades coexisten de igual manera todos los tipos de discriminación presentados en el cuadro anterior, mientras que en el ámbito laboral se segrega especialmente por ser migrante, obeso o tener sobrepreso, y en relación con el nivel socioeconómico. El color de piel y la discapacidad son las principales causas de rechazo social en las calles mendocinas. 


Gráfico N.° 5. Principales ámbitos de discriminación experimentada.


El sociólogo Pablo Roma explicó que el estudio realizado por 27 universidades nacionales junto al Inadi también contiene el análisis sobre los niveles de conocimiento de la población acerca de las normativas y los avances legislativos de los últimos años en materia de derechos sociales, lo que constituye una herramienta central en el combate contra la discriminación.

En relación con este punto, celebró que los niveles de conciencia sobre las normativas sean relativamente altos en la provincia y en el resto del país, lo que se traduciría como un avance cultural que busca encaminarse y consolidarse.

En concreto, en Argentina y en Mendoza, 54 de cada 100 personas encuestadas, especialmente varones, dijeron conocer la Ley Nacional Contra la Discriminación vigente. Se destaca que, a mayor nivel educativo y económico alcanzado, mayor conocimiento de la legislación.

Como se aprecia en el cuadro siguiente (ver gráfico N.° 6), dentro de los tres avances normativos más conocidos por la sociedad mendocina se encuentran la Asignación Universal por Hijo, la Ley de Matrimonio Igualitario y la Ley Nacional de Protección Integral para Prevenir, Erradicar y Sancionar la Violencia contra las Mujeres. Al comparar los resultados locales con los nacionales, se advierte que, si bien el orden asignado a las legislación es el mismo, Mendoza presenta mayor grado de conocimiento de las mismas.

Gráfico N°. 6. Nivel de conocimiento de la normativa de derechos.

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