El Ministerio de Economía de la provincia informó que Mendoza tendrá el primer gasoducto virtual de Argentina sin emisiones de dióxido de carbono (CO2). La obra se ubicará en Uspallata y podrá proveer el combustible también a localidades alejadas sin la necesidad de extensas redes.

En este sentido, la tarea será realizada por la Empresa Mendocina de Energía (Emesa), que ampliará la red de gas natural licuado (GNL) y permitirá que Uspallata se convierta en el primer polo de energía limpia del país.

A la vez, la provincia cuenta con la tecnología para procesar este tipo de gas, que se somete a un proceso llamado “licuefacción”, es decir, queda en estado líquido y a una temperatura de más de 160 grados bajo cero, y ocupa menor volumen que en estado gaseoso. La ventaja del GNL es que es la mejor alternativa para transportar reservas remotas y aisladas hacia cualquier punto, lo que ahorra kilómetros de red de gas y cuida el medio ambiente.

En el caso de Uspallata, una vez que el GNL sea transportado por ruta hacia la villa cordillerana, se almacenará en depósitos de última tecnología que volverán el líquido congelado a estado gaseoso y lo inyectarán a la red domiciliaria. Con este método, se construye una red de distribución solo en la localidad que lo necesita y no es necesario hacer kilómetros de cañerías desde puntos remotos, lo que garantiza energía limpia, más federal y disponible para poblados alejados.

Mendoza y el acuerdo de París

Con la ampliación de la red de este tipo de combustible, que reduce el monóxido de carbono y no genera partículas de hollín, Mendoza cumple con los Acuerdos de París sobre el Cambio Climático, que tienen como objetivo reducir la emisión de gases de efecto invernadero para frenar el calentamiento global.

“Ambientalmente, este recurso es incluso más óptimo que los paneles solares por la capacidad de dar energía a los hogares y combustible menos contaminante al transporte pesado. Al mismo tiempo, vamos a satisfacer la demanda residencial de localidades que tienen serios problemas de abastecimiento”, aseguró el director de la Empresa Mendocina de Energía, Pablo Magistocchi.

Además, en 2019, Mendoza puso en marcha los primeros seis camiones de Argentina que circulan con GNL, que además de contaminar la mitad que el gasoil y no producir hollín, ahorra el 50 % de los costos de fletes.

Los vehículos se cargan en Anchoris, donde una UTE entre la Empresa Mendocina de Energía y la empresa argentina Galileo puso la primera “estación de carga GNL” de lo que en un futuro será llamado “corredor azul”.

Los camiones con GNL generan menos ruido y menos contaminación. Hoy, las seis unidades propulsadas a GNL son además parte del gasoducto virtual que transporta el gas desde los pozos donde se produce.