Mubarak presentó su renuncia en Egipto

"El presidente Mohamed Hosni Mubarak decidió renunciar a su cargo de presidente de la República y ha encargado al Consejo Supremo de las Fuerzas Armadas administrar los asuntos del país", dice textualmente un breve mensaje emitido por el vicepresidente Omar Suleimán. El pueblo, que ocupa las calles hace 17 días, explotó de alegría.

Mubarak presentó su renuncia en Egipto

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Unidiversidad

Publicado el 11 DE FEBRERO DE 2011

El vicepresidente de Egipto Omar Suleiman anunció que el presidente Hosni Mubarak renunció a la presidencia "por las difíciles circunstancias que atraviesa el país", según información emitida por la cadena árabe de televisión Al Jazeera.

"El presidente Mohamed Hosni Mubarak decidió renunciar a su cargo de presidente de la República y ha encargado al Consejo Supremo de las Fuerzas Armadas administrar los asuntos del país", dice textualmente el breve mensaje de Suleimán.

A partir de este anuncio, cientos de miles de manifestantes que habían permanecido en la Plaza Tahir han estallado en júblio porque su principal reclamo se ha cumplido.

Gritos por toda la plaza, manifestaciones de alegría, cánticos y el agitar de banderas son las notas predominantes en ese lugar, epicentro de las protestas públicas contra el régimen de Mubarak, quien estuvo en el poder desde 1981.

Previo al informe del vicepresidente habían corrido rumores que Hosni Mubarak y su familia habrían salido de El Cairo según una fuente cercana al gobierno citada por la agencia AFP, aunque no estaba claro su destino.

Hosni Mubarak y su familia, anoche abandonaron El Cairo y fueron a la ciudad de Sharm el Sheij, todavía en Egipto. El presidente despegó desde un aeropuerto a las afueras de la ciudad y aunque los primeros rumores indicaban que había salido del país, sólo se habría desplazado al exterior de la capital, según informó la cadena de noticias Al Arabiya, con base en Dubai.

El presidente de Egipto, Hosni Mubarak, salió de El Cairo junto a su familia hacia la localidad turística de Sharm el Sheij, en la península del Sinaí, para tomarse "un descanso", según informó Al Arabiya.

Poco antes, la cadena de televisión emiratí indicó que el mandatario había salido con su familia "con destino desconocido" a través del aeropuerto militar de Almaza, preparado para vuelos internos.

La edición en árabe de la BBC informó hacia el mediodía de que Mubarak había salido "de Egipto". No obstante, el diario 'Al Ahram' precisó posteriormente que quien había salido realmente del país había sido el recién destituido ministro de Finanzas, Youssef Butros Gali, quien habría partido hacia Beirut junto a su esposa, de nacionalidad libanesa.

Por otra parte, diversas fuentes han asegurado que entre 2.000 y 3.000 personas se han concentrado frente al palacio presidencial en El Cairo con motivo de la celebración de lo que se ha dado en llamar el "Viernes de la Despedida" o el "Viernes del Desafío".

Son miles de egipcios que se lanzaron nuevamente a las calles y colman la plaza Tahir, sumidos en la decepción y la bronca tras el anuncio de Mubarak, quien reiteró que permanecerá en el poder hasta las elecciones de septiembre. En tanto, el Ejército emitió un comunicado en el que pidió el cese de las protestas y se presentó como garante de la transición.

Los militares se comprometieron a levantar el estado de emergencia, una de las exigencias clave de la oposición, siempre y cuando los manifestantes dejen las calles y regresen a sus casas. "El estado de emergencia se levantará tan pronto como terminen las actuales circunstancias", reza el comunicado. Los generales también han prometido elecciones libres y justas pero sin concretar una fecha para celebrarlas.

Ayer, Mubarak había anunciado en un discurso televisivo que permanecería en su cargo hasta las elecciones de septiembre próximo, aunque indicó que transferiría algunos poderes Suleiman, el primero en ocupar el cargo en el régimen que lleva 30 años.

El discurso de Mubarak fue seguido por cientos de miles de personas en la plaza Tahrir de El Cairo, quienes gritaban "que se vaya", en una jornada en la cual circularon versiones de que el mandatario renunciaría al cargo.

"Les hablo desde lo más profundo de mi corazón y estoy muy orgullosos de ustedes", dijo Mubarak en referencia a los miles de jóvenes y agregó: "Estoy escuchando sus reclamos." El mandatario egipcio pidió perdón a las familias de los más de 300 muertos desde que iniciaron las protestas, aseguró que no dudará "en castigar a los responsables de la violencia" y afirmó que "la sangre de los muertos por la violencia no será en vano".

"He delegado parte del poder al vicepresidente, los poderes del presidente de acuerdo a la Constitución", dijo Mubarak. En medio de gritos de protestas en la plaza Tajrir, Mubarak prometió "una transición pacífica hasta septiembre". Mientras, los manifestantes mostraban sus zapatos en señal de protesta.

"No voy a aceptar ser sujeto de la presión extranjera", afirmó Mubarak, en clara alusión a Estados Unidos, cuyo presidente, Barack Obama, dijo que hoy "estamos siendo testigos de la historia, de las transformación en Egipto y la gente exige el cambio".

El presidente egipcio reiteró que "no voy a participar en las elecciones, cumpliré con las responsabilidades de proteger la Constitución y el pueblo hasta la transferencia de poder, en forma pacífica" luego de las elecciones de septiembre. Además dijo que encomendó modificar seis artículos de la Constitución. "Estoy decidido a cumplir todas las promesas", señaló, al tiempo que aseugró que "ha comenzado un diálogo nacional, debemos seguir ese camino".

En ese sentido, explicó que se avanzará en eliminar la ley de Emergencia, vigente desde 1981 y uno de los principales reclamos de la oposición, "en el momento en el cual se reanude la estabilidad". Mubarak llamó a "restablecer la confianza entre entre los egipcios, en la economía", tras admitir que la situación nacional es "difícil" y "no podemos permitir que esto continúe porque daña día a día la imagen del país".

Tras el discurso de Mubarak, el vicepresidente egipcio dijo en otro discurso televisivo que está comprometido a garantizar una "transición pacífica" y ratificó la continuidad del "diálogo político". Al igual que Mubarak, el hasta ahora Jefe de los Servicios de Inteligencia, se refirió a los jóvenes y habló de "revolución de los jóvenes", a quienes instó a "volver a sus casas, a sus trabajos, el país los necesita".

"No escuchen a la televisión por satélite que no tiene ningún otro objetivo que propagar el caos, escuchen a sus conciencias y el sentido comun", pidió Suleimán, abonando la teoría gubernamental de la supuesta infiltración de extranjeros. Varios cientos de miles de personas siguieron atentamente el discurso de Mubarak en la plaza de la liberación, tras lo cual gritaron "Mubarak fuera" y "Nada a Omar Suleiman", lanzando los zapatos al aire zapatos en señal de repudio.

Al pedido de Suleiman, miles contestaron "Omar, andate. Nosotros no nos vamos". "Somos más de tres millones hoy acá", afirmó Yasser, de 37 años, escritor que trabaja en publicidad. "Desde esta noche se unieron a nosotros todos los escépticos que todavía no creían en la eficacia de nuestra protesta", agregó, citado por la agencia de noticias ANSA.

En la 17ma. jornada de protestas populares en El Cairo y otras ciudades del país se sumaron en la capital miles de abogados, médicos y enfermeros que dejaron sus tareas. Tras el discurso del presidente egipcio, Hosni Mubarak, en el que delegó algunos poderes a su vice pero no renunció, miles de manifestantes furiosos se dirigieron rumbo al edificio de la televisión estatal en El Cairo.

La oposición prevé para hoy en la plaza central una nueva manifestación masiva, llamada "de los millones de personas" o "de los mártires", en homenaje a las personas muertas en las protestas, 302 según estimaciones de Human Rights Watch. Tras el discurso de Mubarak, la proscripta Hermandad Musulmana reaccionó con críticas a la renuncia incompleta del jefe de Estado al poder presidencial.

"Su discurso es frustrante e ignora la voluntad popular", señaló Helmi al-Gazzar, alto miembro del movimiento en Egipto, informó la agencia DPA. "No hay garantía para sus palabras, porque los poderes delegados a Suleiman pueden ser cancelados según los poderes otorgados a él por la Constitución", explicó.