"No es descabellado pensar la conectividad como política de Estado"

Fue uno de los planteos del docente e investigador de la UNCUYO Carlos García Garino, que reflexionó sobre el empleo de las TIC en contexto de pandemia y sobre los desafíos futuros.

"No es descabellado pensar la conectividad como política de Estado"

Más allá de los inconvenientes, el profesor planteó que la educación a distancia en pandemia se resolvió de forma positiva. Foto: Télam

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Publicado el 02 DE SEPTIEMBRE DE 2020

“Si el escenario post pandemia plantea un mayor uso de las TIC en numerosas actividades del quehacer social, es imprescindible intervenir con políticas de Estado para paliar estas desigualdades e impulsar la economía. No es descabellado, en el contexto de nuestra provincia, plantear que la conectividad sea una política de Estado”. Esa fue parte de la reflexión del docente e investigador de la UNCUYO Carlos García Garino acerca del impacto de las tecnologías de la información y la comunicación (TIC) en la sociedad, en especial en tiempos de COVID-19.

García Garino es docente e investigador de la Facultad de Ingeniería y director del Instituto para las Tecnologías de la Información y las Comunicaciones (ITIC) de la UNCUYO. Además, es vicepresidente del Polo TIC Mendoza en representación del sector académico.

El doctor en Ingeniería habló con Unidiversidad acerca del impacto de las tecnologías en la sociedad, de la brecha digital, así como de los dilemas éticos que se plantean a partir de su utilización en tiempos de pandemia. Aquí, parte de la charla.

Cómo es la aplicación para hacer un autotest de síntomas de coronavirus

La Jefatura de Gabinete de Ministros de la Nación, por medio de la Secretaría de Innovación Pública, dio a conocer a comienzo de esta semana la aplicación "Coronavirus Argentina", cuyo principal objetivo es permitir la autoevaluación de síntomas en caso de sospecha de infección de Covid-19​, así como también mantener informada a la población sobre las medidas de prevención.

La cuarta revolución industrial

¿Cuál es su valoración acerca del impacto de las tecnologías de la información y la comunicación (TIC) en la sociedad?

Las TIC prácticamente atraviesan toda la sociedad y sus actividades: producción, comercio electrónico, acceso a cuentas bancarias, trámites con el gobierno y organizaciones, turismo, etc. La educación no resultó ajena al impacto de las TIC en la sociedad.

En los últimos 15 o 20 años, la convergencia de la electrónica y la informática ha sentado los orígenes de la llamada cuarta revolución industrial, que incluso ocupó a foros gubernamentales, como es el caso de Davos, y causó preocupación en mucha gente que observa con reserva los avances tecnológicos. Entre otras herramientas, la cuarta revolución industrial propone la robótica, la inteligencia artificial, el uso masivo de sensores, la impresión 3D, la difusión de técnicas como Big Data, etc. Por supuesto que estas nuevas herramientas y aplicaciones conllevan preguntas y dilemas acerca del impacto en el trabajo, la economía, la calidad de vida de la población, la educación, etc. Incluso, en muchos casos, estos escenarios son tan disruptivos que superan la legislación existente e incluso, en algunos casos, la capacidad de reacción de los gobiernos para legislar frente a estas novedades.

¿Cuál es la realidad en Argentina?

En nuestro país, no estamos alejados de las tendencias citadas, al punto de que la llamada Economía del Conocimiento, que agrupa a todas las actividades basadas en la creatividad y el conocimiento (ingeniería, economía, TIC, educación, medicina, etc.) constituyó en los últimos años el tercer sector exportador del país y el segundo en cuanto al balance de divisas. Mendoza no es ajena a esta tendencia y en 2019, frente a un panorama de destrucción de empleo, el sector generó 500 nuevos puestos de trabajo.

"Home office": trabajar desde casa en tiempos de coronavirus

En nuestro espacio tecnológico con Gustavo "Negro" Talaván, hablamos hoy de aquellas aplicaciones tecnológicas que hacen posible trabajar desde casa, tales como TeamViewer, videollamadas a través de Skype, e incluso WhatsApp, entre otras. Escuchá la nota completa a continuación.

Tecnología en tiempos de pandemia

¿Cuál es su visión acerca del empleo de las TIC en el contexto de la pandemia?

La aparición de la pandemia y su irrupción encontró al sector de las TIC en franco crecimiento, con madurez, incluso. El sector fue capaz de brindar soluciones en el corto plazo para paliar sus desafortunados efectos. Los avances logrados facilitaron el teletrabajo, la educación a distancia, continuar accediendo a nuestras cuentas bancarias y seguramente, a la fecha, todos hemos asistido a numerosas reuniones por videoconferencia. Por supuesto, hubo que adecuarse a la situación y, en el ámbito de nuestra Universidad, debimos acceder al Damsu por WhatsApp, los profesores y alumnos tuvimos que trabajar con la asistencia de la tecnología, etc.

También hubo aplicaciones dedicadas al seguimiento de la pandemia, evaluar contagiados, morbilidad, establecer métricas, etc. También se desarrollaron muchas aplicaciones para simular tendencias en cuanto a la evolución de la pandemia.

¿Qué valoración puede hacer de la tecnología?

Las tecnologías son neutras, su uso o empleo es el que puede ser más o menos razonable. Por ejemplo, en el continente asiático, la población, que por su idiosincrasia está más acostumbrada a la presencia cercana del Estado, que ejerce un control que posiblemente no se acepte en Occidente, admitió de buen grado el uso de aplicaciones que controlan el desplazamiento de los ciudadanos. El empleo de la app Cuidar en nuestro país fue bastante más discutido por la población. Este dilema y otros fueron analizados por el filósofo coreano radicado en Alemania Byung-Chul Hang.

En resumen, las TIC han sido claves en la pandemia y, entre otras aplicaciones, han facilitado el teletrabajo, la telemedicina, la educación a distancia, la conexión con los afectos o el más controvertido control de la circulación.

Solo el 66 % de los países protegen datos y privacidad de las personas

El 66 % de los países protegen efectivamente los datos y la privacidad de las personas, pese al incremento de la adopción de leyes de protección, asegura un informe de la Conferencia de las Naciones Unidas sobre Comercio y Desarrollo (Unctad), difundido en el marco de la semana de comercio electrónico.

¿Cuál puede ser el escenario a futuro?

No parece que el uso de las TIC y de los desarrollos de la cuarta revolución industrial vayan a disminuir, más bien se espera un incremento de su uso, y seguramente cambie el modo de hacer las cosas y de relacionarnos. Es pronto para hacer una valoración prospectiva, pero una mirada optimista apela a la capacidad de adecuación del ser humano y al fenómeno reciente que plantean las sociedades empoderadas con manifestaciones callejeras, hecho replicado en todo el mundo, en diversas circunstancias y oportunidades. Sin dudas, el empoderamiento social se ha basado en la amplia difusión de las redes sociales y la telefonía celular, otros dos logros tecnológicos.

Cómo funciona la polémica app "Cuidar" para volver al trabajo

Uno de los requisitos establecidos para los trabajadores que vuelvan a sus empleos en esta cuarta etapa de la cuarentena es que deben descargar la plataforma "Cuidar", una aplicación tecnológica que les permite a los ciudadanos realizar un "autocontrol" sanitario y tiene valor de declaración jurada.

La lupa en la brecha digital

¿Cuál es su análisis acerca de la brecha digital en general y de la situación en Mendoza en especial?

El análisis de los puntos anteriores se llevó suponiendo que el acceso a los recursos de Internet es ilimitado, tanto en lo que se refiere al ancho de banda como a lo que hace a su distribución o capilaridad, acceso a la conectividad y disponibilidad de equipos. Desafortunadamente, en la práctica no es así, pese a que la Asamblea General, en 2011, y el Comité de Derechos Humanos, en 2016, establecieron el acceso a Internet como un derecho humano.

La conectividad requiere de una fuerte inversión en infraestructura (tendido de cables, ductos, zanjas, equipos de conectividad, etc.) que las empresas costean con la facturación. Entonces, naturalmente, las redes tienen un fuerte despliegue en zonas densamente pobladas y con buen nivel socioeconómico. Desde un punto de vista cualitativo, puede decirse que la calidad del acceso a internet, en general, es inversamente proporcional a la distancia de los grandes centros urbanos. Con lo cual, en la práctica, el acceso dista de ser universal y estamos en presencia de una brecha digital que tiene fuerte relación con el nivel socioeconómico de la población.

Pagar con la palma de la mano, lo próximo en transacciones

El gigante tecnológico Amazon está creando terminales para que los usuarios de tarjetas de crédito puedan pagar utilizando solo su mano, reportó este sábado The Wall Street Journal, citando a fuentes cercanas al proyecto.

Cabe reconocer que, si se incrementa la oferta tecnológica en un contexto de brecha digital y desigualdades socioeconómicas, seguramente estas se incrementen. Esta preocupación es compartida por muchos organismos internacionales como Unesco, Cepal, BID, etc.

Entonces, si el escenario post pandemia plantea un mayor uso de las TIC en numerosas actividades del quehacer social, es imprescindible intervenir con políticas de Estado para paliar estas desigualdades e impulsar la economía. No es descabellado en el contexto de nuestra provincia plantear que la conectividad sea una política de Estado, como lo fue el agua un par de siglos atrás. ¿Por qué no plantear la utopía de reconocer el derecho a la conectividad en el proyecto de nueva constitución provincial? Un logro auspiciado por la ONU.

Desde el Polo TIC, ONG Mendocina, se viene planteando la necesidad de mejorar la conectividad como requisito para impulsar la Economía del Conocimiento y ampliar así la matriz productiva provincial.

Educación: la brecha digital que la pandemia visibilizó

Comenzaremos diciendo prácticamente, por estos días, una obviedad. Estamos transitando una profunda crisis sistémica, que podríamos decir en una primera instancia que es consecuencia de la irrupción del COVID - 19 - Coronavirus a escala global. Sin embargo, la actual crisis del capitalismo es anterior a la pandemia.

Educación a distancia

En el contexto de la pandemia, ¿qué experiencia deja el uso de la tecnología en educación?

La aparición de la pandemia causó que, literalmente hablando, estudiantes y profesores dejásemos de vernos y encontrarnos en el aula de una semana a otra. Personalmente, me despedí de mis estudiantes el viernes 13 de marzo con un “Hasta el lunes próximo” y, si bien nos hemos visto luego, siempre ha sido mediante una pantalla.

En este contexto, fue una tarea ardua organizar la continuidad de las clases mediante el acceso a distancia. Hubo que pensar cómo hacerlo, confiar en los recursos de la tecnología y, además, trabajar desde los hogares, un buen ejemplo del teletrabajo aplicado a la educación. La situación se resolvió, en mi opinión, exitosamente, aunque se deben matizar los logros obtenidos.

Debido a las restricciones de la oferta de conectividad, muchos alumnos se vieron imposibilitados de conectarse. En algunos casos, se brindó asistencia “híbrida” a los alumnos, en parte presencial mediante distribución del material y en parte online. Sin embargo, otros quedaron desconectados, lamentablemente. Tampoco fue sencilla la tarea de los profesores universitarios y los docentes en general. No hubo una respuesta inmediata de las corporaciones para facilitar el acceso sin costo o a bajo costo a los servidores educativos. Se necesitó el esfuerzo de las autoridades educativas a todo nivel alcanzar este logro.

Repensar la educación en tiempos de pandemia

Desde la Facultad de Educación de la UNCUYO, elaboraron un texto para reflexionar sobre la enseñanza en el contexto de pandemia por coronavirus Covid-19. La doctora Fernanda Ozollo, profesora de la Facultad de Educación, y la licenciada Noelia Naranjo, profesora de la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales, invitan a repensar la digitalidad en el marco educativo.

En cuanto a las tecnologías de enseñanza/aprendizaje, muchos profesores estaban previamente capacitados en la educación a distancia y el conjunto de herramientas que propone (foros, chats, videos, tareas mediadas, materiales, guías de lectura, etc.), cuya organización y coordinación no es un tema menor. Sin embargo, la mayoría del plantel docente de la Universidad afrontó la situación desde su experiencia personal y desde la disponibilidad tecnológica. La experiencia adquirida ha sido muy rica, las métricas de resultados en algunos casos han sido muy buenas. La conclusión es que no resulta imposible plantear modalidades puramente a distancia o mixtas y que seguramente, incluso en una modalidad tradicional, se pueden cambiar las metodologías de enseñanza/aprendizaje.

Será importante que los gobiernos y las instituciones acompañen a sus estudiantes y profesores generando contextos que faciliten estas nuevas modalidades; por ejemplo, brindando espacios institucionales seguros desde el punto de vista sanitario para transmitir los conocimientos y permitir la asistencia de los alumnos con dificultades de conectividad. En este sentido, es necesario reflexionar acerca del curso 2021.

Por último, una consideración acerca de la “Cenicienta” de la educación a distancia: las prácticas de laboratorio, necesarias en ciencias, medicina, odontología, ingeniería, etc. Existen muchos avances acerca de laboratorios remotos que se pueden poner en marcha en nuestro ámbito e incluso hay investigaciones al respecto desarrolladas en el ámbito de nuestra Universidad.

El tráfico en internet creció el 50 % en Argentina desde la cuarentena

El tráfico de internet en la Argentina registró un incremento del 50 % desde que se pusieron en marcha las medidas de aislamiento social preventivo destinadas a mitigar el avance del coronavirus, aseguró el titular de la empresa Arsat, Pablo Tognetti.

¿Qué análisis y reflexión puede hacer acerca del futuro y respecto de algunos dilemas éticos planteados?

La pandemia generó espacios para el empleo masivo de la tecnología y, por ejemplo, se generó una gran cantidad de datos. Una de las herramientas más utilizadas para medir la movilidad en tiempos de pandemia es una aplicación de Google. Las empresas de telefonía celular conocen y utilizan la movilidad de sus usuarios simplemente registrando la torre que brinda conexión a cada teléfono celular.

Distintos pensadores han planteado sus visiones acerca del comportamiento social (Byung-Chun Hal), el género en las redes sociales (Cabañes) o directamente críticas al capitalismo y la globalización (Naomi Klein). No cabe duda de que se debe reflexionar acerca del uso de las tecnologías en la educación.

De tanto en tanto aparecen contrapesos del progreso, como los que ahora reniegan de la vacunación obligatoria. Afortunadamente, la ciencia y la humanidad siguen avanzando. A manera de ejemplo, ¿hubiera sido posible sin investigadores formados, más los avances de biología molecular, electrónica, bioinformática, desarrollar una vacuna para COVID-19 en menos de un año? Entonces, como reflexión y síntesis, cabe plantear una visión progresista de la sociedad, cuyo objetivo sea emplear las tecnologías para mejorar la vida de la humanidad. Para ello, son imprescindibles la educación y la investigación, dos pilares de nuestra vida institucional.

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