No menos de 28.800 indigentes necesitan "hambre cero" en Mendoza

Sociedad

Unidiversidad

Marcelo Sivera - Responsable de CICUNC Contenidos

Publicado el 06 DE SEPTIEMBRE DE 2011

En base a los datos oficiales del Indec y la Dirección de Estadísticas e
Investigaciones Económicas de Mendoza (Deie), a fines del 2010 un 7 por
ciento de los mendocinos es pobre (126 mil personas) y un 1,6 por ciento
indigente (28.800 habitantes), medido por el nivel de ingreso. Según la
canasta elaborada en la Facultad de Ciencias Económicas de la UNCuyo y
aplicada a los mismos tipos de ingresos, las cifras se multiplican,
llegando a 32 por ciento la pobreza (576.000 personas) y a 11 por ciento
la indigencia (198.000). Las cifras difieren sustancialmente, pero
muestran la necesidad de atender la situación de no menos de 28.800
pobladores de Mendoza.

El Plan Estratégico de Desarrollo Mendoza, al referirse a los problemas
urgentes en la provincia, afirma que "aún cuando la economía recupera
algunos dinamismos, particularmente en emprendimientos de enclave y
sectores acotados, sus efectos positivos sobre la sociedad son
fragmentarios y desiguales".

"En el marco de un modelo inequitativo de generación y distribución de la
riqueza, esto se traduce en la consolidación de situaciones de
vulnerabilidad, pobreza y exclusión social", indica. Más adelante destaca
que "la pobreza persiste, como sumatoria de factores de empleo y
educativos. Se sigue ampliando la brecha de las desigualdades,
consolidando situaciones de inequidad social y espacial". En materia de
vida ciudadana el informe subraya que "las institciones, en especial las
públicas (estatales o no estatales) no siempre garantizan iguales
oportunidades de obtener información, de participar de manera efectiva y
de influir en la agenda pública".

Este informe contiene los aportes del documento preliminar correspondiente
al Diagnóstico Situacional de la provincia de Mendoza de fines de 2009, al
que se le han agregado los aportes del Consejo de Estado para la
determinación de incertdumbres y desafíos futuros. Todo ello en el marco
del Plan Estratégico de Desarrollo de Mendoza, que incluye un documento
elaborado por la UNCuyo sobre "Consideraciones sobre los planes
estratégicos sectoriales de Mendoza, UNCuyo 2010".

Conclusiones similares tiene el informe “¿Cambios en la distribución de la
riqueza en la última década? Crecimiento económico e impactos sociales en
la población de Mendoza”, que llevó a cabo el equipo de investigación
dirigido por el sociólogo Carmelo Cortese y quince profesionales y
estudiantes avanzados de la carrera de Sociología de la Facultad de
Ciencias Políticas y Sociales de la UNCuyo: "Mendoza mejoró sus
indicadores sociales, pero no modificó el patrón de distribución".
La existencia de hambre en el subcontinente Sudamericano -una de la
regiones de mayor desigualdad de distribución del globo- cada vez alcanza
mayor sinsentido en una zona productora de alimentos en un mundo que los
demanda en forma creciente. "Hay alimentos, pero no hay acceso ni
distribución suficientes", ha dicho el brasileño Graziano de Silva, el
director de la FAO que asumirá el próximo primero de enero de 2012.
Es representante de un país que acaba de reducir sus números de la pobreza en 15 millones de
personas.

Está muy claro que el hambre cero en Mendoza se vincula a la
aplicación inicial de una asistencia pública directa sobre los sectores
más castigados. Pero también a la implementación de políticas permanentes
de tipo educativas y de empleo que eviten las situaciones de
discriminación aún existentes que impiden la movilidad social y el ascenso
de ingresos a una franja de la población.

Sobre esos sectores se hace imprescindible la puesta en funcionamiento de
tres motores de movilidad social: la educación -con la responsabilidad que
le compete a la escuela pública y a las universidades- y la inclusión
digital -que permite el acceso universal a las redes y evita la "brecha
digital", tal como lo acaba de destacar en UNCuyo el especialista
brasileño Nelson Pretto-.

Pero también es fundamental la integración informativa, cuya
responsabilidad recae en forma directa sobre la profesión periodística. Es
que la difusión masiva de temáticas estructurales permite a todo el mundo el manejo de
los datos necesarios para el diseño colectivo de políticas públicas a
nivel de comunidad. Y éstas, a su vez, ofrecen la base necesaria para la
elaboración de políticas de Estado que puedan aplicarse en forma sostenida
en el tiempo, por los gobiernos.

En el caso concreto del "hambre cero" en Mendoza, habrá que comenzar por
atender en los tres frentes la realidad de no menos de 28.800 mendocinos.