La Argentina de hace diez años y la actual desde el costado político - histórico

Roberto Follari, es  Doctor y Licenciado en Psicología por la Universidad Nacional de San Luis. Profesor titular de Epistemología de las Ciencias Sociales - Universidad Nacional de Cuyo, Fac. Ciencias Políticas y Sociales-, entre otros cargos con gestión cumplida. En la siguiente nota se propone pensar históricamente, su significado histórico, del 19 y 20 de diciembre del 2001.

La Argentina de hace diez años y la actual desde el costado político - histórico

Foto: Web

Sociedad

Unidiversidad

Juan Manuel Lucero Díaz y Analía Martín

Publicado el 19 DE DICIEMBRE DE 2011

Follari hace una distinción entre el “Cordobazo” y el “Cacerolazo” como dos momentos históricos distintos, ya que en el primero se destacaba un fuerte compromiso desde lo ideológico mientras que en el segundo se trató de un momento de caos institucional y económico sin tener un vector ideológico que condujera la masa.

Más tarde, con la llegada del Kirchnerismo al gobierno –que puede, según el Profesor de Epistemología, interpretarse como azarosa – se logra dar con la política como la conductora del pueblo. La particularidad de ser una política más volcada hacia la izquierda hace que los sectores progresistas del país sean escuchados.  

La política en Argentina de hace 10 años y la actual. Desde el 19 y 20 de diciembre del 2001, en la Argentina, la forma de hacer y pensar la política “cambio un tanto, no súbitamente ni menos de manera absoluta; lo que sí sucedió es que el periodo Neoliberal puro quedó agotado sin que hubiese ningún modelo de recambio, de hecho era una crisis tanto política como económica, por lo tanto estaban dadas todas las condiciones objetivas para que el sistema político callera. En el sentido que puede llevar luego a una revolución social, pero no había ningún sujeto de revolución social para nada configurado, lo cual produjo un vacío. Ahí apareció el duhaldismo como una posibilidad de algún tipo de liderazgo y de ahí se pasó luego a lo que fue el kirchnerismo como un modo distinto en el sentido de producir fuerzas del Estado, redistribución del crecimiento de una manera distinta a la política de ajuste previo. De cualquier forma, parte de las personas en actual ejercicio de la política, algunos incluso dentro del kirchnerismo, son las personas de la vieja política; aunque bajo una conducción distinta”.  

Cordobazo y Cacerolazo. “No se puede compara para nada la dimensión histórica de lo que pasó aquel 19 y 20 de diciembre con lo sucedido el 29 de mayo de 1969 bajo el nombre del ‘Cordobazo’. El Cordobazo se dio dentro de una política de radicalización contra la dictadura, con una clara impronta ideológica de izquierda. En el cacerolazo hubo más participación de las organizaciones de base, estuvo el trueque, las asambleas, hubo un movimiento más posmoderno, menos organizado, menos centralizado, menos jerárquico, menos definido. Había sectores populares que hacían saqueos en el nombre del duhaldismo, clases medias que iban contra el “corralito” pero mucho más que eso no entendía salvo su propio malestar económico. Creo que el Cordobazo fue un hito de ideologización política cuasi revolucionaria, mientas que en el 2001 lo que hubo fue una rebelión espontánea de algunos sectores sociales sin núcleo ideológico importante que no fuera, no el sistema económico del capitalismo que sí había en el Cordobazo, sino hacía el sistema político democrático que no estaba resolviendo las cuestiones que habían prometido”, reflexionaba Follari.

La salida de la crisis con un gobierno progresista. “Creo que hubo una parte de la cuestión estructural que, en cuanto al agotamiento de las recetas previas y el cansancio que la población tenía y demás, con el hecho un poco azaroso de que Kirchner llegara a la presidencia. Digo azaroso porque cualquiera que hubiera ido contra Menem. El hecho de que el kirchnerismo llegara al gobierno implicó que un sector del progresismo argentino que había sido desplazado, y asesinado durante los 70’s, pudiera llegar al poder del Estado y entonces tener una decisión de modificación política que es muy distinta a la de otros sectores. Incluso quizás, los socialistas desde el punto de vista ideológico podían ser muy coincidentes pero no tenían la capacidad organizativa para llegar al poder del Estado. Y fue la cúpula del gobierno, porque no hubo un movimiento que se llamara “kirchnerismo” en ese momento, que ayudó a cuajar un proceso que de no haber estado bajo una situación como ésta, probablemente hubiera dado lugar a un alto grado de inestabilidad política. Lo que ocurrió fue un “ordenamiento desde arriba”. Porque fue desde la cúpula del gobierno con una visión progresista que estaba, yo creo, un poco más a la izquierda que la media de la población nacional. De hecho nadie había pedido ya insistir con los juicios por delitos de lesa humanidad excepto algunos organismos de Derechos Humanos y familiares. Sucedió algo que no era un simple emergente de las fuerzas sociales sino que estaba como latente de un periodo histórico previo y que permitió conjugar fuerzas de una manera inédita”, comentaba el docente en la cátedra de Epistemología de la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales de la UNCUYO.