Este fin de semana, San Rafael será sede del II Congreso Internacional de Partería Posmoderna, que reúne a especialistas en parto posmoderno y lactancia materna, desde una mirada integradora e integral que prioriza, ante todo, la armonía y el bienestar a la madre y su bebé.

Para la ocasión, la entidad organizadora, Asociación Argentina de Parteras Independientes, invitó a especialistas en la materia de todo el país, que expondrán y compartirán sus puntos de vista con la intención de generar conciencia sobre todos los aspectos que atraviesan la maternidad en la etapa del parto y el puerperio.

Sandra Rodríguez (38) es una de las invitadas que por estos días se encuentra en tierra mendocina para abrir el debate y reflexionar sobre esta temática. A poco de llegar desde Buenos Aires, encontró un momento en su agenda para responder a las preguntas de Unidiversidad. Es licenciada en obstetricia y partera, y a lo largo de su carrera se ha especializado en la lactancia materna.

Además, es consultora internacional certificada en lactancia materna, pero su mirada es diferente: aborda el tema desde una mirada holística, que toma como base todos los aspectos (físicos, emocionales, psicológicos, entre otros), que rodean al entorno de la mujer y de su bebé.

¿Cuál es la importancia de la lactancia materna?

La lactancia es un tema de capital importancia en lo que a salud pública se refiere. Su impacto es positivo en la salud de madres y bebés, incluso a largo plazo, contribuyendo a la prevención tanto de enfermedades infecciosas como crónicas no transmisibles.

¿Creés que hay correcta información al respecto?

Creo que la información con la que cuentan familias y también profesionales es poca y está plagada de mitos y creencias falsas acerca de su práctica. La idea de que la leche de fórmula es comparable a la leche materna está muy instalada en nuestra sociedad y eso, entre otras cosas, conduce a que las prácticas de lactancia exclusiva sean subóptimas, con el costo que ello implica para la sociedad.

Si bien hay muchas mamás que desearían poder extender el período de lactancia hasta los dos años de su bebé, como lo recomienda la OMS, en muchos casos este proceso se ve alterado por las exigencias laborales. ¿Es posible implementar mecanismos para que esto no suceda?

Idealmente, la licencia por maternidad debería extenderse cuando menos hasta los 6 meses de edad del bebé, tiempo recomendado por la Organización Mundial de la Salud para la práctica de la lactancia materna exclusiva.

¿Qué cambios deben implementar las empresas y organismos para colaborar en este sentido?

Es imperativo llamar la atención de las autoridades gubernamentales en relación con la necesidad que tienen madres y bebés de pasar más tiempo juntos. Garantizar la permanencia de las madres y el acceso al cuidado más adecuado para los bebés es una prioridad de salud pública. Además, tanto el Estado como los empleadores privados deben garantizar el cumplimiento de la legislación que protege el derecho a la lactancia de las madres trabajadoras y sus hijos.

¿Y en los hogares? ¿Existe el apoyo hacia las mujeres para poder ejercer una lactancia plena, con todo lo que esto implica?

Si bien existen formas de continuar la lactancia exclusiva aún después del retorno al trabajo, estas descansan en la exclusiva voluntad y esfuerzo de las madres, que cargan con casi toda la responsabilidad. Concientizar a toda la sociedad del valor que tiene la lactancia sería una buena manera de contribuir con las madres.

¿Qué debe cambiar?

Cada miembro de la familia y de la sociedad tiene un rol que cumplir en la protección de la lactancia materna como derecho inalienable de madres y bebés.

El parto humanizado es una tendencia cada vez más aceptada, pero ¿qué mecanismos y cuidados son fundamentales para cuidar a la mamá y al bebé?

El respeto por la fisiología del trabajo de parto es una de las mejores maneras de proteger la salud de la parturienta y su hijo. El concepto de parto humanizado, o más bien, mamiferizado, puede y debe aplicarse en cualquier ámbito, no es privativo de los partos en el hogar. Las mujeres deberían poder acceder al cuidado de la más alta calidad posible, cualquiera sea el espacio en que se sientan seguras para parir.