Perfil del juez que estremeció a Brasil con la pena a Lula

Se llama Sergio Moro y encabeza la operación Lava Jato, la mayor investigación de corrupción en la historia del país. Primer magistrado en condenar a un ex presidente.

Perfil del juez que estremeció a Brasil con la pena a Lula

El juez despierta amores y odios en su país. Foto: AnsaLatina

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Publicado el 12 DE JULIO DE 2017

Un cruzado que quiere rescatar a Brasil de la corrupción endémica o un puritano que criminalizó la política: el juez Sergio Moro, devenido en una figura estelar de la Justicia brasileña, pasará a la historia por el primer magistrado en condenar a un expresidente.

Y lo hace por todo lo alto, desde su bastión de Curitiba, desde donde ha encabezado la operación Lava Jato, la mayor investigación de corrupción en la historia del país, a partir de la escandalosa trama de desvíos de fondos y pagos de sobornos de la petrolera Petrobras, un caso que llevó a prisión a decenas de políticos y empresarios.

La saga de Lava Jato comenzó hace más de tres años y uno de sus hitos fue precisamente la acusación contra el expresidente Lula da Silva.

De hecho, el veterano líder de la izquierda brasileña debió declarar ante Moro a mediados de mayo, en una audiencia que en su momento dio mucho que hablar en Brasil.

Desde que tomó el control de la investigación, la figura de Moro fue creciendo al ritmo de las escandalosas revelaciones realizadas por su juzgado acerca del multimillonario fraude que desangró a la estatal Petrobras.

En las redes del imperturbable magistrado cayeron desde exdirectivos de la petrolera a los dueños de las mayores constructoras del país, pasando por políticos de primer y segundo nivel en movimientos que poco a poco estrecharon el cerco sobre una de las figuras intocables de la política latinoamericana.

Moro nació hace 44 años en la ciudad paranaense de Maringá, en la que se graduó en Derecho y se convirtió en juez en 1996. Abogado y profesor universitario, completó su formación en la prestigiosa Universidad de Harvard, en Estados Unidos.

El magistrado admite haberse inspirado y además es un gran estudioso de la histórica operación "Mani Pulite" (manos limpias), que desarticuló una compleja red de corrupción en Italia en la década de 1990.

Admirado por muchos de sus colegas, que lo definen como un juez rápido para decidir, preparado y resuelto. Sus detractores lo juzgan como abusivo en el uso de las prisiones preventivas y lo suficientemente politizado como para pretender anular al expresidente en su pretensión de convertirse en candidato para las elecciones presidenciales de 2018.

Pese a que hasta el momento el líder del Partido de los Trabajadores (PT) tenía cinco causas judiciales abiertas, distintas encuestas lo dan como favorito en la intención de voto para los próximos comicios.

"Moro instituyó la prisión preventiva como regla, cuando en cualquier país civilizado es la excepción", lo había criticado tiempo atrás el abogado Antonio Carlos de Almeida, defensor de varios implicados en el fraude de la petrolera estatal.

Lula en la mira

Moro ya había dado señales de que estaba dispuesto a llegar hasta el final con la investigación sobre Lula, a sabiendas de que tenía pruebas suficientes para condenarlo.

Por esa razón, había pedido a la policía que allanara la residencia del expresidente el 4 de marzo del 2016 para llevarlo a declarar por la fuerza en Sao Paulo y ese mismo mes también había divulgado una conversación entre el exmandatario y su sucesora, Dilma Rousseff , que sugería que buscaba nombrarlo ministro para darle fueros que lo protegieran de la justicia ordinaria.

En ese entonces, Lula juró en su nuevo cargo, pero nunca pudo asumir. La Corte Suprema lo bloqueó tras conocerse el audio, pero la legalidad de su decisión fue duramente cuestionada.

"Sinceramente, estoy asustado con la República de Curitiba. Porque a partir de un juez de primera instancia todo puede ocurrir en este país", había afirmado el expresidente en aquel momento sobre la incidencia del juez Moro.


Fuente: Telam y agencias