El presidente de Chile, Sebastián Piñera, presentó un proyecto de ley que busca extender la gratuidad en la educación a los Centros de Formación Técnica y a los Institutos Profesionales a partir de 2019. De aprobarse, podrán tener ese beneficio los estudiantes pertenecientes al 70 % de las familias más vulnerables, lo que según palabras del mandatario supone un total de 13 000 nuevos estudiantes de profesiones técnicas. El objetivo de esta ley, según Piñera, es llegar en un futuro “al 90 % de las familias más vulnerables del país”.

Durante la presentación del proyecto, Piñera declaró que “aumentará a 167 000 el total de estudiantes de Centros de Formación Técnica e Institutos Profesionales que cursarán estudios gratuitos a contar del próximo año, con un costo total de 310 000 millones de pesos (casi 520 millones de dólares) anuales”.

El mandatario calificó a la iniciativa como un compromiso de su gobierno y añadió que “la gratuidad en la educación superior ha llegado para quedarse y no habrá lucro en la educación universitaria”.

Dichas declaraciones llegan semanas después de que el Tribunal Constitucional declarase inconstitucional el artículo del proyecto de ley sobre educación superior que prohibía a personas jurídicas con fines de lucro ser controladores de una institución, decisión que causó protestas entre los estudiantes, quienes consideraban que esa medida protegía el lucro en la educación universitaria.

Los costos de la educación universitaria fueron uno de los temas de debate durante la campaña presidencial del año pasado en Chile y las marchas estudiantiles fueron uno de los mayores desafíos a los que se enfrentó Piñera durante su primer mandato entre 2010 y 2014.

El anuncio del presidente chileno se produce dos semanas después de que el ministro de Educación chileno, Gerardo Varela, anunciara que el Gobierno retirará el proyecto presentado a finales del mandato de Michelle Bachelet que buscaba reformar el Crédito con Aval del Estado (CAE), un sistema de financiamiento para carreras universitarias que actualmente hace que los estudiantes se endeuden hasta por 20 años.