Por qué los huevos de las aves son ovalados

Un estudio de la Universidad de Princeton reveló que la silueta elíptica de la cáscara debe su forma a la adaptación de los pájaros al vuelo. Para llegar a esa conclusión, analizaron casi 50 mil huevos de 1400 especies.

Por qué los huevos de las aves son ovalados

Gaviota recién nacida. Foto: Mary Caswell Stoddard para El Mundo.

Ciencia y tecnología

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Unidiversidad / Fuente: El Mundo

Publicado el 23 DE JUNIO DE 2017

Aunque aún no se han despejado las dudas sobre qué viene primero, si el huevo o la gallina, un equipo de investigadores de la Universidad de Princeton ha dado la clave que explica el porqué de la forma de los huevos.

En el estudio que se presenta este jueves en la revista Science, Mary Caswell Stoddard y sus colaboradores analizaron hasta 49 175 huevos de 1400 especies, dos de ellas ya extintas. Las características del nido, el número de descendientes en una puesta, el modo de desarrollo o los factores ambientales no están relacionados con la figura elíptica de los huevos en las aves. Los huevos deben su forma a la adaptación de los pájaros al vuelo.

"Mis colegas y yo estábamos intrigados por la gran variedad de formas de huevo que observamos en las aves. ¿Por qué los huevos de búho son casi esféricos y los de los colimbos son elípticos?", se preguntaba Stoddard. "Nos sorprendió encontrar que había una fuerte correlación entre la capacidad de vuelo y la forma del huevo", afirmó la científica en una nota publicada por El Mundo.

Estos resultados contradicen las teorías anteriores que se apoyaban en el tipo de hábitat o la historia de vida del animal para explicar la silueta de los huevos. Hasta entonces se pensaba que su apariencia cónica evitaba, por ejemplo, en aves rupestres, que cayeran por los acantilados al rodar en pequeños círculos. También se afirmaba que el tipo de huevo condicionaba la eficacia de la incubación, dependiendo del tamaño de una nidada.

Ahora, los nuevos datos sugieren que la medida del índice mano-ala (HWI, de sus siglas en inglés Hand-Wing Index), una manera de calcular la eficacia de las aves en el vuelo y por tanto su capacidad de dispersión, induce la forma que tienen los huevos de los pájaros, que no es redonda como la de otros animales, y explica por qué varía tanto de una especie a otra.

¿Confirman entonces estas conclusiones las aves que han perdido la capacidad de volar? Stoddard aclara esta incógnita: "En la mayoría de las aves que han perdido la capacidad de volar, como los avestruces, los huevos son a menudo casi redondos", ha aseverado.

Por tanto, la nueva teoría parece corroborarse también para este tipo de animales. "Esto es lo que podríamos predecir, dado que las aves que se adaptan al vuelo tienden a poner huevos más asimétricos y elípticos", prosigue. "Sorprendentemente, los pingüinos, que no vuelan, ponen huevos bastante asimétricos. Pensamos que esto puede deberse a que sus cuerpos están adaptados para nadar de forma eficaz. Tal vez los mismos procesos que influyen en la forma del huevo en grandes voladores están también trabajando sobre los nadadores, como los pingüinos", matizó Stoddard.


Consecuencias de la aerodinamia

Según Claire Spottiswoode, una ornitóloga de la Universidad de Cambridge que revisó en un artículo de Science Perspectives el trabajo de Stoddard, la adaptación al vuelo ha dotado a los pájaros de características aerodinámicas que originan una pelvis estrecha por la que sólo un huevo angosto puede pasar. Por este motivo, dado que un polluelo tiene que caber en ese espacio, los huevos presentan una cáscara de contorno elíptico y asimétrico.

"En el futuro nos gustaría conocer mejor la relación entre el HWI, el ancho de la pelvis, el tamaño del oviducto y el tamaño o la forma del huevo", explicó Mary Caswell Stoddard.

En todo caso, la clasificación de los diferentes tipos de aves, basada en características muchas veces morfológicas, no lleva a una clasificación paralela en la forma de los huevos, pues la variación de la forma de los huevos entre los distintos grupos de aves se produce de forma gradual. "Realmente encontramos que las formas de los huevos no caen en clases discretas porque hay una variación continua en la forma del huevo", manifestó Stoddard.

Por su parte, Spottiswoode recalca que todas las medidas que hace Stoddard sobre los diferentes huevos que ha estudiado pueden variar en la redondez o la forma puntiaguda de los extremos, pero en ningún caso se produce un acortamiento del tamaño dentro de la variedad que presenta una especie, lo que supone un límite para la diversidad de los huevos.

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