Mendoza suma comunas para tratar el aceite vegetal usado

En la provincia, solo tres departamentos recolectan este material.

Mendoza suma comunas para tratar el aceite vegetal usado

La primera en implementar un programa de reciclado de aceites comestibles fue el municipio de Godoy Cruz, luego se sumó Capital y finalmente, el municipio de Luján. Foto: kienyke.com.

Sociedad

Unidiversidad

Unidiversidad / Emilio Murgo

Publicado el 28 DE NOVIEMBRE DE 2018

El aceite vegetal tiene un gran uso entre los seres humanos: se consume en los hogares, centros e instituciones, hotelería, etc. La correcta gestión de los aceites usados de cocina pasa por su entrega a empresas gestoras autorizadas; entre ellas se encuentran AmbientalCor y RBA ambiental. Estos residuos se recolectan tras los oportunos tratamientos y desde allí se obtiene una materia prima para la producción de biodiesel, generando actividad económica y reduciendo la dependencia de combustibles fósiles.

Nuestro país es uno de los principales productores de aceites, principalmente de soja y girasol. Los máximos generadores de aceite vegetal usado (AVU) son los fast foods, hoteles, usuarios industriales y particulares.

Según el INTI, los aceites vegetales usados son residuos que representan un grave peligro para la comunidad. Su disposición en las cloacas genera una fuerte contaminación, además de obstruir los desagües cloacales y pluviales. En la actualidad no existe una legislación a nivel nacional sobre este tema, por lo cual los generadores de los aceites disponen de ellos a su criterio, sin control.

En este sentido, varios sectores a nivel provincial han tratado este problema, entre ellas, las municipalidades. La primera en implementar un programa de reciclado de aceites comestibles fue el municipio de Godoy Cruz. La segunda municipalidad en tratar este tema fue Capital y finalmente, en los primeros días de noviembre, comenzaron a funcionar en Luján los “puntos limpios” para la recolección de aceites.

Pía Santarelli, jefa del Departamento de Gestión Ambiental de Luján, habló con Unidiversidad y destacó la creación de este proyecto para el mejoramiento en la recolección de este tipo de material en el departamento. “La Municipalidad firmó convenio con la empresa RCA AmbientalCor para retirar el aceite vegetal usado por el departamento y de esta manera generar biocombustible”.

“Este proyecto crea el Programa de Gestión Integral de Aceites Vegetales Usados (AVU), que considera AVU a todo aceite que se origine a partir de su cocción o preparación mediante fritura y cuando presente cambios en sus características, de manera que no resulte apto para la utilización para el consumo humano, conforme a lo estipulado en el Código Alimentario Argentino”, destacó Santarelli.

Para la recolección, la Municipalidad instaló tres puntos de recepción de aceites vegetales usados en la Delegación de Chacras de Coria, el Polideportivo de Ciudad y en la Delegación de Carrodilla.

“La aplicación de este programa es fundamental, teniendo en cuenta que el inadecuado manejo de aceites vegetales usados puede provocar contaminación del agua, deterioro del sistema de cloacas, incremento en los costos de tratamiento de aguas servidas, impermeabilización de pozos sépticos, disminución de la productividad de la tierra y contaminación del suelo, entre otros”, finalizó.

La empresa RCA AmbientalCor, que actúa con la Municipalidad de Luján, es actualmente la encargada de recolectar este tipo de material y desde allí transformar el aceite vegetal usado en biocombustible.

En este sentido, Isabel Avus, encargada de la recolección de aceite en Cuyo para AmbientalCor destacó: “El Aceite de Cocina Usado (ACU) también conocido como Aceite Vegetal Usado (AVU), es todo aquel aceite proveniente, en forma continua o discontinua, de establecimientos de todo tipo que generan o elaboran productos comestibles. Para ello, se utiliza el aprovechamiento de la materia orgánica e industrial formada en algún proceso biológico o mecánico para generar bioenergía, que es un tipo de energía renovable”.

“El biodiesel es un biocombustible líquido alternativo que se produce a partir de recursos renovables y domésticos, tales como aceites vegetales o grasas animales. Es importante destacar que este combustible no contiene petróleo, por lo que lo consideramos biodegradable, renovable y no tóxico, es decir, sin contenido de azufre ni compuestos potencialmente cancerígenos”, afirmó Avus.

 

Las ventajas del biodiésel 

• Procede de fuentes renovables, a la vez que reduce la emisión de gases de efecto invernadero en un 80 % comparado con el diésel.

• Alarga la vida útil de los motores. Por su alta lubricidad, mejora la performance de los motores, suavizando la marcha y lubricando los inyectores y las bombas.

• No requiere ningún tipo de adaptación.

• Presenta las mismas condiciones energéticas del gasoil y, al mismo tiempo, ofrece una serie de ventajas.

• No contiene azufre, en ninguna proporción, con lo cual se evitan las emisiones tóxicas.

• Se origina a partir de un recurso natural renovable, aceites vegetales o grasas animales.

• Es biodegradable, con lo cual en caso de derrame no afecta el medio ambiente.

La recolección de aceite, una cuenta pendiente para frenar la contaminación

Un litro de aceite contamina mil de agua, sin embargo, Mendoza no cuenta con un sistema que recolecte estos líquidos de las casas ni existen lugares para ir a depositarlos para evitar que sean arrojados a los desagües cloacales.

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