Queremos tanto al Pocho

No todo son partidos en el Mundial de Brasil. Un repaso por las reflexiones de algunos medios de comunicación sobre el deseo no reprimido que despierta el jugador argentino Ezequiel "Pocho" Lavezzi.

Queremos tanto al Pocho

Sociedad

Unidiversidad

Laura Fiochetta

Publicado el 02 DE JULIO DE 2014


“Megustear” la página de Facebook “Movimiento para que el Pocho juegue sin camiseta”, ver sus fotos, enviarlas por Whatsapp a tus amigas... Y el efecto en los medios de comunicación: páginas enteras escritas sobre el asunto. El jugador de la selección argentina Ezequiel "Pocho" Lavezzi convertido en un símbolo sexual, deseado por su apariencia física, principalmente por mujeres que ¡salen a decirlo libremente! ¿Es la cosificación de un jugador o es el deseo de las mujeres por un hombre expresado abiertamente, sin tapujos, que choca contra el histórico machismo del fútbol? Busquemos respuestas en distintos análisis que se hicieron en los últimos días.

Una de las reflexiones más lúcidas la hizo sin duda la periodista Claudia Acuña, de la cooperativa de Trabajo La Vaca. Dice en su artículo “Luche y vuelve: el efecto Lavezzi” que “Desde el minuto uno estoy dando batalla en los rings de las redes sociales contra los que señalaron con el dedito a las chichas y chicos, veteranas y veteranos que expresaron públicamente su deseo por Lavezzi”. En ese sentido advierte: “Noté que el efecto Lavezzi desnudaba varias cosas, que son expresiones de lo mismo: machismo”. Sus conclusiones tienen que ver con un profundo cuestionamiento a quienes piensan que “se cosifica a Lavezzi”.

Para sostener su argumentación, Acuña recupera algunas banderas del feminismo; desde ahí reivindica el deseo y su expresión. “El movimiento feminista surgió para defender los derechos de las mujeres. Y esos derechos eran al voto, a igualdad en el trabajo y al sexo libre. Bien vivir, buen coger. La tríada es inseparable y si tocan a una, tocan a todas. La reinvindicación del aborto legal no es más que otra manera de decir lo mismo: queremos coger, solo coger; y solo a veces y solo algunas, reproducirnos. No hay revolución sin deseo. No hay feminismo sin corpiños revoleados al aire, impúdicos. Ahora, expertos y expertas en 'género' nos advierten que estamos 'cosificando' a Lavezzi. Señoras y señores: a Lavezzi lo cosifica Etiqueta Negra o cualquiera de esas marcas que utilizan nuestro deseo colectivo para dirigirlo desde ese cuerpo hacia los productos pedorros que, seguramente, fabrican con trabajo esclavo”.

En esa línea, Luciano Fabri, académico y referente de Varones Antipatriarcales, sostiene en el artículo “Una polémica pertubadoramente sexy” el estupor que significó para muchos varones la intromisión femenina en el fútbol. En ese sentido, subraya: “A mi entender, el problema no está en la supuesta cosificación (que supone la posesión del poder y los recursos que en este sistema hetero-patriarcal no tenemos), ni está en la supuesta reproducción de un modelo de belleza hegemónica (hablamos de un morocho retacón con tatuajes de tumbero, no de Beckham). El problema, a mi entender, está en la defensa del fútbol como propiedad de la masculinidad heterosexista, que sólo puede derramarse hacia otros sujetos sexuados en tanto se mantengan a raya con las reglas del juego. El problema es que le llenemos el deporte de lujuria, que sean otras las pelotas que persigamos y que haya penetraciones más deseadas que las del balón en el arco rival.

"El problema es que, esta vez, los chongos del fútbol argentino quedaron todos en off-side”.

Julia De Titto, por su parte, reflexionó en su artículo “Los abdominales de Lavezzi y un debate candente sobre la igualdad de género”, que apareció en notas.org.ar. La periodista de Buenos Aires afirma: “Sin duda que, de a poco, son cada vez más quienes como parte del género beneficiario de la sociedad patriarcal se atreven a cuestionar esos privilegios y promover la construcción de relaciones de género igualitarias. Pero lo que observamos estos días –en términos generales, claro– tuvo más que ver con un acto de defensa de la masculinidad del fútbol y la negación a dejar entrar a mujeres a la voz pública sobre cualquier cosa que sucediera en el campo de juego que con dar pasos hacia una sociedad con igualdad de género. Y del otro lado, una reivindicación femenina del derecho a mirar y elogiar cuerpos compulsivamente cual si fuera un acto de rebeldía social. Varones y mujeres nos debemos una reflexión colectiva y conjunta sobre estos temas. Que el fútbol que nos fue negado por décadas y que aún sigue siendo un terreno de difícil acceso para las mujeres no sea excusa para nadie. El debate es mucho más profundo y debe ser llevado adelante con responsabilidad y sin hipocresía”.


Y otros deseados

Según un sondeo, estos son los jugadores más lindos del mundial 2014:

-Xabi Alonso (España): muchas mujeres opinan que el primer lugar se lo lleva el centrocampista del Real Madrid y de la selección española, quien tiene 32 años.

-Oliver Giroud (Francia): este futbolista dicen que cautiva con su sonrisa. El jugador del Arsenal acudió al Mundial con la selección francesa.

-Sergio Ramos (España): lateral derecho del Real Madrid y representante de la selección española.

-Cristiano Ronaldo (Portugal): mide 1,85 m y tiene 29 años.

-Robin Van Persie (Holanda): el delantero del Manchester United (30) es una de las principales armas de Holanda a nivel futbolístico.

-Iker Casillas (España): el portero del Real Madrid acaba de cumplir 33 años.

En otro mundiales, quienes se destacaron en Argentina por lindos fueron Sergio Goycochea, el arquero que hoy es conductor de televisión; el jugador Claudio Paul Caniggia (jugador de los 90, al igual que el Goyco) y Fernando Redondo. En otros países, el inglés David Beckham; el italiano Francesco Totti y su coterráneo Franco Cannevaro.  

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