Renunciaron por los golpes y les traban una ley que los ayudaría

Médicos residentes que dejaron su trabajo por la violencia de sus superiores mientras se desempeñaban en los hospitales públicos de Mendoza esperan la aprobación de una norma para que puedan volver a hacer sus prácticas profesionales. Tiene sanción inicial en el Senado desde hace un año, pero no se ha tratado en Diputados.

Renunciaron por los golpes y les traban una ley que los ayudaría

En la Legislatura de la provincia está pendiente de aprobación un proyecto de ley que permitiría que los médicos residentes que han renunciado puedan volver a rendir. Imagen ilustrativa publicada por la Federación Argentina de Entidades de Arquitectos.

Provincial

Unidiversidad

Milagros Martín Varela

Publicado el 18 DE ABRIL DE 2018

En nuestras infancias todos hemos jugado a ser médicos. A veces podemos rememorar las clásicas valijitas con estetoscopios, tijeras, tela adhesiva, gasas y curitas de juguete. Para muchos, ese juego pasa a ser –a lo largo del tiempo– un sueño a cumplir que el sistema de las residencias médicas transforma en pesadilla. Eso fue lo que sintieron varios médicos residentes mendocinos hace dos años, cuando decidieron renunciar a sus puestos –ganados a través de un examen- por los maltratos y la violencia que sufrían por parte de sus superiores en los principales hospitales públicos de la provincia.

Fue en 2016 cuando un grupo de médicos residentes presentó una denuncia ante el Ministerio de Salud, Desarrollo Social y Deportes debido a que recibían golpes, baldazos de agua helada, golpes en los riñones y prohibiciones de comer o de ir al baño en turnos de hasta 30 horas. Algunos llevaban dos meses en las residencias al momento de renunciar. A otros les faltaban sólo seis meses para finalizarlas, o incluso menos, pero las condiciones de trabajo se habían tornado realmente insoportables.

Existe un proyecto con sanción inicial en el Senado provincial para modificar un artículo de esa legislación que permitiría renunciar a los residentes sin que esto les impida rendir examen. Sin embargo, está cajoneado desde hace casi un año, pues aún no ha sido tratado en Diputados.

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Las residencias médicas son parte de las carreras y de los currículums de todos aquellos que estudian para ser profesionales de la salud, permiten optar por una especialidad en la que se quieran desempeñar en el futuro y están reguladas por la Ley Provincial N.º 7857. En este momento existe un proyecto con sanción inicial en el Senado para modificar un artículo de esa legislación y permitir que los residentes que hayan renunciado por algún motivo a sus puestos puedan rendir examen. Esa iniciativa legislativa también extiende los plazos para presentarse a realizar por primera vez una residencia de primer nivel. Sin embargo, hace un año que está estancada para el tratamiento, aprobación y promulgación en la Cámara de Diputados.

Fue el senador radical Eduardo Giner quien redactó y presentó el proyecto de ley. Si bien esta flexibilización tiene un objetivo mucho más complejo, la principal intención es que aquellos residentes que renunciaron por maltratos por parte de sus superiores en los hospitales públicos de Mendoza puedan volver a presentar examen y tener la posibilidad de acceder a esas prácticas profesionales. No es casualidad que la iniciativa legislativa se haya aprobado en el Senado en mayo de 2017, un mes después de que trascendiera en los medios la situación en la que trabajaban los jóvenes médicos que debieron renunciar.

Eduardo Giner, senador radical, fue quien presentó el proyecto para modificar la Ley 7857 de Residencias Médicas.

 

Los cambios

La Ley de Residencias Médicas, en la actualidad, dispone –en su séptimo artículo– que un médico tiene hasta cinco años de egresado de la carrera para poder presentarse a examen y realizar una residencia de primer nivel, que dura entre tres y cinco años, según se explica en la misma norma. En cuanto a las residencias de segundo nivel, se pueden presentar teniendo hasta nueve años de egresados.

La iniciativa de Giner propone que el plazo de las residencias de primer nivel se extienda hasta los siete años de egreso y que si un residente renunciare, pueda presentarse a rendir al año siguiente con el mismo cargo que ocupaba antes de renunciar. Si no, quedará inhabilitado para presentarse durante un período de un año y luego de ese plazo deberá reiniciar su residencia desde cero.

El expediente N.º 72831 consta de una sola carilla y tiene sanción inicial en la Cámara de Senadores de la Legislatura desde el 19 de mayo de 2017, es decir, desde hace casi un año. Sin embargo, de esa fecha a esta parte no se ha tratado en la Cámara de Diputados porque está en análisis en la Comisión de Asuntos Constitucionales de la Legislatura. El senador Giner manifestó que desconoce por qué se ha trabado durante tanto tiempo, en tanto que Jorge Albarracín –diputado por la Unión Cívica Radical y presidente de la mencionada comisión– dijo que aún no se debate en el recinto de la Cámara Baja porque pretenden consultar las modificaciones con el Ministerio de Salud y con las universidades.

Sin embargo, fuentes de la cartera de Salud aseguraron que, si bien la redacción y presentación del proyecto la realizó Giner, fue desde el mismo ministerio desde donde se propusieron esas modificaciones para darles algún tipo de solución a los médicos residentes que fueron maltratados y que por esa razón renunciaron.

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