Revuelo por drogas en el colegio Misericordia: el peligro de estigmatizar

Tras saberse que dentro de la institución alumnos venderían marihuana, expertos que trabajan con jóvenes apuntan a la necesidad de escucharlos y contenerlos antes que condenarlos.

Revuelo por drogas en el colegio Misericordia: el peligro de estigmatizar

Sociedad

Unidiversidad

Zulema Usach

Publicado el 16 DE NOVIEMBRE DE 2018

Esta semana hubo gran revuelo en torno al colegio Nuestra Señora de la Misericordia (ubicado en Vicente Zapata y San Juan, de Ciudad), por la presunta venta de mariahuana en los baños de la institución. Las autoridades de la Dirección de Educación Privada de la Dirección General de Escuelas (DGE) emitieron un comunicado en el que aclaran que la institución actuó de manera acorde a lo establecido en el protocolo vigente para abordar estas situaciones.

La cartera educativa aseguró: “Se verificó que el colegio aplicó correctamente la normativa vigente y los protocolos previstos ante la situación. Además, se está desarrollando un plan de trabajo preventivo con toda la comunidad educativa de la escuela para acompañar a todos los menores de edad y sus familias”.

Según publicó el diario Los Andes, las autoridades del colegio se enteraron del hecho a principios de esta semana, cuando una preceptora percibió que algo raro sucedía entre un grupo de alumnas. Al comprobar que una de ellas guardaba un cigarrillo de marihuana en su mochila, alertó a las autoridades del colegio y estas emitieron la denuncia a la Policía de Mendoza. A partir de ese momento intervino el área de Narcocriminalidad para decomisar la marihuana. Una de las hipótesis más fuertes es que los estudiantes cultivaban el producto en su casa.

Lo cierto es que ahora, desde el punto de vista de los especialistas en consumo que trabajan con adolescentes, es fundamental que la sociedad evite estigmatizar y condenar a los jóvenes por una situación de estas características.

Desde su experiencia como psicóloga que ha abordado numerosos casos de consumo problemático en jóvenes y adolescentes, Laura Alcaraz plantea la necesidad de preguntarse por qué los chicos/as (los que supuestamente vendían y quienes compraban la marihuana) estaban en esa situación.

En lugar de condenarlos, ella prefiere ir al fondo del tema. “Son jóvenes que nos están hablando, que están diciendo que tienen un padecimiento. Por otra parte, considero que es terrible que se utilice el término 'narco' para catalogarlos”, expresó la especialista a Unidiversidad, y planteó que el abordaje que se hizo del sistema (con la intervención del área de Seguridad) nunca incluyó la salud integral y la protección real de los menores de edad.

“Lo que se está haciendo es mostrar a los jóvenes como generadores de riesgo, cuando en realidad son ellos quienes están en riesgo, frente a una sociedad que prefiere estigmatizarlos y condenarlos en lugar de contenerlos y escucharlos”, sentenció Alcaraz desde una mirada crítica.

“Lo que hay que plantearse es qué les pasa a los adolescentes que necesitan fumar marihuana para sentirse mejor. E incluso hay que poner en debate porqué se usó la escuela para hacerlo”, planteó la especialista.

Desde el Observatorio de Salud Pública y Problemáticas de Consumo, cuyo titular es el médico Sergio Saracco (especialista en Toxicología y resposable del área a nivel provincial), abordaron el tema y llamaron a "trabajar con los y las estudiantes desde el nivel primario para que puedan incorporar que se trata de sustancias que tienen un impacto negativo en la salud". 

Lejos de condenar a los jóvenes y estigamtizarlos, es fundamental trabajar con ellos, informarlos, detalló Saracco. El especialista puntalizó que es fundamental ocuparse del sujeto. "Esta es una realidad muy frecuente en los colegios, por eso es fundamental brindar capacitaciones para poder detectar y prevenir estas situaciones. Esta es una realidad que está atravesando a toda la sociedad, no solamente a los más jóvenes", alertó Saracco y brindó estadísticas. Dijo que 7 de cada 10 adolescentes menores de 17 años ha consumido alcohol, mientras que se estima que al menos el 14 % ha consumido marihuana alguna vez. 

Esta situación habla de la necesidad de abordar estas problemáticas en el entramado social, porque además existe un muy bajo nivel de percepción del daño que el alcohol y la marihuana (por dar algunos ejemplos) generan en el organismo humano, explicó Saracco.