Luego de un 2017 en baja, prevén un mejor año para el vino argentino

Según un estudio del Observatorio Vitivinícola Argentino, el sector de producción y venta de vinos se proyecta con buenas perspectivas para 2018. El nuevo escenario se presenta como un alivio luego de dos temporadas de malas cosechas.

Luego de un 2017 en baja, prevén un mejor año para el vino argentino

Foto: Primera Plana

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Unidiversidad / Fuente: Ambito Financiero

Publicado el 31 DE ENERO DE 2018

Según un estudio del Observatorio Vitivinícola Argentino, el sector de producción y venta de vinos se proyecta con buenas perspectivas para 2018. Luego de haber cerrado 2017 con 900 millones de litros menos debido a los bajos niveles de cosecha, la expectativas aumentan para lo que sigue de este nuevo año.

"Decimos que hay interrogantes porque evidentemente estos equilibrios dependen de cantidades que hoy conocemos pero que no sabemos con certeza como van a evolucionar y de expectativas acerca de su evolución. Cómo juegan estas variables es lo que vamos a analizar. Siempre teniendo presente los equilibrios, hay cuatro variables que pueden influir directamente en la oferta oferta-demanda de la cadena y que no conocemos con certeza: cosecha, ventas de vino y jugo de uva y stocks", se explica en el informe.

Según el Observatorio, las últimas dos vendimias fueron muy las más bajas en volumen en los últimos 60 años. "En esta línea es esperable que la cosecha 2018 sea superior a la de 2017, algo que podemos reforzar sabiendo que las heladas, si bien afectaron algunas zonas puntuales –por ejemplo, parte del norte de Mendoza y el sur de San Juan y, en menor medida, algún sector del Valle de Uco–, no han sido generalizadas, resta esperar lo que pueda afectar el granizo, pero podemos decir que seguramente la producción de uva de Argentina se incrementará en 2018 respecto al año anterior", señala. Y añade: "Un escenario 'conservador' muestra que un aumento de la producción de uva del 15 % significaría pasar de 1900 millones de kilos para vinificar en 2017 a 2200 millones en 2018".

Por otro lado, la magra situación que se cree que habrá en el resto del mundo representa una oportunidad relativa para la Argentina. El informe destaca que, según la Organización Internacional de la Viña y el Vino (OIV), este año habrá una fuerte disminución de la producción en España, Francia e Italia, al igual que en Sudáfrica por la sequía.

"Si bien esto representa una oportunidad, hay que considerar las existencias. A modo de ejemplo, a principios de diciembre del año pasado el sistema de información del Ministerio de Agricultura de España informó existencias de vino español por 58 millones de hectolitros", se aclara. "Advertimos que, si bien la caída global en producción abre una oportunidad para los vinos argentinos en el mundo, hay que ser cautelosos en los pronósticos, ya que la competencia es muy exigente y hay un cierto reaseguro de stocks. La temporalidad juega también un rol importante, ya que en un par de meses tendremos noticias de las cosechas 2018 del hemisferio norte y, esperemos que no sea así, la oportunidad se habrá esfumado. Hay que moverse rápido", sostuvo el Observatorio. 

"Por otro lado, no hay que olvidar que el principal mercado para los vinos argentinos sigue siendo por lejos el mercado argentino y, por lo tanto, el crecimiento mínimo en ese mercado tiene un efecto en toda la cadena", agrega el informe.

Concluye: "Finalmente, las oportunidades que se presentan tienen que ser potenciadas con medidas macroeconómicas que permitan aprovechar las ventajas: la disminución de la inflación, la mejora paulatina del tipo de cambio, la disminución de los costos logísticos, la disminución de la carga impositiva y las cargas laborales son algunos de estos puntos. Una mención aparte merece el aumento de reintegros a las exportaciones vitivinícolas, una herramienta que el sector viene requiriendo hace tiempo y que necesita imperiosamente hasta tanto lleguen las reformas estructurales".

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