Sólo el mosquito contagia la fiebre amarilla: cuándo vacunarse y cuándo no

Si un conocido tuyo se fue a Brasil sin vacunarse, volvió y no sabés si tiene el virus, no te preocupes: no se contagia por contacto físico. ¿Cuáles son las zonas de riesgo donde sí está recomendada la vacunación? ¿Hay casos de fiebre amarilla en nuestra provincia? Rubén Ernesto Cerchiai, del área del Epidemiología de Mendoza, brindó detalles a Unidiversidad.

Sólo el mosquito contagia la fiebre amarilla: cuándo vacunarse y cuándo no

Fotografía extraída de www.minutouno.com

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Unidiversidad/ Sabrina Villegas Musri

Publicado el 26 DE ENERO DE 2018

Frente a los numerosos casos de fiebre amarilla, Unidiversidad se comunicó con Rubén Ernesto Cerchiai, responsable de la Dirección de Epidemiología, Bioestadística y Ambientes Saludables de Mendoza. El especialista explicó qué le ocasiona a la persona la fiebre amarilla, en qué caso puede sanarse y cuándo llega a ser una enfermedad mortal. Además, recomendó no vacunarse si no se veranea en las zonas de alerta y confirmó que la Argentina no tiene casos de fiebre amarilla.

Muchos mendocinos que conocen a personas que han viajado este mes a Brasil desean vacunarse por temor a ser contagiados. Cerchiai asegura que se debe dejar el miedo de lado y no perjudicar a quienes realmente viajan al vecino país: "No está indicado para ese caso la vacuna. No tiene nada que ver el contacto con la persona que haya viajado. Es importante que se cumplan estas recomendaciones porque hay gente que por temor dice que, por ejemplo, se va a ir a Río de Janeiro y es mentira. Resulta que le están quitando la oportunidad a otras personas que sí viajan a una zona de riesgo y se quedan sin vacuna". 

"Las zonas que en este momento están declaradas zonas de riesgo y para las que hay que vacunarse son: el estado de Río de Janeiro, San Pablo, Espíritu Santo, Mina Gerais y todo el centro y sur de Bahía", detalló acerca de los únicos estados en los que hoy se está recomendando vacunarse. En contraste, comenta sobre la zona costera que no obliga vacunar a sus turistas: "La gran mayoría de los turistas argentinos se está yendo a las playas del sur de Brasil: Río Grande do Sul (Río Grande del Sur), Santa Catarina (en español, Santa Catalina) y Paraná. Para todo el litoral marítimo donde va a vacacionar la gente no hace falta la vacuna. Tampoco hace falta para las playas del noreste donde están, por ejemplo, Fortaleza (ciudad capital del estado de Ceará) Maceió (capital del estado brasileño de Alagoas) Natal (en español, Navidad, es la capital de Río Grande del Norte)".

Para que los habitantes rompan mitos y no desesperen por vacunarse en prevención del futuro aclaró que no hay casos de fiebre amarilla, "no solo en Mendoza, sino en todo el país".

Las personas que cumplan con los requisitos deben presentarse en Sanidad de Fronteras, ubicada en la calle Ingeniero Huergo 690, de lunes a viernes de 10.00 a 15.00, o comunicarse a los teléfonos 43431190, 43430933, o 43430932 Int 131. Se debe concurrir con documento de identidad o pasaporte (sin excepción). Los mayores de 60 y menores de 1 año requieren certificado médico autorizando la aplicación de la vacuna.

"Se están dando turnos todos los días a medida que va llegando la gente y allí sí se le dan todas las indicaciones de la vacuna. Debe estar colocada por lo menos 10 días antes de viajar para que ya tenga protección cuando llegue al lugar de riesgo", comentó el funcionario.

 

¿Qué problemas ocasiona a la persona la fiebre amarilla?

La fiebre amarilla es una enfermedad de transmisión a través de un mosquito llamado Aedes aegypti, que es el mismo que transmite la chikunguña y el zika. Para que haya infección, primero ese mosquito tiene que haber picado a alguien enfermo en el período agudo de la enfermedad cuando el virus circula en la sangre. El mosquito absorbe parte de esa sangre y cuando pica a una persona sana le puede pasar el virus. El virus tiene un periodo de incubación que es variable en cada persona: puede ser de unos pocos días, un período de 3 a 5 días, y los primeros síntomas son fiebre, dolores musculares y dolor de cabeza.

"No tiene síntomas respiratorios y eso lo diferencia de un estado gripal. Muchas veces la persona dice: 'Sí, a mí me duele la cabeza, tengo fiebre y dolor de cuerpo', pero está con tos y dolor de garganta Eso no es fiebre amarilla".

 Una vez que tiene estos síntomas, la enfermedad en tres o cinco días puede evolucionar favorablemente y curarse. 

"La persona queda unos días con decaimiento y cansancio, pero se cura".

En las formas graves de la infección, después de uno o dos días de sentirse mejor, la persona presenta comúnmente una recaída que puede aparecer con vómitos, dolor abdominal, dolores intensos de cabeza, signos de insuficiencia renal e insuficiencia hepática.

"Por eso se ponen amarillas las personas y por eso se habla de la fiebre amarilla. Son los cuadros graves en los que la persona se ha complicado y tiene ictericia (coloración amarillenta de la piel y las mucosas que se produce por un aumento de bilirrubina en la sangre como resultado de ciertos trastornos hepáticos). En estos casos la enfermedad de la persona es mayor, ya tiene que estar internada en terapia intensiva y un porcentaje de esos pacientes graves fallece. Por eso el temor que desencadena esta enfermedad, porque cuando se complica la tasa de mortalidad es elevada". 

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